Usualmente las negrillas y subrayados son nuestros.

domingo, noviembre 07, 2010

Dos tipos de propiedad privada según Marx

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En El Capital, Tomo I, al final, Marx escribe sobre la existencia de dos formas de propiedad privada: la que es producto de la explotación del trabajo ajeno o enajenado; y la que es producto del trabajo propio. El punto es interesante, pues Marx sostiene que en esencia, la propiedad privada, se origina por creación y recreación de la explotación humana; por la desposesión iniciada y acumulada de un sector de la población y evoluciona, según Marx, en los conocidos modos de producción esclavista, feudal y capitalista.

En el análisis breve de la "teoría moderna de la colonización" (El Capital, Tomo I, Cap. XXV) lógicamente moderna para su época, inicia con la siguiente consideración:

"La economía política confunde fundamentalmente dos clases harto distintas de propiedad privada: la que se basa en el trabajo personal del productor y la que se funda sobre la explotación del trabajo ajeno. Olvida que la segunda no sólo es la antítesis directa de la primera, sino que, además, florece siempre (en) su tumba."

Si bien deja claro Marx, que la propiedad privada "basada en el trabajo personal del productor" se transforma en otra fundada en la "explotación del trabajo ajeno"; posibilita la reflexión de que existe un tipo de propiedad privada legítima, que no es producto del trabajo enajenado y que éste tipo de propiedad ha existido después de la aparición de la propiedad privada como fundamento histórico de la división de clases sociales.
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jueves, agosto 12, 2010

Puntos sobre la teoría keynesiana

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Sobre la teoría económica keynesiana, inferimos los siguientes puntos:

1. Keynes representa un punto de inflexión histórico-teórico (1936), con relación a la teoría clásica y neoclásica, liberal y neoliberal. Es el primer economista capitalista en admitir la importancia del Estado en la regulación del Mercado, que genera un cuerpo teórico coherente, opuesto a la teoría clásica y neoclásica.

2. Keynes conserva los fundamentos de la teoría subjetiva del valor. Lo subjetivo de sus propensiones marginales, se objetiva en los mercados de dinero y del empleo. Introduce elementos conceptuales novedosos, entre los que se cuentan la asimetría social y la incertidumbre económica.

3. El más significativo desarrollo de la teoría keynesiana lo realizó Hicks en 1937, con el modelo ISLM.

Reflexiones sobre estos puntos se encuentran en:

FORO DE ECONOMÍA POLÍTICA - APUNTES PARA EL DEBATE


Fecha de creación 15/09/2004 12:30

LA ECONOMÍA DE KEYNES
Publicado en ACTECO
Fecha/Date: 08/01/98

Autor/Author: José Félix Cataño*

Cartelier, Jean. L'économie de Keynes, De Boeck-Wesmael, Bruselas, 1995.
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Una reseña de Globalización y Capitalismo

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Reseña de una obra de Alonso Aguilar, puede verse en: 

http://redalyc.uaemex.mx/pdf/376/37602208.pdf

Nos parecieron afirmaciones destacables:
  1. La globalización es un proceso en marcha.
  2. La esencia de la globalización es la interrelación de los mercados, países y toda la vida social.
  3. Las privatizaciones no son un inicio de la extinción del Estado, como un pensamiento simple podría sugerir.
  4. La crisis del capitalismo actual tiene sus primeras manifestaciones en la segunda mitad de los años sesentas.
  5. La crisis del capitalismo actual tiene su causa en la caída de la tasa de ganancia.
  6. La estrategia de las burguesías y de las transnacionales para enfrentar la crisis económica da lugar al proceso de globalización.
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lunes, agosto 09, 2010

2010, Economía Política II, Programa de Estudios

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UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR
FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS
ESCUELA DE ECONOMIA

PROGRAMA DE LA ASIGNATURA
ECONOMIA POLITICA II

UBICACIÓN GENERAL

Código: EPO218
Ciclo: VI
Correlativo en Plan de Estudios: 21
Unidades Valorativas: 3
Prerequisito: 17, Economía Política I

OBJETIVOS

Proporcionar al estudiante una definición, historia y situación actual y perspectivas de la crítica de la Economía Política.

METODOLOGIA

Método Comparativo:

Partiendo de una comprensión sistemática de las bases de la crítica de la Economía Política, se examinan los planteamientos de las corrientes de Economía Política Clásica, Neoclásica y Neoliberal.

Método Genético:

Se estudiará la Crítica de la Economía Política en los planteamientos que la originaron, realizados por sus mismos autores, especialmente Carlos Marx y Federico Engels.

CONTENIDOS

I. Definición de Economía Política.
II. Bases de la Economía Política Marxista.

PRIMERA UNIDAD
1. El fundamento histórico material de la Economía Política
2. La integración de la Economía Política con la Filosofía y el Socialismo.
3. La mercancía.
4. El proceso de cambio.
5. El dinero.
6. Cómo se convierte el dinero en capital.
7. Proceso de trabajo y proceso de valorización.
8. Capital constante y capital variable.
9.Jornada de Trabajo.
10. Cuota de plusvalía.
11.Cuota y masa de plusvalía.
12.Concepto de plusvalía relativa.

