Usualmente las negrillas y subrayados son nuestros.

domingo, agosto 19, 2007

Marx por Lenin

V.I Lenin

CARLOS MARX

(Breve esbozo biográfico, con una exposición del marxismo)[1]

Escrito: De julio a noviembre de 1914.
Publicado por vez primera: En 1915, en el Diccionario Enciclopedico Granat, 7a edición, tomo XXVIII.
Digitalizado por: Unión de Juventudes Socialista de Puerto Rico.
Esta Edición: Marxists Internet Archive, 2000.

Carlos Marx nació el 5 de mayo (según el nuevo calendario) de 1818 en Tréveris (ciudad de la Prusia renana). Su padre era un abogado judío, convertido en 1824 al protestantismo.

La familia de Marx era una familia acomodada, culta, pero no revolucionaria. Después de terminar en Tréveris sus estudios de bachillerato, Marx se inscribió en la universidad, primero en la de Bonn y luego en la de Berlín, estudiando jurisprudencia y, sobre todo, historia y filosofía. En 1841 terminó sus estudios universitarios, presentando una tesis sobre la filosofía de Epicuro. Por sus concepciones, Marx era entonces todavía un idealista hegeliano. En Berlín se adhirió al círculo de los "hegelianos de izquierda" (Bruno Bauer y otros), que se esforzaban por extraer de la filosofía de Hegel conclusiones ateas y revolucionarias.

Terminados sus estudios universitarios, Marx se trasladó a Bonn con la intención de hacerse profesor.

Pero la política reaccionaria del gobierno, que en 1832 había despojado de su cátedra a Ludwig Feuerbach, que en 1836 le había negado nuevamente la entrada en la universidad y que en 1841 privó al joven profesor Bruno Bauer del derecho a enseñar en Bonn, obligó a Marx a renunciar a la carrera docente.

En aquella época, las ideas de los hegelianos de izquierda progresaban rápidamente en Alemania.

Ludwig Feuerbach, sobre todo desde 1836, comenzó a someter a crítica la teología y a orientarse hacia el materialismo, que en 1841 (La esencia del cristianismo ) se impone ya definitivamente en su pensamiento; en 1843 ven la luz sus Principios de la filosofía del porvenir.

"Hay que haber vivido la influencia liberadora" de estos libros, escribía Engels años más tarde refiriéndose a esas obras de Feuerbach. "Nosotros [es decir, los hegelianos de izquierda, entre ellos Marx] nos hicimos en el acto feuerbachianos."[2]

Por aquel tiempo, los burgueses radicales renanos, que tenían ciertos puntos de contacto con los hegelianos de izquierda, fundaron en Colonia un periódico de oposición, la Gaceta del Rin (cuyo primer número salió el 1 de enero de 1842).

Marx y Bruno Bauer fueron invitados como principales colaboradores; en octubre de 1842 Marx fue nombrado redactor jefe del periódico y se trasladó de Bonn a Colonia.

La tendencia democrática revolucionaria del periódico fue acentuándose bajo la jefatura de redacción de Marx, y el gobierno lo sometió primero a una doble censura y luego a una triple, hasta que decidió más tarde suprimirlo totalmente a partir del 1 de enero de 1843.

Marx se vio obligado a abandonar su puesto de redactor jefe en esa fecha, sin que su salida lograse tampoco salvar al periódico, que fue clausurado en marzo de 1843.

Entre los artículos más importantes publicados por Marx en la Gaceta del Rin, Engels menciona, además de los que citamos más adelante (véase la Bibliografía ) el que se refiere a la situación de los campesinos viticultores del valle del Mosela.

Como su labor periodística le había demostrado que conocía insuficientemente la economía política, Marx se dedicó afanosamente al estudio de esta ciencia.

En 1843, Marx se casó en Kreuznach con Jenny von Westphalen, amiga suya de la infancia, con la que se había comprometido cuando todavía era estudiante. Su esposa pertenecía a una reaccionaria familia aristocrática de Prusia. Su hermano mayor fue ministro del Interior en Prusia durante una de las épocas más reaccionarias, desde 1850 hasta 1858.

En el otoño de 1843 Marx se trasladó a París con objeto de editar en el extranjero una revista de tendencia radical en colaboración con Arnold Ruge (1802-1880; hegeliano de izquierda, encarcelado de 1825 a 1830, emigrado desde 1848, y partidario de Bismarck entre 1866 y 1870).

De esta revista, titulada Anales franco-alemanes, sólo llegó a ver la luz el primer fascículo.

Las dificultades con que tropezaba la difusión clandestina de la revista en Alemania y las discrepancias surgidas entre Marx y Ruge hicieron que se suspendiera su publicación.

En los artículos de Marx en los Anales vemos ya al revolucionario que proclama la necesidad de una "crítica implacable de todo lo existente", y, en particular, de una "crítica de las armas"[3] que apele a las masas y al proletariado.

En septiembre de 1844 llegó a París, por unos días, Federico Engels, quien se convirtió, desde ese momento, en el amigo más íntimo de Marx. Ambos tomaron conjuntamente parte activísima en la vida, febril por entonces, de los grupos revolucionarios de París (especial importancia revestía la doctrina de Proudhon, a la que Marx ajustó cuentas resueltamente en su obra Miseria de la filosofía, publicada en 1847) y, en lucha enérgica contra las diversas doctrinas del socialismo pequeñoburgués, forjaron la teoría y la táctica del socialismo proletario revolucionario, o comunismo (marxismo). Véanse, más adelante, en la Bibliografía, las obras de Marx de esta época, años de 1844 a 1848.

En 1845, a instancias del gobierno prusiano, Marx fue expulsado de París como revolucionario peligroso, instalándose entonces en Bruselas.

En la primavera de 1847, Marx y Engels se afiliaron a una sociedad secreta de propaganda, la Liga de los Comunistas, tuvieron una participación destacada en el II Congreso de esta organización (celebra do en Londres en noviembre de 1847)
y por encargo del Congreso redactaron el famoso Manifiesto del Partido Comunista que apareció en febrero de 1848.

En esta obra se traza, con claridad y brillantez geniales, una nueva concepción del mundo: el materialismo consecuente, aplicado también al campo de la vida social; la dialéctica como la doctrina más completa y profunda del desarrollo; la teoría de la lucha de clases y de la histórica misión revolucionaria universal del proletariado como creador de una nueva sociedad, la sociedad comunista.

Al estallar la revolución de febrero de 1848, Marx fue expulsado de Bélgica. Se trasladó nuevamente a París, y desde allí, después de la revolución de marzo, marchó a Alemania, más precisamente, a Colonia. Desde el 1 de junio de 1848 hasta el 19 de mayo de 1849, se publicó en esta ciudad la Nueva Gaceta del Rin, de la que Marx era el redactor jefe.

El curso de los acontecimientos revolucionarios de 1848 a 1849 vino a confirmar de manera brillante la nueva teoría, como habrían de confirmarla en lo sucesivo los movimientos proletarios y democráticos de todos los países del mundo.

La contrarrevolución triunfante hizo que Marx compareciera, primero, ante los tribunales (siendo absuelto el 8 de febrero de 1849) y después lo expulsó de Alemania (el 16 de mayo de 1849). Marx se dirigió a París, de donde fue expulsado también después de la manifestación del 13 de junio de 1849[4]; entonces marchó a Londres, donde pasó el resto de su vida.

Las condiciones de vida en la emigración eran en extremo duras, como lo revela con toda claridad la correspondencia entre Marx y Engels (editada en 1913).

La miseria asfixiaba realmente a Marx y a su familia; de no haber sido por la constante y abnegada ayuda económica de Engels, Marx no sólo no hubiera podido acabar El Capital, sino que habría sucumbido inevitablemente bajo el peso de la miseria. Además, las doctrinas y tendencias del socialismo pequeñoburgués, no proletario en general, que predominaban en aquella época, obligaban a Marx a librar constantemente una lucha implacable, y a veces a repeler (como hace en su obra Herr Vogt) [5] los ataques personales más rabiosos y salvajes.

Manteniéndose al margen de los círculos de emigrados y concentrando sus esfuerzos en el estudio de la economía política, Marx desarrolló su teoría materialista en una serie de trabajos históricos (véase la Bibliografía ). Con sus obras Contribución a la crítica de la economía política (1859) y El Capital (t. I, 1867), Marx provocó una verdadera revolución en la ciencia económica (véase más adelante la doctrina de Marx).

El recrudecimiento de los movimientos democráticos, a fines de la década del 50 y durante la del 60, llevó de nuevo a Marx a la actividad práctica. El 28 de septiembre de 1864 se fundó en Londres la famosa Primera Internacional, la "Asociación Internacional de los Trabajadores".

Marx fue el alma de esta organización, el autor de su primer "llamamiento" y de gran número de sus resoluciones, declaraciones y manifiestos. Unificando el movimiento obrero de los diferentes países, orientando por el cauce de una actuación conjunta a las diver sas formas del socialismo no proletario, premarxista (Mazzini, Proudhon, Bakunin, el tradeunionismo liberal inglés, las vacilaciones derechistas lassalleanas en Alemania, etc.), a la par que combatía las teorías de todas estas sectas y escuelas, Marx fue forjando la táctica común de la lucha proletaria de la clase obrera en los distintos países.

Después de la caída de la Comuna de París en 1871, que Marx analizó (en La guerra civil en Francia, 1871) de modo tan profundo, certero, brillante y eficaz, como revolucionario -- y a raíz de la escisión de la Internacional provocada por los bakuninistas --, esta última ya no pudo seguir existiendo en Europa. Después del Congreso de La Haya (1872), Marx consiguió que el Consejo General de la Internacional se trasladase a Nueva York.

La primera Internacional había cumplido su misión histórica y dejaba paso a una época de desarrollo incomparablemente más amplio del movimiento obrero en todos los países del mundo, época en que este movimiento había de desplegarse en extensión, con la creación de partidos obreros socialistas de masas dentro de cada Estado nacional.

