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martes, octubre 24, 2017

Ibn Jaldún. Un economista musulmán pre-clásico

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Ibn Jaldún. Un economista musulmán pre-clásico. (*)
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Ahmed Mohamed Al Horr.
Mohamed Ennaji.

Introducción

Su nombre de por sí, es controversial: Unos le llaman Ibn Jaldúm, abenjaldún, Ibn Abdún, etc.; pero su verdadero nombre fue Abún Zayd Abd al-Rahmán Ibn Jaldún o Abu Zaid Abdeurrahman Ibn Jaldún al-Hadramí, y fue el más importante de su época entre los científico medioevales islámicos. Algunos lo consideran el verdadero padre de la ciencia económica. Es probable que algunas de sus ideas fueran transmitidas en Europa por medio de los dominicos de la Escuela de Salamanca.

Ibn Jaldún, descubre en la dinámica del mercado el germen de las crisis culturales. Analiza una serie de conceptos económicos -entre ellos, los de población, precio, beneficio, lujo, y formación de capital- y traza su interrelación. Aboga por un sistema de libre competencia y condena toda intervención de parte del sultán en las actividades agrícolas, industriales o comerciales del pueblo.

Así, se infiere que el pensamiento de Ibn Jaldún, es un pensamiento universal en lo general y de contribución al pensamiento económico moderno en particular.

El presente artículo se desarrolla en los apartados siguientes: esta introducción, una breve biografía, el pensamiento universal y económico de Ibn Jaldún, con la conclusión y la bibliografía consultada.

Breve biografía

En sus 74 años de vida física, ya que nació el día 27 de mayo del año 1332 después de Cristo – dc.- en la ciudad de Túnez, y vivió mucho tiempo en Sevilla musulmana; murió el 17 de marzo del año 1406 en el Cairo siendo Magistrado y Profesor de la Universidad de Al-Azhar. Jaldún, hizo aportes impresionantes, en particular, para el pueblo islámico; y en general, para todo el mundo, oriental y occidental. Como muchos que nacieron en su época, él fue un sobresaliente en: historia, sociología, filosofía, economía, geografía, demografía y politología. Proveniente de familia noble con origen andalusí establecida en Túnez en la primera mitad del siglo XIV; ocupó muchos cargos políticos, pero fue exilado y encarcelado después de varios sucesos históricos de su pueblo. Finalmente, murió en el Cairo, donde fue nombrado Gran Cadí Malikí de Egipto, que era una especie de guerreros de su época.

El pensamiento universal de Ibn Jaldún

Según Jarmounio Jarmounio, Mostapha (2015), la época en la vivió Ibn Jaldún se puede considerar como una época de transición y de grandes cambios en la historia de occidente y del oriente islámico, esto pudo influir en el carácter cambiante, inestable e individualista de Ibn. Por lo tanto, la época de la baja edad media se puede entender no solamente leyendo la historia, sino también la obra Kitāb at-Ta´rif (autobiografía de Ibn Jaldún).

Para Zeraoui Zidane (2004), este trabajo sobre la historia del pensamiento, parte de la crítica a la premisa del eurocentrismo como eje central en el planteamiento del desarrollo de las ideas socio-políticas. La relación de varios libros sobre la historia del pensamiento nos revela esta distorsión que excluye o minimiza a los autores no occidentales. Precisamente, la idea medular del ensayo, después de la crítica al eurocentrismo, se centra en enfatizar los aportes chinos, indios e islámicos y sobre todo en rescatar el pensamiento de Ibn Jaldún por su visión universal y su contribución en muchas esferas del conocimiento como la sociología (bautizada por él la Ciencia de la Sociedad, en árabe obviamente), la Economía y la Ciencia Política. A pesar de la profundidad de los aportes no-occidentales, la referencia a ellos en la gran mayoría de las obras producidas en Europa o en los Estados Unidos, inclusive en América latina, es escueta, casi inexistente.