SEGUNDA UNIDAD
13. Cooperación.
14. División del Trabajo y Manufactura.
15. Maquinaria y Gran Industria.
16.Plusvalía Absoluta y Relativa.
17.El Precio de la Fuerza de Trabajo y de la Plusvalía.
18.Fórmulas para Expresar la Cuota de Plusvalía.
19.El Salario
20.Conversión de la Plusvalía en Capital.
21.La Ley General de la Acumulación Capitalista.
22.La Llamada Acumulación Originaria.
23.La Moderna Teoría de la Colonización.

TERCERA UNIDAD
24. Capital Fijo y Capital Circulante.
25. Reproducción Simple.
26. Reproducción Ampliada.
27. Tasa de Ganancia y Tasa de Plusvalía.
28. Tendencia Decreciente de la Cuota de Ganancia.
29. Ganancia Comercial.
29. Renta Diferencial.
30. Fórmula Trinitaria.

BIBLIOGRAFIA

* Marx, Carlos,
El Capital
Prólogo de la Contribución a la Crítica de la Economía Política
http://www.marxists.org/espanol/m-e/1850s/criteconpol.htm

Primera Unidad
* Marx, El Capital, Tomo I
Capítulos del I al X. ( Del Capítulo VIII, a. Los Límites de la Jornada de Trabajo).
* Lenin, El Desarrollo del Capitalismo en Rusia, Cap. I

Segunda Unidad
* Marx, El Capital, Tomo I
Capítulos del XI al XIII.
Capítulos del XIV al XVII.
Capítulos del XXII al XXV (Capítulo XXII, Numeral 1. Capítulo XXIII, Numerales 1 al 4. Capítulo XXIV, Numerales 1 y 2).
* Keynes, Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero, Capitulos 1 al 6

Tercera Unidad
* Marx, El Capital Tomo II
Capítulo X y XI.
* Marx, El Capital Tomo III
Capítulo III. Capítulo X. Capítulo XIII. Capítulo XVII. Capítulo XXXVIII. Capítulo XLVIII.

EVALUACION

Exámenes parciales

Primer Parcial
20%; Temas del 1 al 12. Capítulos I al X.

Segundo Parcial
20%; Temas del 13 al 23. Capítulos IX, X, XI, XII, XIII, XIV a XVII. Capítulos del XXII al XXV.

Tercer Parcial
20%. Temas del 24 al 30. Tomo II. Capítulo X y XI. Capítulo XX y XXI.
Tomo III. Capítulo III. Capítulo X. Capítulo XIII. Capítulo XVII. Capítulo XXXVIII. Capítulo XLVIII.

Exposición: 20%. Asignada según los temas del programa.

Trabajo de investigación: 20%. Seleccionar un tema aplicado de la teoría económica marxista y realizar una valoración crítica básica, inicial, de la Definición, Antecedentes Teóricos, y la Vigencia del Planteamiento.
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Licenciatura en Economía, Plan de Estudios 1994, Vigente

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martes, junio 08, 2010

Reproducción Simple del Capital

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Las negrillas, sangrías y separación de algunos párrafos son nuestros para efectos de estudio.

Probablemente un factor más de las condiciones de la reproducción simple es que las tasas o cuotas de plusvalía y de ganancia en el sector de medios de producción y en el sector de medios de consumo deben ser iguales; es posible que esta premisa sea necesaria para acondicionar en el modelo de reproducción simple, la innecesaria movilidad del capital financiero, pues en los dos sectores tendría iguales condiciones de explotación.

Tomado de:

http://www.eumed.net/cursecon/dic/bzm/r/reproduccioncs.htm

REPRODUCCIÓN CAPITALISTA SIMPLE: proceso de renovación constante de toda la producción social capitalista en escala invariable.
Bajo el capitalismo, se da la reproducción simple cuando los capitalistas dedican a sus gastos personales toda la plusvalía que se apropian bajo el aspecto de distintas formas de ingreso, de suerte que las dimensiones de la producción no se modifican.
Constituye un aspecto importantísimo de la reproducción capitalista la realización de todo el producto social global (...) en el mercado. Para aclarar las condiciones en que se realiza el producto social es necesario conocer su composición no sólo por su valor, sino, además, por su forma natural. Por su valor, el producto social global se compone de c + v + p, (capital constante + capital variable + plusvalía). Por su forma natural, se descompone en medios de producción y artículos de consumo.
Correspondientemente, toda la producción social se divide en dos grandes secciones: I, producción de medios de producción, y Il, producción de artículos de consumo.
El conjunto de la producción de ambas secciones constituye el producto social anual. Si suponemos que el producto social global es de 9.000, el esquema de la reproducción simple ofrecerá el siguiente aspecto:

Sección I:

4.000 c + 1.000 v + 1.000 p = 6.000
(medios de producción).

Sección II:

2.000 c + 500 v + 500 p = 3.000
(artículos de consumo).