Su intensa labor en la Internacional y sus actividades teóricas, aún más intensas, minaron definitivamente la salud de Marx. Prosiguió su obra de relaboración de la economía política y se consagró a terminar El Capital, recopilando con este fin multitud de nuevos documentos y poniéndose a estudiar varios idiomas (entre ellos el ruso), pero la enfermedad le impidió concluir El Capital.

El 2 de diciembre de 1881 murió su esposa, y el 14 de marzo de 1883 Marx se quedó dormido apaciblemente para siempre en su sillón. Está enterrado, junto a su mujer, en el cementerio londinense de Highgate. Varios hijos de Marx murieron en la infancia en Londres, cuando la familia vivía en la miseria. Tres de sus hijas se casaron con socialistas de Inglaterra y Francia: Eleonora Eveling, Laura Lafargue y Jenny Longuet. Un hijo de esta última es miembro del Partido Socialista Francés.

LA DOCTRINA DE MARX

El marxismo es el sistema de las concepciones y de la doctrina de Marx.

Este continúa y corona genialmente las tres principales corrientes ideológicas del siglo XIX, que pertenecen a los tres países más avanzados de la humanidad: la filosofía clásica alemana, la economía política clásica inglesa y el socialismo francés, vinculado a las doctrinas revolucionarias francesas en general.

La admirable coherencia y la integridad de sus concepciones -- cualidades reconocidas incluso por sus adversarios --, que constituyen en su conjunto el materialismo y el socialismo científicos contemporáneos como teoría y programa del movimiento obrero de todos los países civilizados del mundo, nos obligan a esbozar brevemente su concepción del mundo en general antes de exponer el contenido esencial del marxismo, o sea, la doctrina económica de Marx.


El Materialismo Filosófico

Desde 1844-1845, años en que se formaron sus concepciones, Marx fue materialista y, especialmente, partidario de Ludwig Feuerbach, cuyos puntos débiles vio, más tarde, en la insuficiente consecuencia y amplitud de su materialismo. Para Marx, la significación histórica universal de Feuerbach, que "hizo época", residía precisamente en el hecho de haber roto en forma resuelta con el idealismo de Hegel y proclamado el materialismo, que ya "en el siglo XVIII, sobre todo en Francia, representaba la lucha, no sólo contra las instituciones políticas existentes y al mismo tiempo contra la religión y la teología, sino también [. . .] contra la metafísica en general" (entendiendo por ella toda "especulación ebria", a diferencia de la "filosofía sobria") (La Sagrada Familia, en La herencia literaria ).

"Para Hegel -- escribía Marx --, el proceso del pensamiento, al que él convierte incluso, bajo el nombre de idea, en sujeto con vida propia, es el demiurgo de lo real [. . .]. Para mí lo ideal no es, por el contrario, más que lo material traducido y traspuesto a la cabeza del hombre." (C. Marx, El Capital, t. I, "Palabras finales a la 2a ed.").

Mostrándose plenamente de acuerdo con esta filosofía materialista de Marx, F. Engels escribía lo siguiente, al exponerla en su Anti-Dühring (véase ), obra cuyo manuscrito conoció Marx: . . . "La unidad del mundo no existe en su ser, sino en su materialidad, que ha sido demostrada [. . .] en el largo y penoso desarrollo de la filosofía y de las ciencias naturales [. . .]. El movimiento es la forma de existencia de la materia. Jamás, ni en parte alguna, ha existido ni puede existir materia sin movimiento, ni movimiento sin materia [. . .]. Pero si seguimos preguntando qué son y de dónde proceden el pensar y la conciencia, nos encontramos con que son productos del cerebro humano y con que el mismo hombre no es más que un producto de la naturaleza, que se ha desarrollado en un determinado ambiente natural y junto con éste; por donde llegamos a la conclusión lógica de que los productos del cerebro humano, que en última instancia no son tampoco más que productos de la naturaleza, no se contradicen, sino que corresponden al resto de la concatenación de la naturaleza".

"Hegel era idealista, es decir, que para él las ideas de nuestra cabeza no son reflejos [Abbilder, esto es, imágenes, pero a veces Engels habla de "reproducciones"] más o menos abstractos de los objetos y fenómenos de la realidad, sino que los objetos y su desarrollo se le antojaban, por el contrario, imágenes de una idea existentes no se sabe dónde, ya antes de que existiese el mundo." En Ludwig Feuerbach [6], obra en la que Engels expone sus ideas y las de Marx sobre la filosofía de Feuerbach, y cuyo original envió a la imprenta después de revisar un antiguo manuscrito suyo y de Marx, que databa de los años 1844-1845, sobre Hegel, Feuerbach y la concepción materialista de la historia, escribe Engels: "El gran problema cardinal de toda filosofía, especialmente de la moderna, es el problema de la relación entre el pensar y el ser, entre el espíritu y la naturaleza [. . .]. ¿Qué está primero: el espíritu o la naturaleza? [. . .]

Los filósofos se dividieron en dos grandes campos, según la contestación que diesen a esta pregunta. Los que afirmaban que el espíritu estaba antes que la naturaleza y que, por lo tanto, reconocían, en última instancia, una creación del mundo bajo una u otra forma [. . .], constituyeron el campo del idealismo. Los demás, los que reputaban la naturaleza como principio fundamental, adhirieron a distintas escuelas del materialismo". Todo otro empleo de los conceptos de idealismo y materialismo (en sentido filosófico) sólo conduce a la confusión.

Marx rechazaba enérgicamente, no sólo el idealismo -- vinculado siempre, de un modo u otro, a la religión --, sino también los puntos de vista de Hume y Kant, tan difundidos en nuestros días, es decir, el agnosticismo, el criticismo y el positivismo en sus diferentes formas; para Marx esta clase de filosofía era una concesión "reaccionaria" al idealismo y, en el mejor de los casos, una "manera vergonzante de aceptar el materialismo bajo cuerda y renegar de él públicamente".

Sobre esto puede consultarse, además de las obras ya citadas de Engels y Marx, la carta de este último a Engels, fechada el 12 de diciembre de 1868, en la que habla de unas manifestaciones del célebre naturalista T. Huxley. En ella, a la vez que hace notar que Huxley se muestra "más materialista" que de ordinario, y reconoce que "si observamos y pensamos realmente, nunca podemos salirnos del materialismo", Marx le reprocha que deje abierto un "portillo" al agnosticismo, a la filosofía de Hume.

En particular debemos destacar la concepción de Marx acerca de las relaciones entre la libertad y la necesidad: "La necesidad sólo es ciega en cuanto no se la comprende. La libertad no es otra cosa que el conocimiento de la necesidad" (Engels, Anti-Dühring ) = reconocimiento de la sujeción objetiva de la naturaleza a leyes y de la trasformación dialéctica de la necesidad en libertad (a la par que de la trasformación de la "cosa en sí" no conocida aún, pero cognoscible, en "cosa para nosotros", de la "esencia de las cosas" en "fenómenos").

El defecto fundamental del "viejo" materialismo, incluido el de Feuerbach (y con mayor razón aún el del materialismo "vulgar" de Buchner, Vogt y Moleschott) consistía, según Marx y Engels, en lo siguiente:

1) en que este materialismo era "predominantemente mecanicista" y no tenía en cuenta los últimos progresos de la química y de la biología (a los que habría que agregar en nuestros días los de la teoría eléctrica de la materia);

2) en que el viejo materialismo no era histórico ni dialéctico (sino metafísico, en el sentido de antidialéctico) y no mantenía consecuentemente ni en todos sus aspectos el punto de vista del desarrollo;

3) en que concebían "la esencia del hombre" en forma abstracta, y no como el "conjunto de las relaciones sociales" (históricamente concretas y determinadas), por cuya razón se limitaban a "explicar" el mundo cuando en realidad se trata de "trasformar lo"; es decir, en que no comprendían la importancia de la "actividad práctica revolucionaria".


La Dialéctica

La dialéctica hegeliana, o sea, la doctrina más multilateral, más rica en contenido y más profunda del desarrollo, era para Marx y Engels la mayor conquista de la filosofía clásica alemana.

Toda otra formulación del principio del desarrollo, de la evolución, les parecía unilateral y pobre, deformadora y mutiladora de la verdadera marcha del desarrollo en la naturaleza y en la sociedad (marcha que a menudo se efectúa a través de saltos, cataclismos y revoluciones).

"Marx y yo fuimos casi los únicos que nos planteamos la tarea de salvar [del descalabro del idealismo, incluido el hegelianismo] la dialéctica conciente para traerla a la concepción materialista de la naturaleza."

"La naturaleza es la confirmación de la dialéctica, y precisamente son las modernas ciencias naturales las que nos han brindado un extraordinario acervo de datos [¡y esto fue escrito antes de que se descubriera el radio, los electrones, la trasformación de los elementos, etc.!] y enriquecido cada día que pasa, demostrando con ello que la naturaleza se mueve, en última instancia, dialéctica, y no metafísicamente."

"La gran idea fundamental -- escribe Engels -- de que el mundo no se compone de un conjunto de objetos terminados y acabados, sino que representa en sí un conjunto de procesos, en el que las cosas que parecen inmutables, al igual que sus imágenes mentales en nuestro cerebro, es decir, los conceptos, se hallan sujetos a un continuo cambio, a un proceso de nacimiento y muerte; esta gran idea fundamental se encuentra ya tan arraigada desde Hegel en la conciencia común, que apenas habrá alguien que la discuta en su forma general. Pero una cosa es reconocerla de palabra y otra aplicarla en cada caso particular y en cada campo de investigación."

