Usualmente las negrillas y subrayados son nuestros.

miércoles, marzo 04, 2009

Para un contexto del pensamiento económico aristotélico

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Dimensiones de la vida de Aristóteles, como filósofo, que son necesarias para contextualizar su pensamiento económico. Destaca el hecho de que se dan referencias de Aristóteles como precursor del método inductivo, basado en la experimentación y no en la especulación como el método deductivo.

Las negrillas y separación de algunos párrafos son nuestros para efectos de estudio.

Tomado de:


Aristóteles

Aristóteles, nació en Estagira, Macedonia, el año 384 a. de J.C. y murió en 322 a. de J.C.

Fue discípulo de Platón y maestro de Alejandro Magno.

Creó su "Liceo" que fue tan prestigioso como la "Academia".

Su filosofía se caracteriza por ser un movimiento filosófico y científico basado en la experimentación.

Concepción revolucionaria. En un panorama filosófico denominado por la ciencia del mundo exterior y la cosmología, creó un concepto de la sociedad, de la realidad y del hombre totalmente diferente. Enfatizó la transformación de su sociedad política porque afianzó la libertad democrática en su obra "Las Constituciones de Atenas", contra Filipo de Macedonia, quien reaccionó ordenando su muerte, ya que vislumbró que la democracia terminaría por derrotar al totalitarismo.

En el campo de la metafísica - hasta entonces denominado por Platón - en el que tenía predominio las ideas y por lo tanto el mundo ideal y dialéctico de la lógica y el pensamiento sobre la realidad y la experiencia, él decidió crear bases totalmente diferentes para constituir en ellas la filosofía y la ciencia.

Su gran revolución ideológica la hace precisamente en el campo de la teoría del conocimiento. Contra todos los filósofos que presumían la validez del conocimiento, él dice que sin experimentación no hay verdad.

Aristóteles da realidad a las ideas entendiéndolas como la esencia de las cosas reales - "Nada hay en la mente que no haya estado antes en los sentidos".

Frente a toda metafísica, a la filosofía cosmológica y frente al idealismo metafísico e intelectualista de Platón, la posición de Aristóteles no puede ser más radicalmente distinta.

Por la fuerza de su ingenio trascendió su época y se proyecto en el siglo XVII y XVIII, época en que su tesis es sostenida por los empiristas británicos John Locke, George Berkeley y Davis Hume, y en cierto modo también Emmanuel Kant, filósofo alemán creador de la filosofía crítica.

Aristóteles inventa el empirismo, pues considera que todas las filosofías y las ciencias tienen que partir de las experiencias, es decir, de todas las sensaciones que nos ofrece el mundo de la percepción y del conocimiento sensible.

Redescubre la experiencia y la erige en base del conocimiento verdadero.

La percepción que había sido desechada como conocimiento impreciso y engañoso es decir, el DOXA, para él es el punto de partida necesario y obligatorio, no sólo de toda la filosofía, sino de todas las ciencias.

El mismo inventó y construyó por primera vez en Occidente casi todas las ciencias naturales más importantes, tales como la física, la química, la geografía y también las ciencias sociales más significativas como la ética, la política y el estudio de la sociedad.

En su obra "Organon", desarrolla una lógica y una epistemología que le permiten perfeccionar y alcanzar el conocimiento científico a la vez demostrativo y convalidadamente verdadero.

Creó su lógica para garantizarse un acceso sólido del conocimiento a la realidad.

Cambió el curso de la filosofía al pensar que las ideas y los pensamientos no eran como lo creyó Platón. Insertó las ideas en el mundo real, tanto las cosas materiales que se ofrecen al conocimiento sensible, como las ideas y conceptos.

Desde entonces las ideas no flotan en vacío ideal sino que existen en las cosas mismas de la realidad.

Al mismo tiempo que fue el creador del "empirismo epistemológico", fue también gestor del "realismo metafísico". Hay una realidad exterior que puede ser accesible al conocimiento empírico.

Aristóteles deja de depender de las ideas y desarrolla su concepción hilemorfista, que consiste en que las esencias o sustancias de las cosas reales tienen una realidad DUAL; ellas son : Materia y Forma y en sus relaciones de unas cosas, causa y/o efecto.

Sobre este concepto de casualidad de : "No hay efecto sin causa" y "todo efecto debe ser proporcionado a su causa", se construirá toda la ciencia antigua, moderna y contemporánea.

Sobre el principio de la relación entre materia y forma, se elaboraron la psicología, la sociología y la política, así como, por supuesto, una nueva antropología filosófica. Para la esencia del hombre, el cuerpo es la materia y la forma es el alma.

Aristóteles es el inventor, en Occidente, del concepto del alma como primer principio, primera fuerza o energía, que da origen a la vida, a la sensación y a la intelección.