En su forma natural, la producción de la sección I se adquiere para reponer (restituir) las instalaciones desgastadas de las empresas y la materia prima consumida. La producción de la sección II, en su forma natural únicamente puede destinarse al consumo personal de los obreros y de los capitalistas. Así, pues, el producto de la sección I sirve pan reponer el capital constante tanto de la sección I como de la sección II, y el producto de la sección II es adquirido por los obreros y por los capitalistas de ambas secciones en un total de v + p.
Por lo tanto, entre las secciones tiene lugar un intercambio: los medios de producción de la sección ingresan en la II a cambio de artículos de consumo adquiridos en la sección II por los obreros y capitalistas de la sección I.
Además, el valor de los medios de producción que entran en la sección II (2.000 c) ha de ser igual al valor de los artículos de consumo que adquieren los obreros y capitalistas de la sección I (1.000 v + 1.000 p).
De esta suerte, la condición para que se realice el producto social en la reproducción simple es:

I (v + p) = II c.

Se tienen que producir tantos medios de producción cuantos hagan falta en ambas secciones:

I (c + v + p) = I c + II c,

y tantos artículos de consumo cuantos puedan adquirir los obreros y capitalistas de las dos secciones de la producción social:

II (c + v + p) = I (v + p) + II (v + p).
Si se observan estas condiciones, se asegura el desarrollo proporcional de la producción social y la realización de todo el producto.

Prácticamente, sin embargo, en la producción capitalista estas proporciones se alteran sin cesar, debido a que, bajo el capitalismo, imperan leyes económicas espontáneas, contradicciones antagónicas, la competencia y la anarquía de la producción. El análisis de la reproducción capitalista simple pone de manifiesto el mecanismo de la explotación a que la burguesía somete el trabajo asalariado de los obreros. Si el capitalista no recibiera anualmente plusvalía que utiliza para satisfacer sus necesidades personales, se vería obligado a "comerse" el capital y se quedaría sin él transcurridos unos años. En realidad, los obreros reponen lo que el capitalista gasta anualmente para su consumo personal, lo reponen creando con su trabajo capital, es decir, medios de explotación de que dispone el capitalista. De este modo, todo capital, independientemente de su origen y del volumen de la reproducción, es capital acumulado, trabajo no remunerado de los obreros, del que el capitalista se apropia sin retribuirlo. En el proceso de la reproducción, el obrero, después de gastar su salario en medios de subsistencia, se encuentra en el mismo estado en que se hallaba antes de iniciarse el proceso, y, como antes, se ve obligada a presentarse en el mercado en calidad de vendedor de su fuerza de trabajo. Así se reproduce constantemente la dependencia económica de los obreros respecto al capital. Al mismo tiempo, mediante el trabajo de los obreros, se reproducen constantemente los medios de producción en manos del capitalista. De esta suerte, "el proceso capitalista de reproducción no sólo produce mercancías y plusvalía; produce y reproduce también la propia relación capitalista al capitalista por una parte y al obrero asalariado por otra" (C. Marx).
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martes, abril 27, 2010

Abenjaldún, nota biográfica


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Las negrillas, sangrías, supresión y separación de algunos párrafos son nuestros para efectos de estudio.

Tomado de:

Wikipedia, la enciclopedia libre

Ibn Jaldún (...)

Ibn Jaldún o Ibn Khaldoun (...). Conocido habitualmente como Abenjaldún (...) (nacido el 27 de mayo de 1332 y fallecido el 19 de marzo de 1406), fue un famoso historiador, sociólogo, filósofo, economista, demógrafo y estadista árabe. Nació en lo que actualmente es Túnez, aunque era de origen andalusí. Su familia fue dueña de la Hacienda Torre de Doña María en la actual Dos Hermanas (Sevilla).

Es considerado como uno de los fundadores de la moderna historiografía, sociología , filosofía de la historia, economía, demografía y las ciencias sociales en general.

Es fundamentalmente conocido por su obra Muqaddima o Prolegómenos a su vasta Historia de los árabes, que constituye un temprano ensayo de filosofía de la historia y de sociología, disciplina esta última de la que a menudo es considerado antecesor.

El gran historiador inglés Arnold J. Toynbee ha dicho que "Ibn Jaldún concibió y formuló una filosofía de la historia que es sin duda el trabajo más grande que jamás haya sido creado por una persona en ningún tiempo y en ningún país".[1]

Biografía

Ibn Jaldún, cuya familia tuvo que abandonar Sevilla cuando fue tomada por los castellanos en 1248, vivió en el momento histórico cuando el Islam comenzaba su decadencia.

Luego de haber fracasado en sus ambiciones políticas y de haber sido perseguido y encarcelado, Ibn Jaldún dedica el resto de su vida a estudiar y reflexionar sobre los hechos sociales, económicos e históricos.

Este conocimiento será el que volcará en su obra. Para ello, desde 1388 se instala en El Cairo (Egipto) donde se dedica a la enseñanza y a la investigación en varias universidades (madrasas), especialmente en la prestigiosa Al-Azhar. No obstante, tiene que volver a la arena política cuando Tamerlán asedia Damasco y recurre al prestigioso Ibn Jaldún para entrevistarse con él, aunque no tuvo éxito (1401).