"Para la filosofía dialéctica no existe nada establecido de una vez para siempre, nada absoluto, consagrado.; en todo ve lo que hay de perecedero, y no deja en pie más que el proceso ininterrumpido del aparecer y desaparecer, del infinito movimiento ascensional de lo inferior a lo superior. Y esta misma filosofía es un mero reflejo de ese proceso en el cerebro pensante." Así, pues, la dialéctica es, según Marx, "la ciencia de las leyes generales del movimiento, tanto del mundo exterior como del pensamiento humano".

Este aspecto revolucionario de la filosofía hegeliana es el que Marx recoge y desarrolla. El materialismo dialéctico "no necesita de ninguna filosofía situada por encima de las demás ciencias".

De la filosofía anterior queda en pie "la teoría del pensamiento y sus leyes, es decir, la lógica formal y la dialéctica".

Y la dialéctica, tal como la concibe Marx, y también según Hegel, abarca lo que hoy se llama teoría del conocimiento o gnoseología, ciencia que debe enfocar también su objeto desde un punto de vista histórico, investigando y generalizando los orígenes y el desarrollo del conocimiento, y el paso de la falta de conocimiento al conocimiento.

En nuestro tiempo, la idea del desarrollo, de la evolución, ha penetrado casi en su integridad en la conciencia social, pero no a través de la filosofía de Hegel, sino por otros caminos. Sin embargo, esta idea, tal como la formularon Marx y Engels, apoyándose en Hegel, es mucho más completa, mucho más rica en contenido que la teoría de la evolución al uso.

Es un desarrollo que, al parecer, repite etapas ya recorridas, pero de otro modo, sobre una base más alta ("negación de la negación"), un desarrollo, por decirlo así, en espiral y no en línea recta; un desarrollo que se opera en forma de saltos, a través de cataclismos y revoluciones, que significan "interrupciones de la gradualidad"; un desarrollo que es trasformación de la cantidad en calidad, impulsos internos de desarrollo originados por la contradicción, por el choque de las diversas fuerzas y tendencias, que actúan sobre determinado cuerpo, o dentro de los límites de un fenómeno dado o en el seno de una sociedad dada; interdependencia íntima e indisoluble concatenación de todos los aspectos de cada fenómeno (con la particularidad de que la historia pone constantemente al descubierto nuevos aspectos), concatenación que ofrece un proceso de movimiento único, universal y sujeto a leyes; tales son algunos rasgos de la dialéctica, teoría mucho más empapada de contenido que la (habitual) doctrina de la evolución. (Véase la carta de Marx a Engels del 8 de enero de 1868, en la que se mofa de las "rígidas tricotomías" de Stein, que sería ridículo confundir con la dialéctica materialista.)


La Concepción Materialista de la Historia

La conciencia de que el viejo materialismo era una teoría inconsecuente, incompleta y unilateral llevó a Marx a la convicción de que era indispensable "poner en consonancia la ciencia de la sociedad con la base materialista y reconstruirla sobre esta base".

Si el materialismo en general explica la conciencia por el ser, y no al contrario, aplicado a la vida social de la humanidad exige que la conciencia social se explique por el ser social.

"La tecnología -- dice Marx (en El Capital, t. I) -- pone al descubierto la relación activa del hombre con la naturaleza, el proceso inmediato de producción de su vida, y, a la vez, sus condiciones sociales de vida y de las representaciones espirituales que de ellas se derivan."

Y en el "prólogo a su Contribución a la crítica de la economía política ", Marx ofrece una formulación integral de las tesis fundamentales del materialismo aplicadas a la sociedad humana y a su historia. He aquí sus palabras:

"En la producción social de su vida, los hombres contraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales.

"El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se erige una superestructura política y jurídica, y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social.

El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general.

No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, su ser social el que determina su conciencia.

Al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad chocan con las relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí.

De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas de ellas.

Y se abre así una época de revolución social.

Al cambiar la base económica, se revoluciona, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella.

Cuando se estudian esas revoluciones, hay que distinguir siempre entre la revolución material producida en las condiciones económicas de producción, y que puede verificarse con la precisión propia de las ciencias naturales, y las revoluciones jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas; en una palabra, de las formas ideológicas en que los hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo.

"Y del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo por lo que él piensa de si, no podemos juzgar tampoco estas épocas de revolución por su conciencia, sino que, por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por las contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción. . ."

"A grandes rasgos, podemos señalar como otras tantas épocas de progreso en la formación económica de la sociedad, el modo de producción asiático, el antiguo, el feudal y el moderno burgués." (Véase la breve formulación que Marx da en su carta a Engels del 7 de julio de 1866: "Nuestra teoria de que la organización del trabajo está determinada por los medios de producción".)

El descubrimiento de la concepción materialista de la historia, o mejor dicho, la consecuente aplicación y extensión del materialismo al dominio de los fenómenos sociales, superó los dos defectos fundamentales de las viejas teorías de la historia.

En primer lugar, estas teorías solamente examinaban, en el mejor de los casos, los móviles ideológicos de la actividad histórica de los hombres, sin investigar el origen de esos móviles, sin captar las leyes objetivas que rigen el desarrollo del sistema de las relaciones sociales, ni ver las raices de éstas en el grado de desarrollo de la producción material;

en segundo lugar, las viejas teorias no abarcaban precisamente las acciones de las masas de la población, mientras que el materialismo histórico permitió estudiar, por vez primera y con la exactitud de las ciencias naturales, las condiciones sociales de la vida de las masas y los cambios operados en estas condiciones.

La "sociologia" y la historiografía anteriores a Marx proporcionaban, en el mejor de los casos, un cúmulo de datos crudos, recopilados fragmentariamente, y la descripción de aspectos aislados del proceso histórico.

El marxismo señaló el camino para un estudio global y multilateral del proceso de aparición, desarrollo y decadencia de las formaciones económico-sociales, examinando el conjunto de todas las tendencias contradictorias y reduciéndolas a las condiciones, perfectamente determinables, de vida y de producción de las distintas clases de la sociedad, eliminando el subjetivismo y la arbitrariedad en la elección de las diversas ideas "dominantes" o en la interpretación de ellas, y poniendo al descubierto las raíces de todas las ideas sin excepción y de las diversas tendencias que se manifiestan en el estado de las fuerzas productivas materiales.

Los hombres hacen su propia historia, ¿pero qué determina los móviles de estos hombres, y precisamente de las masas humanas?; ¿qué es lo que provoca los choques de ideas y las aspiraciones contradictorias?; ¿qué representa el conjunto de todos estos choques que se producen en la masa entera de las sociedades humanas?; ¿cuáles son las condiciones objetivas de producción de la vida material que crean la base de toda la actividad histórica de los hombres?; ¿cuál es la ley que rige el desenvolvimiento de estas condiciones? Marx concentró su atención en todo esto y trazó el camino para estudiar científicamente la historia como un proceso único, regido por leyes, en toda su inmensa diversidad y con su carácter contradictorio.


La Lucha de Clases

Todo el mundo sabe que en cualquier sociedad las aspiraciones de una parte de sus miembros chocan abiertamente con las aspiraciones de otros, que la vida social está llena de contradicciones, que la historia nos muestra una lucha entre pueblos y sociedades, así como en su propio seno; todo el mundo sabe también que se suceden los períodos de revolución y reacción, de paz y de guerras, de estancamiento y de rápido progreso o decadencia.

El marxismo nos proporciona el hilo conductor que permite descubrir una sujeción a leyes en este aparente laberinto y caos, a saber: la teoría de la lucha de clases.

Sólo el estudio del conjunto de las aspiraciones de todos los miembros de una sociedad dada o de un grupo de sociedades, puede conducirnos a una determinación científica del resultado de esas aspiraciones.

Ahora bien, la fuente de que brotan esas aspiraciones contradictorias son siempre las diferencias de situación y de condiciones de vida de las clases en que se divide cada sociedad.

"La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días -- dice Marx en el Manifiesto Comunista (exceptuando la historia del régimen de la comunidad primitiva, añade más tarde Engels) -- es la historia de las luchas de clases. Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales; en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada unas veces, y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la trasformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases beligerantes [. . .]. La moderna sociedad burguesa, que ha salido de entre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido las contradicciones de clase.

Unicamente ha sustituido las viejas clases, las viejas condiciones de opresion, las viejas formas de lucha, por otras nuevas.

Nuestra época, la época de la burguesía, se distingue, sin embargo, por haber simplificado las contradicciones de clase. Toda la sociedad va dividiéndose cada vez más en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases que se enfrentan directamente: la burguesía y el proletariado."

A partir de la Gran Revolución Francesa, la historia de Europa pone de relieve en distintos países, con especial evidencia, el verdadero fondo de los acontecimientos, la lucha de clases. Y ya en la época de la restauración se destacan en Francia algunos historiadores (Thierry, Guizot, Mignet y Thiers) que, al generalizar los acontecimientos, no pudieron dejar de reconocer que la lucha de clases era la clave para la comprensión de toda la historia francesa. Y la época contemporánea, es decir, la época que señala el triunfo completo de la burguesía y de las instituciones representativas, del sufragio amplio (cuando no universal), de la prensa diaria barata que llega a las masas, etc., la época de las poderosas asociaciones obreras y patronales cada vez más vastas, etc., pone de manifiesto de un modo todavía más patente (aunque a veces en forma unilateral, "pacífica" y "constitucional") que la lucha de clases es la fuerza motriz de los acontecimientos.

El siguiente pasaje del Manifiesto Comunista nos revela lo que Marx exigía de la ciencia social en cuanto al análisis objetivo de la situación de cada clase en la sociedad moderna y en relación con el examen de las condiciones de desarrollo de cada clase:

"De todas las clases que hoy se enfrentan con ía burguesía, sólo el proletariado es una clase verdaderamente revolucionaria. Las demás clases van degenerando y desaparecen con el desarrollo de la gran industria; el proletariado, en cambio, es su producto más peculiar. Las capas medias -- el pequeño industrial, el pequeño comerciante, el artesano y el campesino -- , todas ellas luchan contra la burguesía para salvar de la ruina su existencia como tales capas medias. No son, pues, revolucionarias, sino conservadoras. Más todavía, son reaccionarias, ya que pretenden volver atrás la rueda de la historia. Son revolucionarias únicamente cuando tienen ante sí la perspectiva de su tránsito inminente al proletariado; defendiendo así, no sus intereses presentes, sino sus intereses futuros, cuando abandonan sus propios puntos de vista para adoptar los del proletariado".