Por eso, dice Zeraoui, este ensayo es una aportación al debate sobre el eurocentrismo para revalorizar las contribuciones no occidentales al pensamiento mundial. Precisamente, cuando consultamos alguna obra sobre sociología o pensamiento social, encontramos casi invariablemente un enfoque eurocéntrico. El pensamiento chino, indio o islámico es reducido drásticamente o simplemente inexistente. El origen del pensamiento, según estas obras, se remonta a los griegos para pasar a los romanos y al cristianismo medieval y luego aterrizar en el renacimiento, la Reforma y la Ilustración. Los pensadores islámicos generalmente ocupan un espacio reducido o simplemente son ignorados.

Es en este contexto de atraso del pensamiento islámico que Ibn Jaldún (padre de la sociología y la ciencia histórica) irrumpe con su obra cumbre que marca el último sobresalto de la grandeza del pensamiento del Islam en la medida que durante el Imperio Otomano el pensamiento filosófico fue marginal, por la orientación militarista del Imperio. Su obra se enfoca a la reflexión histórica, pero es el fundador de nuevas ciencias como la sociología o la antropología cultural de la civilización arabo-musulmana.

Sin embargo, sigue Zeraoui, el descubrimiento en Europa de Ibn Jaldún en el siglo XIX conllevó a hacer de él (en el pensamiento europeísta) un pensador solitario, sin ninguna influencia. Fue relegado, a pesar de su innegable influencia en el pensamiento tanto islámico como occidental, como un pensador marginal, sobre todo durante la fase colonial que buscaba reducir los aportes islámicos en la cultura occidental. Posteriormente se ha tratado de compararlo con pensadores como Maquiavelo, Montesquieu, Hegel, Comte, y últimamente en la década de los sesenta con Marx por su acercamiento materialista de la Historia. Falta ubicarlo en su justa dimensión dentro de los grandes pensadores de la Humanidad, sin sobreestimarlo ni subestimarlo.

Así dice Zeraoui, por su parte, el profesor emérito del departamento de Islam de la Universidad Autónoma de Madrid, Miguel Cruz Hernández en 1996, nos brinda esta síntesis del pensamiento de Ibn Jaldún que:

“…Esta fuerte personalidad se refleja en su obra, sobre todo en la objetividad con que enjuicia los hechos... que le llevará a decir que “la experiencia es una linterna que ilumina el camino recorrido”... La unidad histórica no la forman los individuos ni los Estados, sino los grupos sociales homogéneos; los individuos concretos “protagonistas” de la historia no son conductores individuales de la masa, sino un “producto” engendrado por dichos grupos. No es la herencia, sino el medio social –dice Ibn Jaldún antes que Marx–, quien condiciona al individuo y los grupos sociales.

Así, podemos encontrar planteamientos, conceptos e ideas de Ibn Jaldún tanto en los economistas clásicos de los siglos XVII y XVIII, como en las obras de Marx o de los historiadores franceses del siglo XX. Ibn Jaldún queda definitivamente como la gran figura del pensamiento mundial. Aunque “Gumplowicz llamó la atención del mundo sobre él, y Franz Oppenheimer le trató con gran respecto (y que) algunos han visto en Ibn Jaldún al primer sociólogo auténtico”, queda por restituirlo en su justo lugar en el pensamiento mundial. Ibn Jaldún no fue un pensador árabe, sino universal, por el alcance de sus aportaciones. Lo que mencionamos para Ibn Jaldún puede también decirse para Al-Kinfi o Al-Farabi o Menio o Kautilya”.

La reconstrucción de la Historia pasada a través del prisma del nuevo centro de poder (Europa y Estados Unidos) es una deformación a priori de los acontecimientos pasados, para ajustarlos a la visión de la potencia dominante.

Finalmente dice Zeraoui, si analizamos los centros de poder a lo largo del devenir histórico, tendremos una verdadera historia universal del pensamiento político-filosófico centrada en los momentos más relevantes de la formación de la civilización, rescatando por ende los aportes de las civilizaciones no occidentales.