La estructura integrada del plano biológico y reflexivo intelectual del hombre de una manera unitaria y teleológica. En virtud de lo cual, todas las partes que constituyen el organismo humano están al servicio supremo, del que éste emplee su finalidad de supervivencia, integridad, perfeccionamiento y desarrollo individual.

En lo primero que define a Dios como la "suprema causa" y el "motor fundamental del Universo".

Entre sus obras principales, además de la metafísica, como teoría de las causas primeras, está su : "De Anima" o "Del Alma", que es el primer tratado científico de la filosofía y de la psicología.

También inventó la lógica o arte y ciencia del pensamiento correcto que distingue los falsos modos de razonar como los Sofismas y los Paralogismos y la falacia comprendida en sus libros.

Fue Aristóteles quien introdujo la denominación de Etica para designar lo concerniente a los principios del bien y del mal; y, de "Filosofía Práctica", para la disciplina que dicta las reglas a que debe someterse la conducta humana.

Según Aristóteles, la virtud es el objeto de la Etica, mientras que la moralidad lo es de la Filosofía Práctica. Hay, no obstante, confusiones posteriores debidas a las traducción; así por ejemplo, CICERON tradujo la palabra griega "ético" a la latina "moralis", y SENECA llamó a la ética "Philisophia Moralis". Desde entonces aparecen con más frecuencia estos tres nombres : Etica, Filosofía Moral y Filosofía Práctica, designando, con leves matices de diferencia, la misma disciplina filosófica. Sin embargo, desde la Antigüedad hasta el presente, la expresión Filosofía Práctica no se refiere exclusivamente a lo ético, sino que abarca también la Política, la Economía y el Derecho.

Aristóteles en su obra "Etica de Nicomaco" hizo la primera exposición sistemática de esta disciplina. Considera como cuestión fundamental la del "supremo bien, o sea un bien que se desea por sí mismo y por el cual, a la vez, se desea todos los demás bienes; todos coinciden en que este supremo bien es la felicidad". Pero ¿en que consiste? . Según Aristóteles, la virtud es un modo de pensar y de sentir que se mantiene en el justo medio entre el exceso y el defecto; este justo medio puede ser conocido por la razón, y quien lo conoce, como el sabio, obra en consecuencia y es feliz; pues, la felicidad no es sino la actividad de la vida conforme a la razón.

Después de Aristóteles, los Estoicos y los Epicúreos siguen la misma ideas con muy leves innovaciones.

Así, los ESTOICOS consideran que la felicidad consiste en la "apatía", o sea el estado de una vida serena, libre de las pasiones que subyugan a los insensatos, y que realizan la acción virtuosa conforme al deber, que es lo mismo que conforme a la razón.

Por su parte los EPICUREOS (Seguidores de Epicuro) sostienen que el supremo bien es la felicidad, pero entendida como placer, es decir como diversión, entretenimiento y satisfacción sin impedimentos. Para lograr la felicidad se necesita mantener la buena salud del cuerpo y una "inquebrantable tranquilidad del alma no estorbada por pasiones ni apetitos"; a esto le llamaron "ataraxia", estado parecido al de la apatía, de los estoicos. También reconocen a la razón como el medio de conseguir la felicidad, y por eso, también el sabio representa el ideal de la conducción moral de la vida.

El CRISTIANISMO introdujo una nueva concepción ética basada en los siguientes principios:

1º.- El hombre tiene la culpa de sus desgracias y sufrimientos;

2.- Todos los hombres son iguales por ser hijos de Dios, quien los creó en un acto de puro amor y, por eso, "amar a Dios y al prójimo como así mismo" es el sentimiento y el deber fundamental;

3º.- La salvación, o dicha eterna, y la perdición, dependen de la libre voluntad del hombre, pues él puede elegir el difícil y angosto sendero de la virtud, la misericordia, la beatitud y la purificación; o el amplio camino del vicio, el placer, el egoísmo, etc. etc., que finalmente conduce a la perdición; y

4º.- Existe un especie de casualidad ética, pues "quien siembre vientos cosecha tempestades".

La novedad de la concepción cristiana consiste principalmente en la importancia básica del sentimiento del amor, del que carecieron la concepciones griegas de la antigüedad, que fueron eminentemente racionalistas, que lucieron el brillo de la razón, pero también su frialdad.

Trabajo realizado por:
elmago@umailme.com
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Cálculo del Costo Marginal

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Un ejemplo de cálculo específico del costo marginal y del producto marginal, puede verse en:


http://www.zonaeconomica.com/costo-marginal

miércoles, febrero 25, 2009

La Economía Política y el Cristianismo (1862)

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Las negrillas y separación de algunos párrafos son nuestros para efectos de estudio.

Importante texto para situar los debates teóricos sobre los orígenes de la Economía Política, como ciencia. La concepción del egoísmo capitalista como factor de desarrollo, es criticada desde la óptica del cristianismo de mediados del siglo XIX. Este es el extracto de la primera de ocho partes, que pueden ser consultadas en la referencia electrónica abajo mencionada.