En una serie de obras históricas (véase la Bibliografía ), Marx nos ofrece brillantes y profundos ejemplos de historiografía materialista, de análisis de la situación de cada clase en particular y a veces de los diferentes grupos o capas que se manifiestan dentro de ella, mostrando palmariamente por qué y cómo "toda lucha de clases es una lucha política". El pasaje que acabamos de citar ilustra cuán intrincada es la red de relaciones sociales y fases de transición de una clase a otra, del pasado al porvenir, que Marx analiza para determinar la resultante total del desarrollo histórico.

La confirmación y aplicación más profunda, más completa y detallada de la teoría de Marx es su doctrina económica.


LA DOCTRINA ECONÓMICA DE MARX

"Y la finalidad última de esta obra -- dice Marx en el prólogo a El Capital -- es, en efecto, descubrir la ley económica que preside el movimiento de la sociedad moderna", es decir, de la sociedad capitalista, burguesa. El estudio de las relaciones de producción de una sociedad dada, históricamente determinada, en su aparición, desarrollo y decadencia: tal es el contenido de la doctrina económica de Marx. En la sociedad capitalista impera la producción de mercancías ; por eso, el análisis de Marx empieza con el análisis de la mercancía.


El Valor

La mercancía es, en primer lugar, una cosa que satisface una determinada necesidad humana y, en segundo lugar, una cosa que se cambia por otra.

La utilidad de una cosa hace de ella un valor de uso. El valor de cambio (o, sencillamente el valor) es, ante todo, la relación o proporción en que se cambia cierto número de valores de uso de una clase por un determinado número de valores de uso de otra clase.

La experiencia diaria nos muestra que, a través de millones y miles de millones de esos actos de intercambio, se equiparan constantemente todo género de valores de uso, aun los más diversos y menos equiparables entre sí.

¿Qué es lo que tienen de común esos diversos objetos, que constantemente son equiparados entre sí en determinado sistema de relaciones sociales? Tienen de común el que todos ellos son productos del trabajo.

Al cambiar sus productos, los hombres equiparan los mas diversos tipos de trabajo.

La producción de mercancías es un sistema de relaciones sociales en que los distintos productores crean diversos productos (división social del trabajo), y todos estos productos se equiparan entre sí por medio del cambio.

Por lo tanto, lo que todas las mercancías encierran de común no es el trabajo concreto de una determinada rama de producción, no es un trabajo de determinado tipo, sino el trabajo humano abstracto, el trabajo humano en general.

Toda la fuerza de trabajo de una sociedad dada, representada por la suma de valores de todas las mercancías, es una y la misma fuerza humana de trabajo; así lo evidencian miles de millones de actos de cambio. Por consiguiente, cada mercancía en particular no representa más que una determinada parte del tiempo de trabajo socialmente necesario.

La magnitud del valor se determina por la cantidad de trabajo socialmente necesario o por el tiempo de trabajo socialmente necesario para producir cierta mercancía o cierto valor de uso.

"Al equiparar unos con otros, en el cambio, sus diversos productos, lo que hacen los hombres es equiparar entre sí sus diversos trabajos como modalidades del trabajo humano. No lo saben, pero lo hacen."

El valor es, como dijo un viejo economista, una relación entre dos personas; pero debió añadir simplemente: relación encubierta por una envoltura material.

Sólo partiendo del sistema de relaciones sociales de producción de una formación social históricamente determinada, relaciones que se manifiestan en el fenómeno masivo del cambio, repetido miles de millones de veces, podemos comprender lo que es el valor.

"Como valores, las mercancías no son más que cantidades determinadas de tiempo de trabajo coagulado."

Después de analizar en detalle el doble carácter del trabajo materializado en las mercancías, Marx pasa al análisis de la forma del valor y del dinero. Con ello se propone, fundamentalmente, investigar el origen de la forma monetaria del valor, estudiar el proceso histórico de desenvolvimiento del cambio, comenzando por las operaciones sueltas y fortuitas de trueque ("forma simple, suelta o fortuita del valor", en que una cantidad de mercancía es cambiada por otra) hasta remontarse a la forma universal del valor, en que mercancías diferentes se cambian por una mercancía concreta, siempre la misma, y llegar a la forma monetaria del valor, en que la función de esta mercancía, o sea, la función de equivalente universal, la desempeña el oro.

El dinero, producto supremo del desarrollo del cambio y de la producción de mercancías, disfraza y oculta el carácter social de los trabajos privados, la concatenación social existente entre los diversos productores unidos por el mercado.

Marx somete a un análisis extraordinariamente minucioso las diversas funciones del dinero, debiendo advertirse, pues tiene gran importancia, que en este caso (como, en general, en todos los primeros capítulos de El Capital ) la forma abstracta de la exposición, que a veces parece puramente deductiva, recoge en realidad un gigantesco material basado en hechos sobre la historia del desarrollo del cambio y de la producción de mercancías.

"El dinero presupone cierto nivel del cambio de mercancías. Las diversas formas del dinero -- simple equivalente de mercancías o medio de circulación, medio de pago, de atesoramiento y dinero mundial -- señalan, según el distinto volumen y predominio relativo de tal o cual función, fases muy distintas del proceso social de producción" (El Capital, I).

La Plusvalía

Al alcanzar la producción de mercancías determinado grado de desarrollo, el dinero se convierte en capital. La fórmula de la circulación de mercancías era: M (mercancía) -- D (dinero) -- M (mercancía), o sea, venta de una mercancía para comprar otra. Por el contrario, la fórmula general del capital es D -- M -- D, o sea, la compra para la venta (con ganancia).

Marx llama plusvalía a este incremento del valor primitivo del dinero que se lanza a la circulación. Que el dinero lanzado a la circulación capitalista "crece", es un hecho conocido de todo el mundo. Y precisamente ese "crecimiento" es lo que convierte el dinero en capital, como relación social de producción particular, históricamente determinada.

La plusvalía no puede brotar de la circulación de mercancías, pues ésta sólo conoce el intercambio de equivalentes; tampoco puede provenir de un alza de los precios, pues las pérdidas y las ganancias recíprocas de vendedores y compradores se equilibrarían; se trata de un fenómeno masivo, medio, social, y no de un fenómeno individual.

Para obtener plusvalía "el poseedor del dinero necesita encontrar en el mercado una mercancía cuyo valor de uso posea la cualidad peculiar de ser fuente de valor", una mercancía cuyo proceso de consumo sea, al mismo tiempo, proceso de creación de valor. Y esta mercancía existe: es la fuerza de trabajo del hombre. Su consumo es trabajo y el trabajo crea valor.

El poseedor del dinero compra la fuerza de trabajo por su valor, valor que es determinado, como el de cualquier otra mercancía, por el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción (es decir, por el costo del mantenimiento del obrero y su familia).

Una vez que ha comprado la fuerza de trabajo el poseedor del dinero tiene derecho a consumirla, es decir, a obligarla a trabajar durante un día entero, por ejemplo, durante doce horas.

En realidad el obrero crea en seis horas (tiempo de trabajo "necesario") un producto con el que cubre los gastos de su mantenimiento; durante las seis horas restantes (tiempo de trabajo "suplementario") crea un "plusproducto" no retribuido por el capitalista, que es la plusvalía.

Por consiguiente, desde el punto de vista del proceso de la producción, en el capital hay que distinguir dos partes: capital constante, invertido en medios de producción (máquinas, instrumentos de trabajo, materias primas, etc.) -- y cuyo valor se trasfiere sin cambio de magnitud (de una vez o en partes) a las mercancías producidas --, y capital variable, invertido en fuerza de trabajo.

El valor de este capital no permanece invariable, sino que se acrecienta en el proceso del trabajo, al crear la plusvalía.

Por lo tanto, para expresar el grado de explotación de la fuerza de trabajo por el capital, tenemos que comparar la plusvalía obtenida, no con el capital global, sino exclusivamente con el capital variable. La cuota de plusvalía, como llama Marx a esta relación, sería, pues, en nuestro ejemplo, de 6:6, es decir, del 100 por ciento.

Las premisas históricas para la aparición del capital son:

primera, la acumulación de determinada suma de dinero en manos de ciertas personas, con un nivel de desarrollo relativamente alto de la producción de mercancías en general ¡

segunda, la existencia de obreros "libres" en un doble sentido -- libres de todas las trabas o restricciones impuestas a la venta de la fuerza de trabajo, y libres por carecer de tierra y, en general, de medios de producción --, de obreros desposeídos, de obreros "proletarios" que, para subsistir, no tienen más recursos que la venta de su fuerza de trabajo.


Dos son los modos principales para poder incrementar la plusvalía: mediante la prolongación de la jornada de trabajo ("plusvalía absoluta") y mediante la reducción del tiempo de trabajo necesario ("plusvalía relativa").

Al analizar el primer modo, Marx hace desfilar ante nosotros el grandioso panorama de la lucha de la clase obrera para reducir la jornada de trabajo y de la intervención del poder estatal, primero para prolongarla (en el período que media entre los siglos XIV y XVII) y después para reducirla (legislación fabril del siglo XIX). Desde la aparición de El Capital, la historia del movimiento obrero de todos los países civilizados ha aportado miles y miles de nuevos hechos que ilustran este panorama.