Un soporte a la economía moderna

En efecto, Ibn Jaldún consideraba, entre otras muchas ideas significativas, que la poderosa fuerza de la religión constituye uno de los mayores elementos unificadores que fortalecen la cohesión social, y que, en consecuencia, puede bastar para mantener unida a toda una comunidad. Además, supo adelantar que las mutaciones sociales, así como el desarrollo y el declive de las sociedades, están sujetos a una serie de leyes que pueden formularse de manera empírica, pues se derivan a su vez de ciertas realidades observables, entre las que destaca la actividad económica.

La recuperación de Ibn Jaldún se produjo en el siglo XIX, desde la traducción de su obra al francés de los Prolegómenos, lo que supuso la rápida reivindicación de su labor por parte de algunos intelectuales árabes.

Así, su obra sobresaliente, en el nivel mundial, fue: “Los prolegómenos” Libro I o al-Muqaddimah; muy probablemente escribió su primera versión de este libro entre los años 776-780 de la era lunar o 1375-1379 de la era cristiana, tiempo en el cual estuvo refugiado en el castillo de Qalat-Ibn-Salama en el sudeste de Frendah al oeste de Tiaret, Orán; Argelia.

Recuérdese, que el gran pensador inglés del libre mercado o libre economía, Adam Smith, por ejemplo, escribe su gran obra hasta el año 1776: “Investigación sobre la Naturaleza y causa de la Riqueza de las Naciones”.

En estos Prolegómenos de la sociedad humana y de sus fenómenos que ella presenta [D´Ibn Khaldoun (732-808 de l´hégire) (1332-1406 de J.C.) (1863)]; trató las secciones siguientes:

De la civilización en general

De la civilización de los nómadas y de los pueblos salvajes, y de estos a su casa con organismos de las tribus.

Sobre las dinastías, la realiza, el califa y la orden designada en el Sultán.

Sobre los pueblos, las villas, las ciudades y atropellos a la población encontrada sedentaria.

Sobre los medios de procurarse la subsistencia, sobre la adquisición, las artes y todo lo que considere como nuevo.

De las ciencias y la lectura de diversas especies; de las enseñanzas, de sus métodos y procedimientos, y todo ello debe atarse nuevamente.

Además de esas secciones que incluye este gran Libro I, se podría decir que lo divide en tres tomos: en el tomo I, aborda su Autobiografía (Autobiographie d´Ibn Khaldoun); en el tomo II, aborda los problemas sobre los títulos que son especiales a un Gobernador de la realeza del sultán; y en el tomo III, lo dedica a la Jurisprudencia y a la ciencia de sucesiones, que a éste le competen.

Además, conforme a Escartín González, E. (2004), el pensamiento transmitido por Ibn Abdún en su Tratado no se inscribe en el campo de lo que hoy entendemos por teoría económica, ni en él se encuentran de forma explícita instrumentos que sirven o pueden servir para realizar análisis económicos. Pertenece el pensamiento económico de Ibn Abdún al campo de la economía normativa; es decir, al del establecimiento de reglas para la consecución de un sistema económico más perfecto que el existente. Mas esto no presupone la inexistencia total de economía positiva en el Tratado de Ibn Abdún, puesto que el conocimiento de determinados instrumentos de teoría económica es necesario para concebir dicho sistema, en el que, además, según la mentalidad de la época, predomina su sometimiento a la ley islámica, al código moral preconizado en el Corán, debido al reconocimiento de unos valores de orden superior. Para perfilar una sociedad mejor que la existente, Ibn Abdún tiene que denunciar los defectos del sistema en vigor, y, procediendo de esta forma, también entra en la economía descriptiva. Obedece ésta a una base real, cuya estructura es la que se ha intentado analizar en el presente estudio, además de poner de relieve los principios teóricos subyacentes en su pensamiento.

Por eso, Marjorie Grice-Hutchinson1 (1909 – 2003), historiadora del pensamiento especializada en la Escuela de Salamanca y en el pensamiento económico medieval, y quién fuera discípula de Friedrich August von Hayek (1899-1992) de la Escuela Austríaca; argumenta con sus trabajos algunas contradicciones en temas económicos preexistentes en Europa, y entre los cuales destaca que:

“El pensamiento económico de los clásicos griegos y romanos está enlazado al pensamiento actual a través de las traducciones al árabe y su transmisión vía los pensadores de Al Andalus (Ibn Haldún) y la Escuela de Salamanca”.