Tomado de:

http://filosofia.org/zgo/zgecop1.htm

Son muchos los que creen que la Economía política es una ciencia absolutamente nueva, y para algunos el origen y existencia de esta ciencia no se extiende mas allá de los nombres de Quesnay, Smith y Malthus. Nosotros no podemos admitir sin restricciones este modo de apreciar el origen y existencia de la Economía política. Admitimos de buen grado que esta sólo comenzó a presentarse con las formas y condiciones de ciencia, de estudio distinto y separado de la legislación y la política, desde la publicación de las Máximas generales de Gobierno Económico de Quesnay. Admitimos [2] también que desde el último tercio del siglo pasado ha entrado en una nueva fase, adquiriendo notable desarrollo bajo la impulsión de los escritos publicados por Smith, Say, Malthus, Storch, Blanqui, Rossi, Bastiat y tantos otros, cuyos trabajos tienden a constituir la Economía política sobre bases y condiciones propiamente científicas, con sus principios, sus leyes y sus deducciones especiales.

Pero, ¿quiere decir esto que antes de esa época nada se sabia de Economía política? ¿Deberemos decir por eso que esta clase de estudios eran completamente desconocidos en los siglos anteriores?

La historia de los pueblos y su legislación nos enseñan que, antes que apareciera el sistema agrícola de Quesnay, había dominado en las naciones de Europa, y con especialidad durante los siglos XVI y el sistema de las restricciones y privilegios, conocido en Economía bajo el nombre de SISTEMA MERCANTIL, sistema basado sobre la idea de que el oro y la plata constituyen la verdadera riqueza de las naciones.

Sabido es también que durante los expresados siglos, o mejor dicho, en el último tercio del siglo y primero del siglo siguiente, aparecieron ya escritos notables, en que se trataban de una manera más ó menos completa los diferentes problemas de que se ocupa hoy la Economía política. Testigos la República de Bodin y el Discurso sobre la moneda de Scaruffi. Testigos también los escritos publicados a la sazón por [3] Davanzati, Montanari, y especialmente por el napolitano Serra.

Si quisiéramos hacer alarde de erudición, y no lo consideráramos innecesario al objeto principal que nos hemos propuesto al escribir estos artículos, no nos sería muy difícil comprobar con numerosas citas que no pocos escolásticos de los siglos XIII y XIV sabían algo de Economía política. La obra de santo Tomás De Regimine Principum, y la que con título igual escribió el agustiniano Egidio Romano, contienen pasajes notables sobre no pocos de los problemas a que se refiere la ciencia económica de los Estados.

Pero pasemos más adelante en nuestra marcha retrógrada, y llegando hasta la antigüedad pagana, veamos si las naciones cultas anteriores al cristianismo, eran completamente extrañas a las nociones de Economía política.

Cierto, que no encontraremos entre los antiguos, ni tratados especiales y exclusivos de esta ciencia, ni el examen y discusión de todas las doctrinas y problemas que abarca este estudio en nuestro siglo; pero esto no prueba de ninguna manera que sus sabios no meditaron sobre estos problemas.

Si no escribieron tratados especiales de Economía política, fue porque acostumbraban a separar la Economía de la Política. La constitución especial de la familia entre los antiguos, aun con respecto a las naciones más civilizadas, como Grecia y Roma, constitución [4] de condiciones completamente diferentes de las que recibió después bajo la influencia benéfica y regeneradora. del cristianismo hacía necesaria una ciencia especial, a la que apellidaban Económica, y que consideraban como distinta y separada de la Política. Sin embargo, en esa Económica, y sobre todo en la ciencia que apellidaban Política, hacían entrar, bajo una forma u otra, muchos de los principales problemas que hoy se consideran como propios de la Economía política. Testigos la República de Patón la Económica y la Política de Aristóteles, y los libros De officiis de Cicerón, en que se hallan tratadas muchas cuestiones económico-políticas, bien que en relación con las instituciones sociales de aquel tiempo.

Ni es de extrañar tampoco que sus escritos y discusiones sobre esta materia fuesen limitadas, sin abarcar todos los problemas de la ciencia actual. ¿No sería absurdo el pretender que los griegos con sus pequeñas repúblicas, y los romanos con su pensamiento dominante de conquistas, se hubieran ocupado de aquellos problemas económico-políticos que dependen en su mayor parte y se hallan en relación con el inmenso desarrollo del comercio y la industria en las naciones modernas? ¿Podían aquéllos ocuparse de ese crédito moderno, con sus diferentes y multiplicadas formas y aplicaciones, que tan importante papel desempeña en la sociedad de nuestros días, y que tanto influye en la producción y acumulación de las riquezas? [5]

Por otra parte, es preciso tener en cuenta que la organización social de los antiguos era esencialmente diferente de la que han llegado a alcanzar las naciones modernas, formadas sobre las doctrinas e ideas traídas al mundo por el cristianismo, y sujetas por espacio de muchos siglos a su acción lenta, pero segura y esencialmente civilizadora.