Al proceder a su análisis de la producción de plusvalía relativa, Marx investiga las tres etapas históricas fundamentales de la elevación de la productividad del trabajo por el capitalismo:

1) la cooperación simple;

2) la división del trabajo y la manufactura;

3) la maquinaria y la gran industria.


La profundidad con que Marx aquí pone de relieve los rasgos fundamentales y típicos del desarrollo del capitalismo nos demuestra, entre otras cosas, el hecho de que el estudio de la llamada industria de los kustares* en Rusia ha aportado un abundantísimo material para ilustrar las dos primeras etapas de las tres mencionadas. En cuanto a la acción revolucionaria de la gran industria maquinizada, descrita por Marx en 1867, durante el medio siglo trascurrido desde entonces ha venido a revelarse en toda una serie de países "nuevos" (Rusia, Japón, etc.).

Prosigamos. Importantísimo y nuevo es el análisis de Marx de la acumulación del capital, es decir, de la trasformación de una parte de la plusvalía en capital, y de su empleo, no para satisfacer las necesidades personales o los caprichos del capitalista, sino para renovar la producción.

Marx hace ver el error de toda la economía política clásica anterior (desde Adam Smith) al suponer que toda la plusvalía que se convertía en capital pasaba a formar parte del capital variable, cuando en realidad se descompone en medios de producción más capital variable.

En el proceso de desarrollo del capitalismo y de su trasformación en socialismo tiene una inmensa importancia el que la parte del capital constante (en la suma total del capital) se incremente con mayor rapidez que la parte del capital variable.

Al acelerar el desplazamiento de los obreros por la maquinaria, produciendo riqueza en un polo y miseria en el polo opuesto, la acumulación del capital crea también el llamado "ejército industrial de reserva", el "sobrante relativo" de obreros o "superpoblación capitalista", que reviste formas extraordinariamente diversas y permite al capital ampliar la producción con singular rapidez.

Esta posibilidad, relacionada con el crédito y la acumulación de capital en medios de producción, nos proporciona, entre otras cosas, la clave para comprender las crisis de superproducción, que estallan periódicamente en los países capitalistas, primero cada diez años, término medio, y luego con intervalos mayores y menos precisos.

De la acumulación del capital sobre la base del capitalismo hay que distinguir la llamada acumulación primitiva, que se lleva a cabo mediante la separación violenta del trabajador de los medios de producción, expulsión del campesino de su tierra, robo de los terrenos comunales, sistema colonial, sistema de la deuda pública, tarifas aduaneras proteccionistas, etc. La "acumulación primitiva" crea en un polo al proletario "libre" y en el otro al poseedor del dinero, el capitalista.

Marx caracteriza la "tendencia histórica de la acumulación capitalista" con las famosas palabras siguientes:

"La expropiación del productor directo se lleva a cabo con el más despiadado vandalismo y bajo el acicate de las pasiones más infames, más sucias, más mezquinas y más desenfrenadas. La propiedad privada, fruto del propio trabajo [del campesino y del artesano], y basada, por decirlo así, en la compenetración del obrero individual e independiente con sus instrumentos y medios de trabajo, es desplazada por la propiedad privada capitalista, basada en la explotación de la fuerza de trabajo ajena, aunque formalmente libre [. . .]. Ahora ya no se trata de expropiar al trabajador dueño de una economía independiente, sino de expropiar al capitalista explotador de numerosos obreros. Esta expropiación la lleva a cabo el juego de las leyes inmanentes de la propia producción capitalista, la centralización de los capitales. Un capitalista derrota a otros muchos. Paralelamente con esta centralización del capital o expropiación de muchos capitalistas por unos pocos, se desarrolla en una escala cada vez mayor la forma cooperativa del proceso de trabajo, la aplicación técnica conciente de la ciencia, la explotación planificada de la tierra, la trasformación de los medios de trabajo en medios de trabajo utilizables sólo colectivamente, la economía de todos los medios de producción al ser empleados como medios de producción de un trabajo combinado, social, la absorción de todos los países por la red del mercado mundial y, como consecuencia de esto, el carácter internacional del régimen capitalista. Conforme disminuye progresivamente el número de magnates capitalistas que usurpan y monopolizan todos los beneficios de este proceso de trasformación, crece la masa de la miseria, de la opresión, del esclavizamiento, de la degeneración, de la explotación; pero crece también la rebeldía de la clase obrera, que es aleccionada, unificada y organizada por el mecanismo del propio proceso capitalista de producción El monopolio del capital se convierte en grillete del modo de producción que ha crecido con él y bajo él.

La centralización de los medios de producción y la socialización del trabajo llegan a un punto en que son ya incompatibles con su envoltura capitalista.

Esta envoltura estalla. Suena la hora de la propiedad privada capitalista. Los expropiadores son expropiados" (EI Capital, t. I).

También es sumamente importante y nuevo el análisis que hace Marx más adelante de la reproducción del capital social, considerado en su conjunto, en el tomo II de El Capital. T

ampoco en este caso toma Marx un fenómeno individual, sino de masas; no toma una parte fragmentaria de la economía de la sociedad, sino toda la economía en su conjunto.

Rectificando el error en que incurren los economistas clásicos antes mencionados, Marx divide toda la producción social en dos grandes secciones: 1) producción de medios de producción y 2) producción de artículos de consumo.

Y, apoyándose en cifras, analiza minuciosamente la circulación del capital social en su conjunto, tanto en la reproducción de envergadura anterior como en la acumulación.

En el tomo III de El Capital se resuelve, sobre la base de la ley del valor, el problema de la formación de la cuota media de ganancia.

Constituye un gran progreso en la ciencia económica el que Marx parta siempre, en sus análisis, de los fenómenos económicos generales, del conjunto de la economía social, y no de casos aislados o de las manifestaciones superficiales de la competencia, que es a lo que suele limitarse la economía política vulgar o la moderna "teoría de la utilidad límite".

Marx analiza primero el origen de la plusvalía y luego pasa a ver su descomposición en ganancia, interés y renta del suelo.

La ganancia es la relación de la plusvalía con todo el capital invertido en una empresa.

El capital de "alta composición orgánica" (es decir, aquel en el cual el capital constante predomina sobre el variable en proporciones superiores a la media social) arroja una cuota de ganancia inferior a la cuota media.

El capital de "baja composición orgánica" da, por el contrario, una cuota de ganancia superior a la media.

La competencia entre los capitales, su libre paso de unas ramas de producción a otras, reducen en ambos casos la cuota de ganancia a la cuota media. La suma de los valores de todas las mercancías de una sociedad dada coincide con la suma de precios de estas mercancías; pero en las distintas empresas y en las diversas ramas de producción las mercancías, bajo la presión de la competencia, no se venden por su valor, sino por el precio de producción, que equivale al capital invertido más la ganancia media.

Así, pues, un hecho conocido de todos, e indiscutible, es decir, el hecho de que los precios difieren de los valores y de que las ganancias se nivelan, lo explica Marx perfectamente partiendo de la ley del valor, pues la suma de los valores de todas las mercancías coincide con la suma de sus precios. Sin embargo, la reducción del valor (social) a los precios (individuales) no es una operación simple y directa, sino que sigue una vía indirecta y muy complicada: es perfectamente natural que en una sociedad de productores de mercancías dispersos, vinculados sólo por el mercado, las leyes que rigen esa sociedad no puedan manifestarse más que como leyes medias, sociales, generales, con una compensación mutua de las desviaciones individuales manifestadas en uno u otro sentido.