Muchos años antes, en 1363, gracias a su amistad con Ibn al-Jatib quien lo llamó cuando se encontraba en Fez, Ibn Jaldún desempeñó una misión diplomática en favor del reino de Granada, en el otro extremo del Mediterráneo, más específicamente, en Sevilla ante Pedro I de Castilla, el Cruel.[2]

Su obra

La obra principal de Ibn Jaldún es el Libro de la evidencia, registro de los inicios y eventos de los días de los árabes, persas y bereberes y sus poderosos contemporáneos (...) que está dividido en siete libros.

El primero de ellos es la Muqaddima o Prolegómenos, que prologa al resto de la obra, aunque posteriormente ha sido tratado como una obra independiente.

Los libros del dos al cinco cubren la historia de la Humanidad hasta los tiempos de Ibn Jaldún. Los libros seis y siete cubren la historia de los pueblos bereberes y del Magreb. Su historia es, como el mismo lo afirma, una Historia Universal y abarca el análisis de historias de otros pueblos como los asirios, hebreos, griegos y romanos.

Entre los aportes a la economía de Ibn Jaldún, se incluye el descubrimiento de la dinámica de los mercados. Analiza también conceptos económicos fundamentales como población, precio, beneficio, lujo, y formación de capital. Todos estos conceptos son analizados en sus obras, donde también traza las interrelaciones entre ellos.

Para Ibn Jaldun, la historia es el análisis de las civilizaciones tanto en el aspecto externo como interno: externamente, a través del relato cronológico de los hechos; internamente, mediante un análisis lógico e interrelacionado de los acontecimientos históricos para ubicar sus consecuencias en el presente y las tendencias de futuro.

En lo relativo a la sociología, es particularmente interesante su concepción sobre la existencia de un conflicto central (ciudad versus desierto). Debido a su análisis de los conflictos sociales, sociólogos modernos de la teoría del conflicto como Ludwig Gumplowicz, Gustav Ratzenhofer y Franz Oppenheimer han demostrado un creciente interés en Ibn Jaldún.

La importancia del método de conocimiento racionalista empleado por Abenjaldún del todo acorde con su condición de creyente, pero sin subordinar el conocimiento y la interpretación de la realidad a las descripciones contenidas en el Corán o en los hadices. "Abenjaldún pone entre paréntesis a Dios", resume Charfi. En el libro sexto del Muqaddima o los Prolegómenos, queda claro que es la reflexión fundada sobre la experiencia lo que permite literalmente al hombre hacerse tal por encima de un mundo animal sujeto a los sentidos.

Cabe admitir por cuestión de fe una forma de conocimiento superior, estrictamente espiritual, propio de los ángeles, pero sin incidencia alguna sobre el conocimiento humano.

Es sobradamente conocida la utilización de este criterio para explicar el carácter cíclico de las civilizaciones, y a su núcleo, la interacción conflictiva entre el modo de vida nómada y el urbano o civilizado. Lo es menos la profundización que lleva a cabo Abenjaldún en el análisis de una vida nómada, adscrita al mundo árabe, sin concesión alguna y en la cual va incluida una interpretación de la génesis del Islam de cuya vigencia dan cuenta especialistas como Patricia Crone.

Dotado de una fuerza propia, derivada de la cohesión grupal o asabiyya, el mundo árabe nómada es violento, depredador y en principio incapaz de formar un imperio. Todo cambia, sin embargo, cuando sobre esa rudeza de costumbres incide la religión llevada por un Profeta a sus corazones: "Entonces la unificación más cabal se lleva a efecto entre ellos poniéndolos en condiciones de efectuar las conquistas y de fundar un imperio."[3]

Unos de los principales aportes de Ibn Jaldún a la historiografía es su ruptura con el concepto anterior. Ni en el mundo antiguo, ni en la Edad Media, tanto en Occidente como en el mundo musulmán, existe un antecedente en relación al concepto de historia de Ibn Jaldún. Su manera de enfocar el devenir histórico así como todos los elementos que influyen en el mismo es muy similar al que siglos después establecerían los Annales dirigidos por Marc Bloch, Lucien Febvre o Fernand Braudel. En ambos casos, se puede decir que realizan una historia social, en la cual el ser humano es el protagonista, no un individuo sino toda la colectividad. Se puede decir sin ningún temor que Ibn Jaldún es el "padre" de la historia en el concepto contemporáneo de esta disciplina.

Referencias

1.↑ Arnold Toynbee, Estudio de la Historia
2.↑ Ibn Jaldun. Auge y caída de los imperios
3.↑ Elorza, Antonio. Los errores de Dios, El País, 21 de octubre de 2006

(...)

Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Ibn_Jald%C3%BAn"
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lunes, abril 26, 2010

Teoría de Lenin sobre la Economía de Mercado

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TEORIA LENINISTA DEL MERCADO
Evaristo Hernández
Diciembre 2001

Existe un cuerpo teórico de Marx y de Lenin, constituido por conceptos, categorías y leyes. De tal cuerpo teórico y práctico, del marxismo-leninismo, se desprende ideología, política y ciencia.