Las otras dos contradicciones clave sobre el pensamiento económico actual a que hace Grice-Hutchinson, son que:

“La escuela de Salamanca expresó la teoría cuantitativa del dinero con anterioridad a Bodin”, y que “El origen del capitalismo liberal no puede explicarse como consecuencia del calvinismo ya que puede encontrarse la defensa de la libertad económica en los jesuitas de la Escuela de Salamanca”.

Como puede apreciarse, el libre mercado sostenido por los economistas clásicos (Adam Smith y las Escuelas Austríaca y de Salamanca) o el eurocentrismo económico, fue precedido por el pensamiento económico preclásico de Ibn Jaldún.

Conclusión

El pensamiento general y polifacético de Ibn Jaldún, es un pensamiento universal, que puede ser considerado como pensamiento preclásico, y de soporte al pensamiento clásico eurocéntrico; pensamientos no occidentales ni eurocéntricos que deberían ser profundizados.

En lo que respecta al pensamiento económico y social en particular, existe evidencia suficiente en el pensamiento de Ibn Jaldún, de haber abordado con anterioridad a los pensadores económicos clásicos eurocéntricos (por ejemplo: ingleses, francés, de la escuela de Salamanca, escuela Austríaca) la teoría económica del libre mercado conocida actualmente. Además, antes que Marx, Ibn Jaldún destaca la visión materialista de la historia de las sociedades. }

Bibliografía

Escartín González, Eduardo (2004): “Estudio Económico sobre el Tratado de Ibn Abdún. El vino y los gremios en al-Andalus antes del siglo XII”. Memoria para la obtención de doctor, bajo la dirección de Rocío Sánchez Lissén, Sevilla, Mayo. Editado por la Fundación El Monte en 2006.
D´Ibn Khaldoun [(732-808 de l´hégire) (1332-1406 de J.C.) (1863)]: “Les Prolégoménes I, II y III”. Traduits en FranÇais et commentés par W. Mac Gckin de Slane (1801-1878), Premiére partie. Une collection développée en collaboration avec la biblothéque Paul-Émile Boulet de l´Université du Québec á Chicoutimi, 2006.
Jarmouni Jarmouni, Mostapha (2015): “Kitāb at-Ta´rif o autobiografía de Ibn Jaldún (732-808 H. / 1332-1406 e. C)”. Traducción española, estudio de la autopercepción del autor y de sus materiales poéticos. Tesis doctoral, dirigida por Francisco Franco-Sánchez, Alicante. Universidad de Alicante.
Smith, Adam (1776): “Investigación sobre la Naturaleza y causa de la Riqueza de las Naciones”. Primera edición en inglés de 1776, y tercera reimpresión de 1982 de la primera edición en español de 1958. Fondo de Cultura Económica, México.
Zeraoui, Zidane (2004): “Repensar la historia del pensamiento. Los aportes de Ibn Jaldún. En Espacio Abierto, Cuaderno Venezolano de Sociología; Julio-Septiembre. Departamento de Relaciones Internacionales del Instituto Tecnológico de Monterrey (ITESM), México. Nació en Inglaterra y murió en la ciudad de Málaga, España; para mayores detalles véase: http://www.eumed.net/cursecon/economistas/Grice-Hutchinson.htm

(*) Trabajo preparado para la Maestria en Economía del Desarrollo, MED, de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de El Salvador, en el Módulo de Economía Política del profesor Evaristo Hernández. Agosto 2017

2 comentarios:

Unknown dijo...

Soy Roxana, administrativa finacniera de la firma https://finconsejo.es. Gracias por compartir, me ha sido bastante ameno el post.

Anónimo dijo...

Excelente. Voy a investigar más sobre este gran pensador intelectual islamico.