La elevación de la productividad del trabajo significa un incremento más rápido del capital constante en comparación con el variable. Pero como la creación de plusvalía es función privativa de éste, se comprende que la cuota de ganancia (o sea, la relación que guarda la plusvalía con todo el capital, y no sólo con su parte variable) acuse una tendencia a la baja. Marx analiza minuciosamente esta tendencia, así como las diversas circunstancias que la ocultan o contrarrestan. Sin detenernos a exponer los capítulos extraordinariamente interesantes del tomo III, que estudian el capítulo usurario, comercial y financiero, pasaremos a lo esencial, a la teoría de la renta del suelo. Debido a la limitación de la superficie de la tierra, que en los países capitalistas es ocupada enteramente por los propietarios particulares, el precio de producción de los productos agrícolas no lo determinan los gastos de producción en los terrenos de calidad media, sino en los de calidad inferior; no lo determinan las condiciones medias en que el producto se lleva al mercado, sino las condiciones peores. La diferencia existente entre este precio y el de producción en las tierras mejores (o en condiciones más favorables de producción) da lugar a una diferencia o renta diferencial. Marx analiza detenidamente la renta diferencial y de muestra que brota de la diferente fertilidad del suelo, de la diferencia de los capitales invertidos en el cultivo de las tierras, poniendo totalmente al descubierto (véase también la Teoría de la plusvalía, donde merece una atención especial la crítica que hace a Rodbertus) el error de Ricardo, según el cual la renta diferencial sólo se obtiene con el paso sucesivo de las tierras mejores a las peores. Por el contrario, se dan también casos inversos: tierras de una clase determinada se trasforman en tierras de otra clase (gracias a los progresos de la técnica agrícola, a la expansión de las ciudades, etc.), por lo que la tristemente célebre "ley del rendimiento decreciente del suelo" es profundamente errónea y representa un intento de cargar sobre la naturaleza los defectos, las limitaciones y contradicciones del capitalismo. Además, la igualdad de ganancias en todas las ramas de la industria y de la economía nacional presupone la plena libertad de competencia, la libertad de trasferir los capitales de una rama de producción a otra. Pero la propiedad privada sobre el suelo crea un monopolio, que es un obstáculo para la libre trasferencia. En virtud de ese monopolio, los productos de la economía agrícola, que se distingue por una baja composición del capital y, en consecuencia, por una cuota de ganancia individual más alta, no entran en el proceso totalmente libre de nivelación de las cuotas de ganancia. El propietario de la tierra, como monopolista, puede mantener sus precios por encima del nivel medio, y este precio de monopolio origina la renta absoluta. La renta diferencial no puede ser abolida mientras exista el capitalismo; en cambio, la renta absoluta puede serlo; por ejemplo, cuando se nacionaliza la tierra, convirtiéndola en propiedad del Estado. Este paso significaría el socavamiento del monopolio de los propietarios privados, así como una aplicación más consecuente y plena de la libre competencia en la agricultura. Por eso los burgueses radicales, advierte Marx, han presentado repetidas veces a lo largo de la historia esta reivindicación burguesa progresista de la nacionalización de la tierra, que asusta, sin embargo, a la mayoría de los burgueses, pues "afecta" demasiado de cerca a otro monopolio mucho más importante y "sensible" en nuestros días: el monopolio de los medios de producción en general. (El propio Marx expone en un lenguaje muy popular, conciso y claro su teoría de la ganancia media sobre el capital y de la renta absoluta del suelo, en la carta que dirige a Engels el 2 de agosto de 1862. Véase Correspondencia, t. III, págs. 77-81, y también en las págs. 86-87, la carta del 9 de agosto de 1862.) Para la historia de la renta del suelo resulta importante señalar el análisis en que Marx demuestra cómo la trasformación de la renta en trabajo (cuando el campesino crea el plusproducto trabajando en la hacienda del terrateniente) en renta natural o renta en especie (cuando el campesino crea el plusproducto en su propia tierra, entregándolo luego al terrateniente bajo una "coerción extraeconómica"), después en renta en dinero (que es la misma renta en especie, sólo que convertida en dinero, el obrok, censo de la antigua Rusia, en virtud del desarrollo de la producción de mercancías) y finalmente, en la renta capitalista, cuando en lugar del campesino es el patrono quien cultiva la tierra con ayuda del trabajo asalariado. En relación con este análisis de la "génesis de la renta capitalista del suelo", hay que señalar una serie de profundas ideas (que tienen una importancia especial para los países atrasados, como Rusia) expuestas por Marx acerca de la evolución del capitalismo en la agricultura."La trasformación de la renta natural en renta en dinero va, además, no sólo necesariamente acompaña da, sino incluso anticipada por la formación de una clase de jornaleros desposeídos, que se contratan por dinero. Durante el período de nacimiento de dicha clase, en que ésta sólo aparece en forma esporádica, va desarrollándose, por lo tanto, necesariamente, en los campesinos mejor situados y sujetos a obrok, la costumbre de explotar por su cuenta a jornaleros agrícolas, del mismo modo que ya en la época feudal los campesinos más acomodados sujetos a vasallaje tenían a su servicio a otros vasallos. Esto va permitiendoles acumular poco a poco cierta fortuna y convertirse en futuros capitalistas. De este modo va formándose entre los antiguos poseedores de la tierra que la trabajaban por su cuenta, un semillero de arrendatarios capitalistas, cuyo desarrollo se halla condicionado por el desarrollo general de la producción capitalista fuera del campo. . ." (El Capital, t. III2a, 332). "La expropiación, el desahucio de una parte de la población rural no sólo 'libera' para el capital industrial a los obreros, sus medios de vida y sus materiales de trabajo, sino que además crea el mercado interior." (El Capital, t. I2a, pág. 778). La depauperación y la ruina de la población del campo influyen, a su vez, en la formación del ejército industrial de reserva para el capital. En todo país capitalista "una parte de la población rural se encuentra constantemente en trance de trasformarse en población urbana o manufacturera [es decir, no agrícola]. Esta fuente de superpoblación relativa flota constantemente [. . .]. El obrero agrícola se ve constantemente reducido al salario mínimo y vive siempre con un pie en el pantano del pauperismo" (El Capital, I2a, 668). La propiedad privada del campesino sobre la tierra que cultiva es la base de la pequeña producción y la condición para que ésta florezca y adquiera una forma clásica. Pero esa pequeña producción sólo es compatible con los límites estrechos y primitivos de la producción y de la sociedad. Bajo el capitalismo "la explotación de los campesinos se distingue de la explotación del proletariado industrial sólo por la forma. El explotador es el mismo: el capital. Individualmente, los capitalistas explotan a los campesinos individuales por medio de la hipoteca y de la usura; la clase capitalista explota a la clase campesina por medio de los impuestos del Estado" (Las luchas de clases en Francia ). "La parcela del campesino sólo es ya el pretexto que permite al capitalista extraer de la tierra ganancias, intereses y renta, dejando al agricultor que se las arregle para sacar como pueda su salario." (El Diecíocho Brumario.) Habitualmente, el campesino entrega incluso a la sociedad capitalista, es decir, a la clase capitalista, una parte de su salario, descendiendo "al nivel del arrendatario irlandés, aunque en apariencia es un propietario privado" (Las luchas de clases en Francia ). ¿Cuál es "una de las causas por las que en países en que predomina la propiedad parcelaria, el trigo se cotice a precio más bajo que en los países en que impera el régimen capitalista de producción"? (El Capital, t. III2a, 340). La causa es que el campesino entrega gratuitamente a la sociedad (es decir, a la clase capitalista) una parte del plusproducto. "Estos bajos precios [del trigo y los demás productos agrícolas] son, pues, un resultado de la pobreza de los productores y no, ni mucho menos, consecuencia de la productividad de su trabajo" (El Capital, t. III2a, 340). Bajo el capitalismo, la pequeña propiedad agraria, forma normal de la pequeña producción, degenera, se destruye y desaparece. "La pequeña propiedad agraria, por su propia naturaleza, es incompatible con el desarrollo de las fuerzas productivas sociales del trabajo, con las formas sociales del trabajo, con la concentración social de los capitales, con la ganadería en gran escala y con la utilización progresiva de la ciencia. La usura y el sistema de impuestos la conduce, inevitablemente, por doquier, a la ruina. El capital invertido en la compra de la tierra es sustraído al cultivo de ésta. Dispersión infinita de los medios de producción y diseminación de los productores mismos. [Las cooperativas, es decir, las asociaciones de pequeños campesinos, cumplen un extraordinario papel progresista desde el punto de vista burgués, pero sólo pueden conseguir atenuar esta tendencia, sin llegar a suprimirla; además, no se debe olvidar que estas cooperativas dan mucho a los campesinos acomodados y muy poco o casi nada a la masa de campesinos pobres, ni debe olvidarse tampoco que las propias asociaciones terminan por explotar el trabajo asalariado.] Inmenso derroche de energía humana; empeoramiento progresivo de las condiciones de producción y encarecimiento de los medios de producción: tal es la ley de la [pequeña] propiedad parcelaria." En la agricultura, lo mismo que en la industria, el capitalismo sólo trasforma el proceso de producción a costa del "martirologio de los productores". "La dispersión de los obreros del campo en grandes superficies quebranta su fuerza de resistencia, al paso que la concentración robustece la fuerza de resistencia de los obreros de la ciudad. Al igual que en la industria moderna, en la moderna agricultura, es decir en la capitalista, la intensificación de la fuerza productiva y la más rápida movilización del trabajo se consiguen a costa de devastar y agotar la fuerza obrera de trabajo. Además, todos los progresos realizados por la agricultura capitalista no son solamente progresos en el arte de esquilmar al obrero, sino también en el arte de esquilmar la tierra [. . .]. Por lo tanto, la producción capitalista sólo sabe desarrollar la técnica y la combinación del proceso social de producción, minando al mismo tiempo las dos fuentes originales de toda riqueza: la tierra y el hombre". (EI Capital, t. I, final del capítulo XIII)