El marxismo-leninismo es también una ciencia, especialmente aplicada en la economía, la política, la sociología y la filosofía y partiendo de ésta última, al campo de las ciencias naturales (recuérdese la Dialéctica de la Naturaleza de Engels).

En el campo de la Economía como ciencia Marx investigó el funcionamiento y desarrollo de la economía capitalista, a través de una categoría: el capital; y tomó como modelo a Inglaterra de su época.

Lenin estudió el capitalismo de Rusia a finales del siglo XIX utilizando una categoría: el mercado.

La decisión de Lenin de estudiar el mercado interno de Rusia, no fue arbitraria. Existía una discusión entre los revolucionarios sobre las causas económicas que posibilitaban el socialismo. Los populistas, teóricos revolucionarios de alto nivel agrupados en esta corriente de la época de Lenin, sostenían que el socialismo era posibilitado porque el mercado capitalista interno era estrecho y falto de desarrollo. Lenin sostuvo que el socialismo era posible, contrariando las tesis populistas, porque el mercado se estaba desarrollando y no estrechando como sostenían los populistas.

De la discusión sobre si el mercado se estrechaba o se ensanchaba se sacaban conclusiones para el trabajo político: los populistas sostuvieron que el trabajo político principal, conforme al análisis económico era el de organizar a los campesinos y Lenin que el trabajo político principal era el de organizar a los obreros. El campesino es producto de la falta de desarrollo del mercado y el obrero es producto de la presencia desarrollada del mercado.

Lenin demostró técnica y científicamente que existía desarrollo del mercado interno en la Rusia de su época, y que la cantidad de obreros era creciente, siendo por lo tanto la misión de los revolucionarios la organización de la clase obrera principalmente. Y proyectó que la revolución tendría dos fases: la revolución democrática en proceso hacia la revolución socialista, hacia la plena o total democracia.

Probablemente el más exhaustivo análisis económico en toda su generosa producción teórica, lo realizó Lenin en El Desarrollo del Capitalismo en Rusia, subtitulado Proceso de Formación del Mercado Interior para la Gran Industria.

Lenin fue ante todo, un político revolucionario, pero también un científico del marxismo, y le quedó tiempo para investigar exhaustivamente y escribir una obra técnico-científica, insistimos, probablemente la más completa de sus creaciones en el campo de la economía, cuando estuvo preso por un largo período, a finales del siglo XIX, siendo todavía un joven de unos 30 años.

Manejó teoría, metodología, análisis estadístico-económico detallado y exhaustivo, con gráficos. Realizó un gran aporte a la ciencia económica pura y aplicada.

Expuso sus planteamientos en un voluminoso estudio de más de mil páginas, con un instrumental analítico estadístico y sociológico que todavía impresiona por el dominio teórico y técnico. Profundidad en el conocimiento de la teoría económica y sociológica y manejo técnico de la estadística, con estratificaciones y cálculos que aún hoy, serían difíciles contando con el auxilio de computadoras.

La vigencia de sus planteamientos puede enumerarse como sigue:

a) Metodológicamente es una obra maestra que presenta las relaciones entre niveles sumamente abstractos de la ciencia económica y sociológica y de la ciencia política.

De una discusión y análisis serio sobre la clase social a organizar para la toma del poder, si los campesinos o los obreros, en la discusión política surge la necesidad de investigar una categoría de la economía: el mercado.

A partir del análisis económico denso se encuentran planteamientos que enriquecen y esclarecen posiciones políticas. Una vinculación de ciencia aplicada a la política y economía en la formulación de planteamientos estratégicos.

b) Teóricamente es una obra que deslinda campos explícitamente con la teoría económica burguesa y pequeño burguesa. Lenin criticó la teoría pequeño burguesa de los populistas y de Sismonde de Sismondi. Rastreó en la historia de la teoría económica los orígenes de la concepción del mercado de los populistas y la encontró en Sismondi a quien estudió y criticó en otro trabajo.

De la teoría del mercado de Lenin se desprende que la teoría económica burguesa trabaja con la apariencia y no con la esencia del fenómeno: las leyes de la oferta y la demanda y de la satisfacción del consumidor, no pueden presentarse si no hay mercancías. Sin mercancías no hay mercado, decía Lenin.

c) Generó un cuerpo coherente de teoría del mercado desde el punto de vista marxista.

Explicó cuando el mercado se convierte en mercado capitalista.

Explicó metodológicamente, porqué no se puede hablar de realización de la plusvalía en el mercado externo ya que lo se realiza es la mercancía y no solamente la plusvalía y porque en el análisis no se pueden separar el sector I del sector II en los esquemas de reproducción ampliada en el sentido de que solamente se producen bienes de consumo en los países periféricos.

Estableció relaciones de causalidad entre la producción de mercancías, la división del trabajo, la diferenciación en el campo y la ciudad; creó métodos y técnicas de análisis de dinámica de estratificación campesina e industrial; diferenció aplicadamente la fábrica de la industria manufacturera; examinó el crecimiento de la población industrial a expensas de la agrícola (la reducción de la población rural y el crecimiento de la población en industria y servicios).