Dejando a un lado otras infinitas diferencias, basta recordar la esclavitud que entraba como un elemento constitutivo en la organización de las antiguas sociedades, para convencerse de que la Economía política de Grecia y Roma, no pedía ser la Economía política de la moderna Europa.

Uno de los mas difíciles problemas de cuya solución se ocupa la moderna Economía política, es el que se refiere al mejoramiento y bienestar de las clases obreras y a la extinción ó remedios del pauperismo.

Pero este problema, o no existía o cuando menos no podía existir con las mismas condiciones en las sociedades en que los esclavos, que constituían entonces la clase obrera, eran considerados como cosas y no eran admitidos a la participación de los derechos civiles, como lo son, si no siempre en la práctica, a lo menos en principio, los obreros de nuestra sociedad.

En conclusión: creemos poco fundada la opinión de los que miran la Economía política como una invención de los últimos siglos, y nos atrevemos a rechazar como apreciaciones superficiales las de aquellos que [6] piensan que esta ciencia nada ha significado en el mundo hasta que se ocuparon de ella los economistas de los últimos tiempos.

Prescindiendo de las ideas emitidas sobre esta materia por los buenos escritores de la edad media, y dejando también a un lado los ensayos más o menos completos, publicados a últimos del siglo XVI y principios del XVII, es incontestable que los filósofos y legisladores de la antigüedad pagana se ocuparon bastante de estas materias. Si no escribieron tratados especiales y exclusivos, fue porque esta ciencia se hallaba entonces como embebida en la Economía y la Política, y si no abordaron todos los problemas de que se ocupa hoy la ciencia, fue porque la organización social de los antiguos, diferente esencialmente de la nuestra, hacia cambiar necesariamente las condiciones de muchos de los problemas que pertenecen a la Economía política. Pero dejemos la Economía política de antiguos tiempos, y volvamos la vista hacia la de nuestra época.

El antiguo sistema mercantil había ido desapareciendo poco a poco de las naciones de la Europa, y sobre sus ruinas levantábase el sistema agrícola de Quesnay, Dupin, Turgot y demás economistas franceses, cuando en 1771, aparecieron las Meditaciones sobre la Economía política del conde Verri, el cual dio un golpe mortal al sistema agrícola de los economistas franceses.

Verri sólo había destruido; faltaba un hombre capaz [7] de edificar.

Desgraciadamente realizó esta empresa Adam Smith con sus Investigaciones sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones.

Y decimos desgraciadamente, porque Smith es como el jefe de esa escuela semi-materialista de Economía política, que sólo ve en el hombre un capital y un productor de riquezas; escuela cuyos principios desecantes, y cuyas doctrinas egoístas tienden a hacer más desgraciada la suerte de los pobres, en vez de aliviar su infortunio; escuela, en fin, para la cual casi nada significan y en la cual para nada entran la religión y la moral.

Se ha dicho y repetido a porfía que Smith es el verdadero fundador de la ciencia de la Economía política. Esta afirmación es verdadera hasta cierto punto, si se consideran los trabajos de Smith bajo un punto de vista puramente literario; porque este escritor, abarcando en su obra, bajo procedimientos metódicos, todas las cuestiones de esta ciencia, determinando sus principios y leyes generales, desenvolviendo sus conclusiones y estableciendo teorías más o menos sólidas y verdaderas sobre los diferentes problemas de que ocuparse suele la Economía política, dio a las doctrinas económicas una forma científica completa y más universal que la que hasta entonces habían alcanzado.

Empero, aparte de los defectos y errores en que abunda la doctrina de Smith, aun bajo el punto de vista literario y científico, para nosotros el error grande del sistema económico de Smith y el defecto [8] capital ante el cual desaparecen todas las bellezas y méritos que suponerse quieran en sus escritos, es ese espíritu de egoísmo práctico, y esa indiferencia moral y religiosa que domina su sistema; espíritu de egoísmo y de indiferencia que el cristianismo no puede menos de condenar como opuesto a su enseñanza, a su historia y a su misión divina sobre la tierra en favor del hombre y de la sociedad.

En medio de sus extensas teorías sobre la producción y distribución de las riquezas, sobre el consumo de las mismas y sobre las ventajas de la división del trabajo, Smith no halla ni busca nada para impedir la degradación moral del hombre, no parece preocuparle en lo más mínimo la suerte de esa clase infortunada de obreros que caminan rápidamente al embrutecimiento y la inmoralidad, sepultados en las fábricas y talleres; en una palabra, en la teoría de Smith el hombre moral y religioso no significa nada, y desaparece por completo ante el hombre material, ante el hombre máquina, ante el hombre productor de la riqueza. Por eso vemos a los partidarios de su escuela definir al hombre «un capital acumulado, que no tiene valor sino según la masa de este capital en el interés de la producción.» Por eso vemos a Say, principal representante y propagador en el continente de las teorías de Smith, afirmar osadamente que «la equidad no prescribe los socorros públicos.» Por eso vemos, en fin, a esa escuela encerrarse en el estrecho circulo de los intereses materiales, y prescindir enteramente de los intereses morales [9] y religiosos del hombre; investigar sin descanso los medios de llegar a una producción ilimitada de riquezas, sin ocuparse del bien moral de los individuos.