EL SOCIALISMO

Por lo expuesto, se ve que Marx llega a la conclusión de que es inevitable la trasformación de la sociedad capitalista en socialista basándose única y exclusivamente en la ley económica del movimiento de la sociedad moderna. La socialización del trabajo, que avanza cada vez con mayor rapidez bajo miles de formas, y que durante el medio siglo trascurrido desde la muerte de Marx se manifiesta en forma muy palpable en el incremento de la gran producción, de los cártels, los sindicatos y los trusts capitalistas, y en el gigantesco crecimiento del volumen y el poderío del capital financiero, es la base material más importante del advenimiento inevitable del socialismo. El motor intelectual y moral de esta trasformación, su agente físico, es el proletariado, educado por el propio capitalismo. Su lucha contra la burguesía, que se manifiesta en las formas más diversas, y cada vez más ricas en contenido, se convierte inevitablemente en lucha política por la conquista de su propio poder político (la "dictadura del proletariado"). La socialización de la producción no puede dejar de conducir a la trasformación de los medios de producción en propiedad social, es decir, a la "expropiación de los expropiadores". La enorme elevación de la productividad del trabajo, la reducción de la jornada de trabajo y la sustitución de los vestigios, de las ruinas de la pequeña producción, primitiva y desperdigada, por el trabajo colectivo perfeccionado: tales son las consecuencias directas de esa trasformación. El capitalismo rompe de modo definitivo los vínculos de la agricultura con la industria pero a la vez, al llegar a la culminación de su desarrollo, prepara nuevos elementos para restablecer esos vínculos, la unión de la industria con la agricultura, sobre la base de la aplicación conciente de la ciencia, de la combinación del trabajo colectivo y de un nuevo reparto de la población (acabando con el abandono del campo, con su aislamiento del mundo y con el atraso de la población rural, como también con la aglomeración antinatural de gigantescas masas humanas en las grandes ciudades). Las formas superiores del capitalismo actual preparan nuevas relaciones familiares, nuevas condiciones para la mujer y para la educación de las nuevas generaciones: el trabajo de las mujeres y de los niños, y la disolución de la familia patriarcal por el capitalismo, asumen inevitablemente en la sociedad moderna las formas más espantosas, miserables y repulsivas. No obstante, "la gran industria, al asignar a la mujer al joven y al niño de ambos sexos un papel decisivo en los procesos socialmente organizados de la producción, arrancándolos con ello a la órbita doméstica, crea las nuevas bases económicas para una forma superior de familia y de relaciones entre ambos sexos. Tan necio es, naturalmente, considerar absoluta la forma cristiano-germánica de la familia, como lo sería atribuir ese carácter a la forma romana antigua, a la antigua forma griega o a la forma oriental, entre las cuales media, por lo demás, un lazo de continuidad histórica. Y no es menos evidente que la existencia de un personal obrero combinado, en el que entran individuos de ambos sexos y de las más diversas edades, aunque hoy, en su forma capitalista primitiva y brutal, en que el obrero existe para el proceso de producción y no éste para el obrero, sea fuente apestosa de corrupción y esclavitud, bajo las condiciones que corresponden a este régimen necesariamente se trocará en fuente de evolución humana" (El Capital, t. I, final del cap. XIII). Del sistema fabril brota "el germen de la educación del porvenir en la que se combinará para todos los niños a partir de cierta edad el trabajo productivo con la enseñanza y la gimnasia, no sólo como método para intensificar la producción social, sino también como el único método que permite producir hombres plenamente desarrollados" (Loc. cit.). Sobre esa misma base histórica plantea el socialismo de Marx los problemas de la nacionalidad y del Estado, no limitándose a una explicación del pasado, sino previendo audazmente el porvenir y en el sentido de una intrépida actuación práctica encaminada a su realización. Los estados nacionales son el fruto inevitable y, además, una forma inevitable de la época burguesa de desarrollo de la sociedad. Y la clase obrera no podía fortalecerse, alcanzar su madurez y formarse, sin "organizarse en el marco de la nación", sin ser "nacional" ("aunque de ningún modo en el sentido burgués"). Pero el desarrollo del capitalismo va destruyendo cada vez más las barreras nacionales, pone fin al aislamiento nacional y sustituye los antagonismos nacionales por los antagonismos de clase. Por eso es una verdad innegable que en los países capitalistas adelantados "los obreros no tienen patria" y que la "conjunción de los esfuerzos" de los obreros, al menos de los países civilizados, "es una de las primeras condiciones de la emancipación del proletariado" (Manifiesto Comunista). El Estado, es decir, la violencia organizada, surgió inevitablemente en determinada fase del desarrollo social, cuando la sociedad se dividió en clases antagónicas y su existencia se hubiera hecho imposible sin un "poder" situado, aparentemente, por encima de la sociedad y hasta cierto punto seperado de ella. El Estado, fruto de los antagonismos de la clase, se convierte en "el Estado de la clase más poderosa, de la clase económicamente dominante, que, con ayuda de él, se convierte también en la clase políticamente dominante, adquiriendo con ello nuevos medios para la represión y la explotación de la clase oprimida. Así, el Estado de la antiguedad era, ante todo, el Estado de los esclavistas, para tener sometidos a los esclavos; el Estado feudal era el órgano de que se valía la nobleza para tener sujetos a los campesinos siervos, y el moderno Estado representativo es el instrumento de que se sirve el capital para explotar el trabajo asalariado" (Engels, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, obra en la que el autor expone sus propias ideas y las de Marx). Incluso la forma más libre y progresista del Estado burgués, la república democrática, no suprime de ningún modo este hecho; lo único que hace es variar su forma (vínculos del gobierno con la Bolsa, corrupción -- directa o indirecta -- de los funcionarios y de la prensa, etc.). El socialismo, que conduce a la abolición de las clases, conduce con ello a la supresión del Estado. "El primer acto -- escribe Engels en su Anti-Dühring -- en que el Estado se manifiesta efectivamente como representante de la sociedad, la expropiación de los medios de producción en nombre de la sociedad, es a la par su último acto independiente como Estado. La intervención del poder del Estado en las relaciones sociales se hará superflua en un campo tras otro de la vida social y cesará por sí misma. El gobierno sobre las personas será sustituido por la administración de las cosas y por la dirección de los procesos de producción. El Estado no será 'abolido'i se extinguirá." "La sociedad, reorganizando de un modo nuevo la producción sobre la base de una asociación libre de productores iguales, enviará toda la máquina del Estado al iugar que entonces le ha de corresponder: al museo de antiguedades, junto a la rueca y al hacha de bronce" (F. Engels, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado.)

Por último, en relación con el problema de la actitud del socialismo de Marx hacia los pequeños campesinos, que seguirán existiendo en la época de la expropiación de los expropiadores, debemos señalar unas palabras de Engels, que expresan a su vez las ideas de Marx: "Cuando tengamos en nuestras manos el poder estatal, no podremos pensar en expropiar violentamente a los pequeños campesinos (con indemnización o sin ella) como habrá que hacerlo con los grandes terratenientes. Con respecto a los pequeños campesinos, nuestra misión consistirá, ante todo, en encauzar su producción individual y su propiedad privada hacia un régimen cooperativo, no de un modo violento, sino mediante el ejemplo y ofreciéndoles la ayuda social para este fin. Y entonces es indudable que nos sobrarán medios para hacer ver al campesino todas las ventajas que le dará semejante paso, ventajas que le deben ser explicadas desde ahora"[7] (Engels, El problema agrario en Occidente, ed. de Alexéieva, pág. 17; la trad. rusa contiene errores. Véase el original en Neue Zeit ).


LA TÁCTICA DE LA LUCHA DE CLASE DEL PROLETARIADO

Después de esclarecer, ya en los años 1844-1845, uno de los defectos fundamentales del antiguo materialismo, que consiste en no comprender las condiciones de la actividad revolucionaria práctica, ni apreciar su importancia, Marx consagra, a lo largo de su vida, una intensa atención, a la vez que a los trabajos teóricos, a los problemas tácticos de la lucha de clase del proletariado Todas las obras de Marx, y en particular los cuatro volúmenes de su correspondencia con Engels, publicados en 1913, nos ofrecen a este respecto una documentación copiosísima. Estos documentos distan mucho de estar debidamente recopilados, sistematizados, estudiados y analizados. Por eso tendremos que limitarnos aquí exclusivamente a algunas observaciones muy generales y breves, subrayando que el materialismo, despojado de e s t e aspecto, era justamente para Marx un materialismo a medias, unilateral, sin vida. Marx trazó el objetivo fundamental de la táctica del proletariado en rigurosa consonancia con todas las premisas de su concepción materialista dialéctica del mundo. Sólo considerando en forma objetiva el conjunto de las relaciones mutuas de todas las clases, sin excepción, de una sociedad dada, y teniendo en cuenta, por lo tanto, el grado objetivo de desarrollo de esta sociedad y sus relaciones mutuas y con otras sociedades, podemos disponer de una base que nos permita trazar certeramente la táctica de la clase de vanguardia. A este respecto, todas las clases y todos los países se examinan de un modo dinámico, no estático; es decir, no como algo inmóvil, sino en movimiento (movimiento cuyas leyes emanan de las condiciones económicas de vida de cada clase). A su vez, el movimiento se estudia, no sólo desde el punto de vista del pasado, sino también del porvenir, y, además, no con el criterio vulgar de los "evolucionistas", que sólo ven los cambios lentos, sino dialécticamente: "En desarrollos de tal magnitud, veinte años son más que un día -- escribía Marx a Engels --, aun cuando en el futuro puedan venir días en que estén corporizados veinte años". (Correspondencia, t. III, pág. 127)[8] La táctica del proletariado debe tener presente, en cada grado de desarrollo, en cada momento, esta dialéctica objetivamente inevitable de la historia humana; por una parte, aprovechando las épocas de estancamiento político o de desarrollo a paso de tortuga -- la llamada evolución "pacífica" -- para elevar la conciencia, la fuerza y la capacidad combativa de la clase avanzada, y por otra parte, encauzando toda esta labor de aprovechamiento hacia el "objetivo final" del movimiento de dicha clase capacitándola para resolver prácticamente las grandes tareas de los grandes días "en que estén corporizados veinte años". Sobre esta cuestión hay dos apreciaciones de Marx que tienen gran importancia: una, de la Miseria de la filosofia, se refiere a la lucha económica y a las organizaciones económicas del proletariado; la otra es del Manifiesto Comunista y se refiere a sus tareas políticas. La primera dice así: "La gran industria concentra en un solo lugar una multitud de personas que se desconocen entre sí. La competencia divide sus intereses. Pero la defensa de su salario, es decir, este interés común frente a su patrono, los une en una idea común de resistencia, de coalición [. . .]. Las coaliciones, al principio aisladas, forman grupos y la defensa de sus asociaciones frente al capital, siempre unido, acaba siendo para los obreros más necesaria que la defensa de sus salarios [. . .]. En esta lucha, que es una verdadera guerra civil, se van aglutinando y desarrollando todos los elementos para la batalla futura. Al llegar a este punto, la coalición adquiere un carácter político". He aquí, ante nosotros, el programa y la táctica de la lucha económica y del movimiento sindical para varios decenios, para toda la larga época durante la cual el proletariado prepara sus fuerzas "para la batalla futura". Compárese esto con los numerosos ejemplos que Marx y Engels sacan del movimiento obrero inglés, de cómo la "prosperidad" industrial da lugar a intentos de "comprar al proletariado" (Correspondencia con Engels, t. I, pág. 136)[9] y de apartarlo de la lucha ¡ de cómo esta prosperidad en general "desmoraliza a los obreros" (II, 218); de cómo "se aburguesa" el proletariado inglés y de cómo "la más burguesa de las naciones [Inglaterra], aparentementlo tiende a poseer una aristocracia burguesa y un proletariado burgués, además de una burguesía" (II, 290)[10]; de cómo desaparece la "energía revolucionaria" del proletariado inglés (III, 124); de cómo habrá que esperar más o menos tiempo hasta que "los obreros ingleses se libren de su aparente contaminación burguesa" (III, 127); de cómo al movimiento obrero inglés le falta "el ardor de los cartistas [11]" (1866; III, 305)[12]; de cómo los líderes de los obreros ingleses forman un tipo medio entre burgués radical y obrero" (caracterización que se refiere a Holyoake, IV, 209); de cómo, en virtud de la posición monopolista de Inglaterra y mientras subsista este monopolio, "no hay nada que hacer con el obrero inglés" (IV, 433)[13]. La táctica de la lucha económica en relación con la marcha general (y con el desenlace ) del movimiento obrero se examina aquí desde un punto de vista admirablemente amplio, universal, dialéctico y verdaderamente revolucionario.