En este estudio finalizado en 1899, Lenin relevó la importancia de la composición orgánica del capital en el desarrollo del mercado, es decir, que el desarrollo capitalista tiene su crecimiento debido a la relación entre el capital constante y el variable, c/v, o sea la relación técnica o tecnológica entre medios de producción y fuerza de trabajo (en la segunda mitad del siglo XX le dieron a Solow el Premio Nóbel de Economía por descubrir el determinante impacto de la tecnología en la productividad), y determinó estadística y geográficamente los elementos cruciales del proceso de proletarización o de ampliación y profundización de relaciones sociales de producción basadas en el salario en Rusia.

Pero una cuestión importante es que todo esto, concatenado dio a luz a un todo coherente, a una teoría marxista de la dinámica del mercado. Debido a esta contribución teórica podemos decir con propiedad que existe una teoría marxista de la economía de mercado.

Naturalmente que no es lo mismo analizar el desarrollo capitalista desde la dimensión de la categoría mercado, como lo hizo Lenin, que desde la dimensión de el capital, como lo hizo Marx así como también no es lo mismo analizar Inglaterra que Rusia aunque sean estudiadas ambas en el siglo XIX.

d) Todas estas aportaciones constituyen una guía, vigente para el análisis económico.

Son categorías y leyes presentes en la actualidad, en sus aspectos esenciales.

Incluso cuando en procesos económicos y sociales contemporáneos se presentan hechos y datos que pueden conducir a negar o cuestionar las leyes y categorías propuestas por Lenin, se encuentran explicaciones comprensivas al observar en su conjunto la teoría marxista y leninista del mercado.

Por ejemplo: en la década del 80 se redujo la población urbana de Nueva York, para irse a una zona rural hasta entonces, al Silicon Valley. Pero esta migración al reves, de la ciudad al campo, se produjo porque, precisamente el Valle Silicon se estaba industrializando con las compañías de alta tecnología en computación.

La ley de la migración de lo rural a lo urbano, se cumple incluso cuando pueblos como Intipucá, en El Salvador del siglo XX, por ejemplo, puedan tener más migrantes hacia Estados Unidos que hacia San Salvador, la capital del país.

Naturalmente que la teoría es un punto de referencia, pero su esencia, sus categorías y leyes orientan válidamente el análisis hasta hoy y su consistencia se puede demostrar y aplicar.

e) Es relativamente fácil imaginar lo que este estudio le sirvió a Lenin en su actividad política. Tenía un panorama muy preciso, estadística, geográfica, sociológica, política y económicamente del proceso de proletarización y sus expresiones prácticamente de todos los centros urbanos y en proceso de urbanización importantes de la Rusia de su época. Un conocimiento de las reivindicaciones que emanaban de los procesos de diferenciación agrícola, industrial y de los servicios. Una estratificación social, geográfica y económica del poder. Tendencias y necesidades de las personas que emigraban del campo a la ciudad. Este bagaje de conocimientos, en su visión dinámica y de conjunto, le permitió fijar con precisión y coherencia los planteamientos democrático burgueses de la primera fase de la revolución en que se asentó la revolución socialista que el mismo dirigió.
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Economía Matemática

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Las negrillas, sangrías y separación de algunos párrafos son nuestros para efectos de estudio.

Tomado de:

http://mzuluaga.wordpress.com/2006/12/24/economia-matematica/

ECONOMIA MATEMATICA

Por Mario Zuluaga

El uso de la matemática en los análisis económicos data del siglo XIX, Leon Walras (1834-1910), Agustin Cournot, (1801-1877) y William Jevons (1835-1882) fueron de los primeros economistas que hicieron uso sistemático de aquéllas en el estudio de fenómenos económicos.

Ya en ese entonces, aquellos economistas encontraban el uso de la matemática en su novel ciencia como una osadía que daría a su disciplina tintes de rigor científico y respetabilidad.

Veamos lo que decía W.S. Jevons en su obra Teoría de la Economía Política, [1]:

"Muchos objetarán, sin duda, que las nociones de que tratamos en esta ciencia no son susceptibles de medición alguna.

No podemos pesar, ni aforar, ni poner en tubo de ensayo los sentimientos; no existe una unidad de trabajo, sufrimiento o placer.

De esta manera, podría parecer como si una teoría matemática de la economía tuviera que estar necesariamente privada para siempre de datos numéricos.

A esto respondo, en primer lugar, que no hay nada menos indigno de confianza en la ciencia que un espíritu sin curiosidad ni esperanza. En materias de esta índole, aquellos que desesperan son, casi invariablemente, quienes nunca han intentado tener éxito. Podría mostrarse abatido quien hubiera pasado su vida en una tarea difícil, y sin un destello de esperanza; pero la opinión popular contraria a la extensión de la teoría matemática tiende a desalentar de hecho cualquier intento de emprender tareas que, aunque difíciles, un día u otro deben ser realizadas."

Hoy en día casi todos los economistas, en casi todas las universidades del mundo, se sienten muy cómodos y seguros de las conclusiones que sacan de un análisis matemático aplicado a su disciplina. No obstante, existen corrientes importantes de pensamiento económico que consideran la inutilidad de la matemática en la economía, yendo aún más lejos, cuando afirman que la matemática en los análisis económicos conduce a errores insalvables.