¿Puede avenirse el cristianismo con semejante Economía política? ¿Puede dejar de condenar esas teorías egoístas, esas doctrinas, en que se halla encarnado un materialismo práctico tan desconsolante?

No, mil veces no. El cristianismo, cuya misión divina sobre la tierra es la rehabilitación intelectual y moral del hombre en este mundo, abriéndole de esta suerte el camino para llegar a la consumación de esta doble rehabilitación en el seno de Dios; el cristianismo, que marcha siempre a su objeto y realiza sus destinos en el mundo, apoyándose sobre el gran principio de la caridad divina, no puede avenirse con esas frías teorías, que sólo se ocupan del modo de acumular riquezas sin cuento en las manos del poderoso; que sacrifican la humanidad pobre a la humanidad rica, y que enseñan prácticamente a esta a pasar con indiferencia al lado de aquella.

Y es por eso que, bajo la influencia de la enseñanza católica, no tardó en levantarse una nueva escuela de Economía política en oposición con la escuela egoísta de Smith, Say y sus discípulos.

Algunos hombres reflexivos, reconociendo las funestas consecuencias prácticas de las teorías de la escuela inglesa, dieron a la Economía política un carácter más humanitario, más benéfico, más fecundo y más en armonía con la dignidad del hombre, haciendo entrar en la [10] ciencia el principio moral y el principio de beneficencia cristiana.

{Texto tomado directamente de Zeferino González, Estudios religiosos, filosóficos, científicos y sociales, Tomo segundo, Imprenta de Policarpo López, Madrid 1873, páginas 1-121. Transcribimos la Advertencia que figura al inicio de este volumen: «Advertencia. El artículo que lleva por epígrafe La Economía política y el Cristianismo, aunque escrito en Manila en el año que indica su fecha [1862], ha sido refundido y considerablemente añadido para su publicación en estos Estudios.»}
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lunes, febrero 16, 2009

Walras y los Bienes Raíces

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Las negrillas y separación de algunos párrafos son nuestros.

Tomado de:

http://ecobachillerato.com/economistas/walras.htm

LEONN WALRAS

Autor: Jesús Pérez Allueva

Léon Walras (1834-1910), es un economista francés nacido en Evreux.

Fue profesor en la universidad de Lausana. A partir de 1870, Léon Walras denunció las teorías económicas liberales que se enseñaban en las universidades y que consideraba insuficientes para explicar los problemas económicos de su tiempo. En su obra "Elementos de economía política pura"(1874), su crítica se centra en particular en la teoría del valor del trabajo y de la renta de los bienes raíces de David Ricardo, pero también pone en tela de juicio toda la herencia clásica (sobre todo la de Adam Smith).

Influido por el matemático Antoine Cournot, fue uno de los primeros en introducir de manera sistemática el cálculo matemático en economía.

Walras sitúa la empresa en el centro de la economía y se interesa por su acción en el marco de una competencia entre agentes, así como en una interdependencia de todos los mercados económicos: los mercados de productos (bienes y servicios) y los de factores de producción (trabajo, tierra y capital). Se cuestiona como fijar los precios y las cantidades de manera simultánea y plantea el problema económico del equilibrio en general, es decir, de la estabilidad de los equilibrios sobre todo los mercados. La atención que dedicó a esta cuestión caracterizó a los miembros de la Escuela de Lausana, concretamente al sucesor de Walras, Vilfredo Pareto. Junto al austriaco Carl Menger y al británico Stanley Jevons, al que no conocía en el momento en que emprendió esta vía de investigación, fue considerado uno de los fundadores de la corriente neoclásica y del marginalismo.

Teoría del valor trabajo, principio que afirma que el valor de un bien o servicio depende de forma directa de la cantidad de trabajo que lleva incorporado.

Adam Smith pensaba que el trabajo era la unidad de medida exacta para cuantificar el valor, pero no el factor determinante de los precios.

