Reflexiones sobre estos puntos se encuentran en:
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Ciencia que estudia intereses económicos de clases sociales y relaciones con el Estado
Bajo el capitalismo, se da la reproducción simple cuando los capitalistas dedican a sus gastos personales toda la plusvalía que se apropian bajo el aspecto de distintas formas de ingreso, de suerte que las dimensiones de la producción no se modifican.
Correspondientemente, toda la producción social se divide en dos grandes secciones: I, producción de medios de producción, y Il, producción de artículos de consumo.
Por lo tanto, entre las secciones tiene lugar un intercambio: los medios de producción de la sección ingresan en la II a cambio de artículos de consumo adquiridos en la sección II por los obreros y capitalistas de la sección I.
De esta suerte, la condición para que se realice el producto social en la reproducción simple es:
I (v + p) = II c.
Se tienen que producir tantos medios de producción cuantos hagan falta en ambas secciones:
I (c + v + p) = I c + II c,
y tantos artículos de consumo cuantos puedan adquirir los obreros y capitalistas de las dos secciones de la producción social:
II (c + v + p) = I (v + p) + II (v + p).
Es considerado como uno de los fundadores de la moderna historiografía, sociología , filosofía de la historia, economía, demografía y las ciencias sociales en general.
Es fundamentalmente conocido por su obra Muqaddima o Prolegómenos a su vasta Historia de los árabes, que constituye un temprano ensayo de filosofía de la historia y de sociología, disciplina esta última de la que a menudo es considerado antecesor.
Luego de haber fracasado en sus ambiciones políticas y de haber sido perseguido y encarcelado, Ibn Jaldún dedica el resto de su vida a estudiar y reflexionar sobre los hechos sociales, económicos e históricos.
El primero de ellos es la Muqaddima o Prolegómenos, que prologa al resto de la obra, aunque posteriormente ha sido tratado como una obra independiente.
Entre los aportes a la economía de Ibn Jaldún, se incluye el descubrimiento de la dinámica de los mercados. Analiza también conceptos económicos fundamentales como población, precio, beneficio, lujo, y formación de capital. Todos estos conceptos son analizados en sus obras, donde también traza las interrelaciones entre ellos.
Para Ibn Jaldun, la historia es el análisis de las civilizaciones tanto en el aspecto externo como interno: externamente, a través del relato cronológico de los hechos; internamente, mediante un análisis lógico e interrelacionado de los acontecimientos históricos para ubicar sus consecuencias en el presente y las tendencias de futuro.
En lo relativo a la sociología, es particularmente interesante su concepción sobre la existencia de un conflicto central (ciudad versus desierto). Debido a su análisis de los conflictos sociales, sociólogos modernos de la teoría del conflicto como Ludwig Gumplowicz, Gustav Ratzenhofer y Franz Oppenheimer han demostrado un creciente interés en Ibn Jaldún.
Cabe admitir por cuestión de fe una forma de conocimiento superior, estrictamente espiritual, propio de los ángeles, pero sin incidencia alguna sobre el conocimiento humano.
No podemos pesar, ni aforar, ni poner en tubo de ensayo los sentimientos; no existe una unidad de trabajo, sufrimiento o placer.
Quizás, es la escuela austríaca de economía, los seguidores de Ludwig Von Mises y Friedrich A Von Hayek, los más contundentes contradictores de la economía matemática.
Lawrence Klein, Premio Nobel de Economía de 1980, afirmaba que las contribuciones no matemáticas a la economía son vagas, burdas y torpes.
También, Gérard Debreu, (1921-2004), premio Nobel de Economía de 1983, uno de los más importantes representantes de la economía matemática moderna, afirmaba que el carácter inflexible de la matemática lo llevaba a encontrar supuestos cada vez más débiles y conclusiones cada vez más fuertes que lo condujeran a explicaciones económicas sencillas.
Pero una cosa es la estadística y otra muy distinta el análisis matemático.
Con estadísticas podemos descifrar lo que ha acontecido, no lo que acontecerá. Con el análisis matemático pretendemos entender lo que vendrá.
La matemática es quizás la herramienta más rigurosa, seria y difícil de las que dispone la razón humana.
Un teorema de la matemática no admite fisuras lógicas ni interpretaciones contradictorias.
Pero ello no es lo más grave, lo más perturbador lo encontramos cuando las parejas (u,F(x)) son representadas en un gráfico continuo en un plano cartesiano, sabiendo que la variable x fluctúa en el conjunto de los números naturales {1,2,3,…} y no en el conjunto de los números reales.
Y van más allá: afirman que la desconocida función F es derivable y que su derivada F´(x), la utilidad marginal, es decreciente. O aún más estruendosamente, que su segunda derivada F´´(x) es negativa.
Tratar de hacer cálculo diferencial e integral en un universo de aplicaciones definidas sobre el conjunto de los números naturales {1,2,3…} es un dislate de mayúsculas proporciones.
Desde el punto de vista de la teoría de la medida, dichas funciones son todas equivalentes a la aplicación nula.
También, creer que conocemos los valores o las “utilidades” de las aplicaciones en los intervalos abiertos (1,2), (2,3),…ctc es auto engañarse, y suponer, además, que dichas aplicaciones son derivables o continuas en aquellos intervalos es pecar contra el sentido común y la economía.
Por ejemplo: supongamos que podemos asignarle unidades de utilidad al bien automóvil, digamos. Sé entonces – lo estoy suponiendo – que conozco la utilidad de 1 automóvil, dos automóviles, tres…ctc. ¿Es razonable pensar que conozco la utilidad de 21/18 de automóvil, o peor aún de π automóviles? (π =3.1416….)
Como decía Ludwig Von Mises: La acción humana no es matematizable. Representar las relaciones de la economía a punta de símbolos matemáticos equivale a interpretar la novena sinfonía de Beethoven con el sólo uso de un tambor.
El Doctor Antonio Pulido San Román, econometrista de la Universidad Autónoma de Madrid, nos relata en [2] que John Eatwell, economista de la Universidad de Cambridge, afirmaba que si el mundo no es como el modelo, pues peor para el mundo.
Los matemáticos, que no les importa la economía pues es una ciencia social alejada de sus preocupaciones profesionales, se han tomado las aulas de las academias de economía, no para aclarar sino para influir.