Quizás, es la escuela austríaca de economía, los seguidores de Ludwig Von Mises y Friedrich A Von Hayek, los más contundentes contradictores de la economía matemática.

Lawrence Klein, Premio Nobel de Economía de 1980, afirmaba que las contribuciones no matemáticas a la economía son vagas, burdas y torpes.

Esta desproporcionada afirmación nos muestra la animosidad de la discusión entorno al uso de la matemática en la economía.

También, Gérard Debreu, (1921-2004), premio Nobel de Economía de 1983, uno de los más importantes representantes de la economía matemática moderna, afirmaba que el carácter inflexible de la matemática lo llevaba a encontrar supuestos cada vez más débiles y conclusiones cada vez más fuertes que lo condujeran a explicaciones económicas sencillas.

Sin duda alguna los análisis estadísticos de datos son de gran utilidad para los economistas. Conocer el comportamiento de los precios del petróleo, o el café, o cualquier otro bien, en los últimos 50 años ha de ser de una importancia inmensa para sugerir tendencias y variaciones.

Pero una cosa es la estadística y otra muy distinta el análisis matemático.

Con estadísticas podemos descifrar lo que ha acontecido, no lo que acontecerá. Con el análisis matemático pretendemos entender lo que vendrá.

Los economistas quisieran que su ciencia tuviese los rasgos característicos de la física, es decir, desean disponer de teorías que les permitan predecir futuros acontecimientos económicos. Y para ello optan por el uso intensivo de la matemática.

La matemática es quizás la herramienta más rigurosa, seria y difícil de las que dispone la razón humana.

No existe en la historia del pensamiento humano un relato de interacción de conceptos y procedimientos coherentemente articulados, línea a línea, que iguale a una composición matemática.

Un teorema de la matemática no admite fisuras lógicas ni interpretaciones contradictorias.

Sin embargo no sobra advertir que su uso descuidado, o su incomprensión, es fuente inagotable de disparates bellamente presentados.

La enorme mayoría de los pensadores sociales olvidan que la matemática no afirma nada ni se refiere a cosa alguna. Bertrand Russell decía que las Matemáticas pueden ser definidas como aquel tema en el cual ni sabemos nunca lo que decimos ni si lo que decimos es verdadero. Esta frase, que parece peyorativa, encierra un conocimiento profundo de la actividad matemática. La matemática establece relaciones entre objetos y conceptos abstractos sin preguntarse por su valor de verdad absoluto. Cuando en matemáticas decimos que si es verdadera la proposición P entonces también lo es la proposición Q, no estamos diciendo que las proposiciones P y Q son siempre verdaderas, simplemente estamos estableciendo una relación de causalidad entre ellas. Es por ello que todos los teoremas de la matemática empiezan con la partícula condicional si.

En otras palabras, la matemática no va más allá de los principios elementales de la lógica formal (el sentido común, tan escaso entre los ingenieros sociales) Pero lo más peligroso del pensamiento de las ciencias sociales lo advertimos cuando la simbología de la matemática es trasplantada a aquéllas.

Por ejemplo: cuando en el lenguaje coloquial decimos que la dicha (d), concepto benthamiano harto vago, depende o está en función, de la confianza (c), algunos economistas no dudan en escribir que d = F(c), poniendo su concepto en términos de una ecuación matemática. De allí en adelante todo es confusión y disparates. Van más lejos: como la dicha y la desdicha son emociones humanas que se intercalan, no dudan en afirmar que la función F, que no sabemos cómo opera, habrá de ser una aplicación periódica. Algunos, más osados y sin ningún empacho, dirán que su período debe ser 2π, o algo por el estilo. Otros, aún más animados con la matemática, dirán que la desconocida función F ha de ser sen(x) o cos(x), por ejemplo. Una vez construído el monstruo y puesto a circular en el mundo del análisis matemático debemos estar dispuestos a escuchar cualquier cantidad de conclusiones delirantes, mismas que se traducen en recomendaciones, las más de las veces acatadas por gobernantes despistados.

Otro ejemplo importante lo encontramos en las funciones de utilidad.

La utilidad es otro concepto de vaga definición pues aquello que es útil para una persona no lo es para otra; no existe una definición universal de lo que debemos entender por utilidad.

No obstante los economistas escriben u = F(x), en donde x determina la cantidad del bien que causa la utilidad. La función F es desconocida y tampoco tenemos una idea coherente de lo que significa una unidad de utilidad o satisfacción.

Pero ello no es lo más grave, lo más perturbador lo encontramos cuando las parejas (u,F(x)) son representadas en un gráfico continuo en un plano cartesiano, sabiendo que la variable x fluctúa en el conjunto de los números naturales {1,2,3,…} y no en el conjunto de los números reales.

Y van más allá: afirman que la desconocida función F es derivable y que su derivada F´(x), la utilidad marginal, es decreciente. O aún más estruendosamente, que su segunda derivada F´´(x) es negativa.