Durante los 25 años posteriores al fallecimiento de Smith, David Ricardo desarrolló la teoría del valor trabajo en sus Principios de economía política y de la imposición (1817) en la que afirmaba que todos los costos de producción son, de hecho, costos laborales que se pagan, bien de una forma directa o bien acumulándolos al capital (por ejemplo, maquinaria adquirida gracias al esfuerzo de los trabajadores). Por ello se defendía que los precios dependerían de la cantidad de trabajo incorporado en los bienes o servicios. Sin embargo, el posible fallo de la teoría es que si dos bienes se producen utilizando la misma cantidad de factor trabajo, pero uno de ellos utiliza más factor capital, el productor del bien intensivo en capital tendrá que recoger el valor de este capital e incluirlo en el precio si quiere obtener la misma tasa de beneficios o ganancias que la del productor del bien intensivo en trabajo. No obstante, la teoría del valor basada en el trabajo se convirtió en un principio fundamental en el pensamiento económico de Karl Marx, que suponía que sólo el factor trabajo podía crear valor.
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lunes, noviembre 10, 2008

La Crisis Económica y el Sol

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Negrillas y separación de párrafos son nuestros, para análisis.

Tomado de:

http://www.eumed.net/cursecon/dic/dent/j/jac.htm

Uno de los más notables economistas y estadísticos británicos del siglo XIX (1835-82). Sus tratados sobre fluctuaciones de precios, acompañados de amplia información de números índices, sobre las causas de las crisis económicas y bancarias, y sobre teorías económicas, adquirieron amplia difusión y todavía gozan de alguna autoridad.

Se dió el caso de que Jevons desarrolló las mismas ideas de Gossen (...), aunque Jevons manifestó que no tuvo el menor conocimiento de la obra de aquel economista alemán hasta veinte años después de haber publicado su Theory of Political Economy.

Cuando el campo de las ideas económicas estaba dominado en Inglaterra por John Stuart Mill, Jevons desarrolló su teoría de la utilidad -que después llamó valor en cambio- distinguiendo el grado final de utilidad o utilidad marginal, de la utilidad total, aplicando las concepciones y símbolos de los cálculos que conducen a la ecuación del cambio, sentando de esta manera la base para que los tratadistas británicos elaborasen sus nuevas- teorías, simultáneamente con Walras y los campeones de la Escuela austríaca; Menger y Wieser. Jevons sostenía que el valor residía en la utilidad y no en el costo de producción, como afirmaba Mill.

Sus trabajos estadísticos sobre las fluctuaciones periódicas en los mercados de dinero han servido de modelo para ulteriores investigaciones. Sus índices de precios calculados para el período de 1845 a 1862, se retrotrajeron después hasta el 1782 y son estimados como algo de lo más preciso y bien comentado que se ha hecho en ese orden de estudios.

Con respecto a su discutida teoría de si las manchas solares se relacionan con las crisis económicas, es justo hacer observar que lo que él estudió fue la coincidencia de la aparición de esas manchas con las variaciones de la radiación solar que afectaban las cosechas de las zonas tropicales y subtropicales y, por lo tanto, la demanda de productos británicos manufacturados, las consiguientes crisis, y los períodos de hambre en la India.

Sus obras más conocidas son: The Goal Question (1865); The Theory of Political Economy (1871); The Periodicity of Commercial Crisis and Its Physical Explanations (1878); Commercial Crisis and Sun-Spots (1879); Principles of Economics (1882), y lnvestigations in Currency and Finance (1884).
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viernes, octubre 17, 2008

Puntos de Lectura para El Capital

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Propuesta borrador para una guía de lectura de capítulos seleccionados del Tomo I de El Capital, de Carlos Marx.
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Capitulo IX
1. Concepto de cuota de plusvalía
2. Concepto de masa de plusvalía
3. Concepto de valor de capital variable
4. Formula para el calculo de la masa de plusvalía
5. Impacto de una disminución del capital variable
6. Concepto de limite absoluto de la jornada media de trabajo
7. Primera ley de la masa de plusvalía
8. Segunda ley de la masa de plusvalía
9. Tercera ley de la masa de plusvalía
10. ¿Qué sucede con el capital variable y constante en distintas ramas de producción?
11. ¿Qué sucede con el capital variable y constante en la misma rama de producción?
12. Concepto de capital personificado
13. Concepto de trabajo ajeno

Capitulo X
14. Relación entre plusvalía relativa, trabajo excedente y trabajo necesario
15. Concepto del aumento de la capacidad productiva del trabajo
16. Concepto de plusvalía absoluta y su relación con el trabajo necesario y trabajo excedente
17. Relación del aumento de la capacidad productiva del trabajo y el abaratamiento de las mercancías
18. Concepto del valor individual de la mercancía
19. Concepto del valor social de la mercancía
20. Concepto de plusvalía extraordinaria
21. Relación entre la fuerza productiva del trabajo y el abaratamiento de las mercancías
22. Relación entre la plusvalía relativa y la fuerza productiva del trabajo
23. ¿Por qué se dice que en la producción capitalista la economía del trabajo no tiene como finalidad acortar la jornada de trabajo?

Capitulo XIV
24. ¿A que se refiere el concepto de “proceso de trabajo independientemente de su forma histórica”?
25. Concepto de trabajo productivo
26. Concepto de trabajo improductivo
27. ¿En que sentido se puede afirmar que la producción capitalista no es solamente una producción de mercancías?
28. Concepto de supeditación formal del trabajo al capital
29. Concepto de supeditación real del trabajo al capital
30. Relación de la plusvalía absoluta con la supeditación formal del trabajo al capital
31. Concepto de división social del trabajo

Capitulo XV
32. Tres magnitudes de las que depende el precio de la fuerza de trabajo y la plusvalía
33. Primera ley por la que el valor de la fuerza de trabajo y la plusvalía se determinan
34. Segunda ley por la que el valor de la fuerza de trabajo y la plusvalía se determinan
35. Tercera ley por la que el valor de la fuerza de trabajo y la plusvalía se determinan
36. Errores de David Ricardo en la investigación de las 3 leyes que determinan el valor de la fuerza de trabajo y la plusvalía

Capitulo XVI
37. Formulas para expresar la cuota de plusvalía
38. La formula (trabajo no retribuido / trabajo retribuido). ¿Por qué se dice que esta formula es equivocada?

Capitulo XVII
39. ¿Por qué se afirma que el trabajo carece de valor?
40. Concepto de precio natural
41. Concepto de precio necesario
42. Concepto del valor del trabajo
43. Concepto del valor de la fuerza de trabajo
44. Diferencias entre concepto del valor del trabajo y valor de la fuerza de trabajo
45. Relacione los siguientes conceptos: valor y precio de la fuerza de trabajo y salarios
46. ¿El valor del trabajo tiene que se siempre mas reducido que su producto del valor? Si_ No_ ¿Por qué?
47. Relacione de los conceptos de salario y jornada de trabajo
48. Concepto de trabajo feudal
49. Concepto de trabajo esclavo
50. Concepto de trabajo capitalista
51. ¿Por qué se dice que lo que el obrero entrega al capitalista no es realmente su fuerza de trabajo?
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Notas Primer Parcial Economía Política II

* CLIC SOBRE LOS CUADROS PARA AMPLIARLOS

* CONSERVEN LAS PAPELETAS PARA EFECTOS DE COTEJAR NOTAS Y REVISIONES.

* VERIFIQUEN EL NOMBRE. ME PARECE QUE PUEDEN EXISTIR ERRORES POR USAR EL SEGUNDO NOMBRE Y EL SEGUNDO APELLIDO SOLAMENTE EN LAS PAPELETAS. NO REGISTRAMOS ESTE LISTADO COTEJANDO LOS DOS NOMBRES, LOS DOS APELLIDOS Y EL NUMERO DE CARNET, COMO LO HACEMOS AL FINAL, AL CONSOLIDAR LAS NOTAS.
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miércoles, octubre 08, 2008

Citando a Marx


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En:


SECCION QUINTA

LA PRODUCCION DEL PLUSVALOR ABSOLUTO Y DEL RELATIVO

CAPITULO XIV

PLUSVALOR ABSOLUTO Y RELATIVO


"El plusvalor relativo es absoluto, pues trae aparejada una prolongación absoluta de la jornada laboral, por encima del tiempo de trabajo necesario para la existencia del obrero mismo. El plusvalor absoluto es relativo, pues condiciona un desarrollo de la productividad laboral que permite confinar el tiempo de trabajo necesario a una parte de la jornada laboral."

(...)

"La producción del plusvalor relativo, pues, supone un modo de producción específicamente capitalista, que con sus métodos, medios y condiciones sólo surge y se desenvuelve, de manera espontánea, sobre el fundamento de la subsunción formal del trabajo en el capital. En lugar de la subsunción formal, hace su entrada en escena la subsunción real del trabajo en el capital."

(...)

CAPITULO XV

CAMBIO DE MAGNITUDES EN EL PRECIO DE LA FUERZA DE TRABAJO Y EN EL PLUSVALOR


(...)

"Una vez supuesto lo que antecede, vimos que las magnitudes relativas del plusvalor y del precio de la fuerza de trabajo están condicionadas por tres circunstancias:

1) la duración de la jornada laboral o la magnitud del trabajo en cuanto a su extensión;

2) la intensidad normal del trabajo, o su magnitud en cuanto a la intensidad, de manera que determinada cantidad de trabajo se gasta en un tiempo determinado;

3), y finalmente, la fuerza productiva del trabajo, con arreglo a la cual, y según el grado de desarrollo alcanzado por las condiciones de producción, la misma cantidad de trabajo suministra en el mismo tiempo una cantidad mayor o menor de producto.

(...)