Tratar de hacer cálculo diferencial e integral en un universo de aplicaciones definidas sobre el conjunto de los números naturales {1,2,3…} es un dislate de mayúsculas proporciones.

Desde el punto de vista de la teoría de la medida, dichas funciones son todas equivalentes a la aplicación nula.

También, creer que conocemos los valores o las “utilidades” de las aplicaciones en los intervalos abiertos (1,2), (2,3),…ctc es auto engañarse, y suponer, además, que dichas aplicaciones son derivables o continuas en aquellos intervalos es pecar contra el sentido común y la economía.

Por ejemplo: supongamos que podemos asignarle unidades de utilidad al bien automóvil, digamos. Sé entonces – lo estoy suponiendo – que conozco la utilidad de 1 automóvil, dos automóviles, tres…ctc. ¿Es razonable pensar que conozco la utilidad de 21/18 de automóvil, o peor aún de π automóviles? (π =3.1416….)

Otro abuso de la simbología matemática en los análisis microeconómicos lo vemos en las curvas de oferta y demanda. Con datos estadísticos se puede establecer cómo se comportó la demanda y la oferta de un determinado bien, más no es posible decidir cómo lo será en el futuro pues el comportamiento humano en materia de elección de preferencias es impredecible. Además de lo anterior, asignarle a las funciones de oferta y demanda propiedades de continuidad y derivabilidad no deja de ser un error intelectual. Una de las grandes preocupaciones de la teoría macroeconómica son los estados de equilibrio; muchos de ellos vienen representados como los puntos estacionarios de sistemas dinámicos; estos puntos representan estados “muertos” en el plano de fases y muy pocas veces representan estados de equilibrio. Es frecuente que dichos puntos sean puntos de ensilladura o repulsores que, más bien, representan puntos de desequilibrio incapaces de describir un escenario económico real.

Son muchos más los ejemplos que podemos poner en los cuales el uso de la simbología matemática se presta para análisis equivocados. Finalmente, pongamos el caso de las funciones de preferencias. La idea es asignarle a cada bien un número real que indique el grado de preferencia del consumidor. Lo esencial aquí es ordenar las preferencias en términos del orden que conocemos para el conjunto de los números reales. La característica de esta relación de orden estriba en la ley de tricotomía y su transitividad. Me explico: dados dos números x e y, uno, y sólo uno, de los tres casos siguientes habrá de cumplirse, x = y, x > y, x <> w y w > z entonces x > z. Pretender que las preferencias del consumidor se comportan con estas reglas es creer que la raza humana se compone de autómatas. Entre dos bienes, un consumidor puede no preferir ninguno, por ejemplo. Entre una galleta y un helado un consumidor puede preferir la galleta, entre el helado y una fruta puede preferir el helado, pero entre la fruta y la galleta puede preferir la fruta. No hay tal transitividad.

Como decía Ludwig Von Mises: La acción humana no es matematizable. Representar las relaciones de la economía a punta de símbolos matemáticos equivale a interpretar la novena sinfonía de Beethoven con el sólo uso de un tambor.

Las tonterías a las que se puede llegar con la aplicación de la matemática en la economía no tienen límites y linda con lo cómico.

El Doctor Antonio Pulido San Román, econometrista de la Universidad Autónoma de Madrid, nos relata en [2] que John Eatwell, economista de la Universidad de Cambridge, afirmaba que si el mundo no es como el modelo, pues peor para el mundo.

Y a fe que ha sido peor para el mundo. También nos relata don Antonio que en una ocasión en la que le reclamó a un economista, recién doctorado de una prestigiosa universidad norteamericana, que el modelo econométrico que proponía era incongruente con la realidad económica española, esto fue lo que recibió por respuesta: …que el problema no estaba en el modelo, que era correcto, sino en que la economía española no funcionaba como debía. ¿Desde cuando viene todo este tumulto de disparates? Pues desde Jevons, quien reclamaba la presencia de los matemáticos en su disciplina.

Los matemáticos, que no les importa la economía pues es una ciencia social alejada de sus preocupaciones profesionales, se han tomado las aulas de las academias de economía, no para aclarar sino para influir.

Los economistas le han abierto sus puertas pues han encontrado en las matemáticas fetiches incuestionables. La bondad de la matemática la encontramos, con derroche de abundancia, en otras disciplinas como la física y las ingenierías, no en las ciencias sociales.

Referencias

[1] William Stanley Jevons Teoría de la Economía Política, SIGMA, El mundo de las Matemáticas, Antología de James R. Newman, vol 3, Grijalbo, 1968.

[2] Antonio Pulido San Román. Posibilidades y limitaciones de la Matemática en la Economía, Cuadernos del fondo de investigación Richard Stone, No 1, Junio de 2002.

[3] Gene Callahan, Logical Economics vs. Mathematical Economics, http://www.mises.org/story/616[4] Gary Galles, The Uses and Abuses of Math, http://blog.mises.org/archives/004665.asp

[5] Robert Wutscher, Foundations in economic methodologies: The use of mathematics by mainstream economics and its methodology by Austrian economics, http://www.mises.org/journals/scholar/Wutscher.pdf
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