CAPITULO XVI

DIVERSAS FORMULAS PARA LA TASA DEL PLUSVALOR


"El capital, por tanto, no es sólo la posibilidad de disponer de trabajo, como dice Adam Smith. Es, en esencia, la posibilidad de disponer de trabajo impago. Todo plusvalor, cualquiera que sea la figura particular ganancia, interés, renta, etc. en que posteriormente cristalice, es con arreglo a su sustancia la concreción material de tiempo de trabajo impago. El misterio de la autovalorización del capital se resuelve en el hecho de que éste puede disponer de una cantidad determinada de trabajo ajeno impago."
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martes, septiembre 09, 2008

Propuesta de una guía de lectura de Marx, Tomo I

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“Propuesta de una guía de lectura para El Capital de Carlos Marx, capítulos I al VIII, Tomo I”

Materia: Economía Política II

Capítulos I - IV

1. ¿Qué es mercancía?
2. Valor de uso en Marx
3. Valor de cambio en Marx
4. Valor en Marx
5. Trabajo concreto
6. Trabajo abstracto
7. Relación entre valor de uso y valor
8. Relación entre trabajo abstracto y trabajo concreto
9. Sustancia del valor
10. Magnitud del valor
11. Tiempo de trabajo socialmente necesario
12. Capacidad productiva del trabajo
13. División social del trabajo
14. Trabajo simple
15. Trabajo complejo
16. Forma simple del valor
17. Forma relativa del valor
18. Forma equivalencial del valor
19. Forma total o desarrollada del valor
20. Forma general del valor
21. Forma dinero del valor
22. Fetichismo de la mercancía
23. Enajenación del trabajo
24. Valor del dinero
25. ¿El dinero tiene precio?
26. Concepto de dinero
27. Doble carácter del dinero
28. Patrón de precios
29. Dinero nominal
30. ¿Puede existir precio sin valor?
31. Relación entre precio y magnitud de valor
32. Curso del dinero
33. Determinación de la masa de dinero que funciona como medio de circulación
34. La moneda como signo del valor
35. Existencia metálica y existencia funcional de la moneda
36. Concepto de dinero – crédito
37. Concepto de papel moneda
38. Concepto de atesoramiento
39. Concepto de medio de pago
40. Concepto de dinero mundial
41. Fórmula general del capital
42. Concepto de plusvalía
43. Concepto de circulación no capitalista
44. Concepto de circulación capitalista
45. Fórmula genérica del capital
46. Relación de la plusvalía con la existencia de clases sociales
47. Concepto de capital comercial
48. Concepto de capital a interés
49. ¿Por qué la transformación del dinero en capital no puede operarse en la esfera de la circulación?
50. Concepto de fuerza de trabajo
51. Condiciones para la existencia de la fuerza de trabajo como mercancía
52. Valor de la fuerza de trabajo
53. ¿En qué sentido se afirma que el trabajo le da crédito al capitalista
54. Proceso de producción
55. Proceso de trabajo
56. Proceso de valorización

Capítulos V-VIII

57. Concepto de atención en el proceso de producción
58. Factores simples que intervienen en el proceso de trabajo
59. Concepto de materia prima
60. Concepto de medio de trabajo
61. Concepto de instrumento de trabajo
62. Concepto de instrumentos mecánicos de trabajo
63. Concepto de medios de producción
64. Concepto de trabajo productivo
65. Concepto de trabajo vivo
66. Concepto de trabajo muerto
67. Concepto de proceso de trabajo
68. Objetivos del capitalista en el proceso de producción
69. Concepto de consumo productivo
70. Concepto de consumo improductivo
71. ¿Por qué se dice que la creación de plusvalía puede realizarse sin infringir en lo más mínimo las leyes del cambio de las mercancías?
72. Diferencias entre los conceptos: procesos de creación de valor y procesos de valorización
73. Relacione los siguientes conceptos: a) proceso de trabajo, b) proceso de creación de valor, c) proceso de producción, d) proceso de valorización, e) proceso de producción capitalista.
74. Concepto de capital constante
75. Concepto de capital variable
76. Establezca la relación entre las siguientes categorías: capital constante, trabajo concreto y trabajo abstracto
77. Diferencia entre el concepto de materias primas y materias auxiliares
78. Diferencias entre materias primas, materias auxiliares y medios de trabajo
79. Relacione las siguientes categorías: capital constante, capital variable y cambio de magnitud de valor
80. Concepto de factores objetivos del proceso de producción
81. Concepto de factores subjetivos del proceso de producción
82. Composición del capital al inicio del proceso de producción
83. Composición del capital al final del proceso de producción
84. Concepto del valor del producto
85. Concepto del producto del valor
86. Magnitud proporcional de la valorización del capital variable (Cuota de plusvalía)
87. Tiempo de trabajo excedente
88. Tiempo de trabajo necesario
89. Relacione y diferencie las siguientes fórmulas: p/c p/(c+v) p/v
90. Concepto de desdoblamiento del producto
91. Ganancia neta y hora final
92. Concepto de producto excedente
93. Concepto de jornada de trabajo
94. ¿Por qué la cuota de plusvalía no nos dice la duración de la jornada de trabajo?
95. Límite físico de la jornada de trabajo
96. Límite moral de la jornada de trabajo
97. Capital personificado
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