El Manifiesto Comunista establece la siguiente tesis fundamental del marxismo sobre la táctica de la lucha política: "Los comunistas luchan por alcanzar los objetivos e intereses inmediatos de la clase obrera; pero al mismo tiempo defienden también, dentro del movimiento actual, el porvenir de este movimiento". Por eso Marx apoyó en 1848, en Polonia, al partido de la "revolución agraria", es decir, al "partido que hizo en 1846 la insurrección de Cracovia" En Alemania, Marx apoyó en 1843-1849 a la democracia revolucionaria extrema, sin que jamás tuviera que retractarse de lo que entonces dijo en materia de táctica. La burguesía alemana era para él un elemento "inclinado desde el primer instante a traicionar al pueblo [sólo la alianza con los campesinos hubiera permitido a la burguesía alcanzar plenamente sus objetivos] y a llegar a un compromiso con los representantes coronados de la vieja sociedad". He aquí el análisis final hecho por Marx acerca de la posición de clase de la burguesía alemana en la época de la revolución democrático-burguesa. Este análisis es, entre otras cosas, un modelo de materialismo que enfoca a la sociedad en movimiento y, por cierto, no sólo desde el lado del movimiento que mira hacia atrás : ". . . sin fe en sí misma y sin fe en el pueblo; gruñendo contra los de arriba y temblando ante los de abajo; [. . .] empavorecida ante la tempestad mundial; [. . .] sin energía en ningún sentido y plagiando en todos; [. . .] sin iniciativa; [. . .] un viejo maldito que está condenado a dirigir y a desviar, en su propio interés senil, los primeros impulsos juveniles de un pueblo robusto [. . .]" (Nueva Gaceta del Rin, 1848; véase La herencia literaria, t. III, pág. 212)[14]. Unos veinte años después, en carta dirigida a Engels (III, 224), decía Marx que la causa del fracaso de la revolución de 1848 era que la burguesía había preferido la paz con esclavitud a la simple perspectiva de una lucha por la libertad. Al cerrarse el período de la revolución de 1848-1849, Marx se alzó contra los que se empeñaban en seguir jugando a la revolución (lucha contra Schapper y Willich), sosteniendo la necesidad de saber trabajar en la época nueva, en la fase de la preparación, aparentemente "pacífica", de nuevas revoluciones. En el siguiente pasaje, en el que enjuicia la situación alemana en los tiempos de la más negra reacción, en 1856; se muestra en qué sentido pedía Marx que se encauzara esta labor: "Todo el asunto dependerá en Alemania de la posibilidad de cubrir la retaguardia de la revolución proletaria mediante una segunda edición de la guerra campesina" (Correspondencia con Engels, t. II, pág. 108)[15]. Mientras en Alemania no se llevó a término la revolución democrática (burguesa), Marx concentró toda su atención, en lo referente a la táctica del proletariado socialista, en impulsar la energía democrática de los campesinos. Opinaba que la actitud de Lassalle era, "objetivamente, una traición al movimiento obrero en beneficio de Prusia" (III, 210), entre otras cosas porque se mostraba demasiado indulgente con los terratenientes y el nacionalismo prusiano. "En un país agrario -- escribía Engels en 1865, en un cambio de impresiones con Marx a propósito de una proyectada declaración conjunta a la prensa -- es una vileza alzarse únicamente contra la burguesía en nombre del proletariado industrial, olvidando por completo la patriarcal 'explotación a palos' de los obreros agrícolas por parte de la nobleza feudal" (t. III, 217)[16]. En el período de 1864 a 1870, cuando tocaba a su fin la época en que culminó la revolución democrático-burguesa de Alemania, la época en que las clases explotadoras de Prusia y Austria luchaban en torno a los medios para llevar a término esta revolución desde arriba, Marx no sólo condenó la conducta de Lassalle por sus coqueterías con Bismarck, sino que llamó al orden a Liebknecht, que se había dejado ganar por la "austrofilia" y defendía el particularismo. Marx exigía una táctica revolucionaria que combatiese implacablemente tanto a Bismarck como a los austrófilos, una táctica que no se acomodara al "vencedor", al junker prusiano, sino que reanudase inmediatamente la lucha revolucionaria contra él, incluso en la situación creada por las victorias militares de Prusia (Correspondencia con Engels, III, 134, 136, 147, 179, 204, 210, 215, 418, 437, 440-441)[17]. En el famoso llamamiento de la Internacional del 9 de septiembre de 1870, Marx prevenía al proletariado francés contra un alzamiento prematuro; no obstante, cuando éste se produjo, a pesar de todo, en 1871, acogió con entusiasmo la iniciativa revolucionaria de las masas que "tomaban el cielo por asalto" (carta de Marx a Kugelmann). En esta situación, como en muchas otras, la derrota de la acción revolucionaria representaba, desde el punto de vista del materialismo dialéctico que sustentaba Marx, un mal menor en la marcha general y en el desenlace de la lucha proletaria, en comparación con lo que hubiela representado el abandono de las posiciones ya conquistadas, es decir, la capitulación sin lucha. Esta capitulación habría desmoralizado al proletariado y mermado su combatividad. Marx, que apreciaba en todo su valor el empleo de los medios legales de lucha en los períodos de estancamiento político y de dominio de la legalidad burguesa, condenó severamente, en los años de 1877-1878, después de promulgarse la ley de excepción contra los socialistas, las "frases revolucionarias" de Most; pero combatió con no menos energía, tal vez con más vigor, el oportunismo que por entonces se había adueñado temporalmente del partido socialdemócrata oficial, que no había sabido dar pruebas inmediatas de firmeza, decisión, espíritu revolucionario y disposición a pasar a la lucha ilegal en respuesta a la ley de excepción (Cartas de Marx a Engels, IV, 397, 404, 418, 422 y 424.[18] Véanse también las cartas a Sorge).

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[*] Kustares : productores de objetos industriales que trabajaban para el mercado.

Bibliografía de Marx y Engels

Las obras más importantes de Marx y Engels se encuentran en español, en:

http://www.marxists.org/espanol/m-e/index.htm

martes, agosto 07, 2007

Datos biográficos

Entre los economistas que han contribuido al desarrollo teórico o aplicado de la ciencia se encuentran latinoamericanos y lógicamente salvadoreños.

Uno de ellos es el Dr. Rafael Menjívar Larín. Probablemente destaquen entre sus méritos:

1. Desarrollo aplicado de la teoría marxista de la economía. Consideramos que sus obras principales al respecto son: Acumulación Originaria y Desarrollo del Capitalismo en El Salvador y Formación y Lucha del Proletariado Industrial Salvadoreño.

2. Estudioso de la Economía Agrícola de América Latina. Varias contribuciones teóricas en este campo. Recordamos su síntesis "Los Problemas del Mundo Rural".

3. Intelectual orgánico, en la mejor tradición de Gramsci. Militante y funcionario universitario comprometido con la lucha social motivo por el cual sufrió el exilio y su deposición como Rector de la Universidad de El Salvador.

Una buena nota biográfica se encuentra en:

http://es.wikipedia.org/wiki/Rafael_Menj%C3%ADvar_Lar%C3%ADn

lunes, agosto 06, 2007

La Tabla de Quesnay, según Engels


* Una nota biográfica de Quesnay muy puntual e importante se encuentra en wikipedia. Sus principales puntos son:

1. Una lista de los pensadores que integraban lo que conocemos como escuela de los fisiócratas.

2. Se recuerda muy bien que Quesnay fué pro monárquico y participante en las intrigas del palacio, donde vivía, sirviendo como médico de Luis XV.

3. Se menciona al poco conocido Jean de Gournay con quien Quesnay constituyó el núcleo de los fisiócratas.

4. En el fondo Quesnay explicaba que la tierra era la madre y el trabajo de los campesinos arrendatarios el padre de riqueza con una lógica muy relacionada con los intereses económicos del rey: "un rey con reino pobre viene de campesinos pobres".

La nota biográfica completa se puede consultar en:


Se refiere que Quesnay publicó la "tabla económica" en 1758, nosotros hemos encontrado una versión, en francés, de 1766. Al parecer la "tabla económica" también fué publicada por otro fisiócrata Dupont de Nemours en 1768.

Engels nos da al final de la sección sobre Economía Política en el Anti Dhuring, una explicación sobre la tabla económica de Quesnay, que reproducimos:

"Pero para que nuestros lectores no se queden en la misma cruel ignorancia del Tableau de Quesnay con la que por fuerza tienen que aguantarse los que se queden en la sabiduría económica "de primera mano" que les ofrece el señor Dühring, indicaremos brevemente lo que sigue:

Como es sabido, la sociedad se divide, según los fisiócratas, en tres clases:

1ª, la clase productora, es decir, la clase realmente activa en la agricultura: arrendatarios y trabajadores agrícolas; se la llama productora porque su trabajo crea un excedente: la renta.

2ª, la clase que se apropia ese excedente, la cual comprende los propietarios de la tierra y sus dependientes, el príncipe y, en general, los funcionarios pagados por el Estado, así como, finalmente, la Iglesia en su especial condición de sujeto que se apropia el diezmo. Por brevedad designaremos en lo que sigue a la primera clase por la expresión "los arrendatarios", y la segunda por "los terratenientes".

3ª, la clase artesano industrial, o estéril, así llamada porque, según los fisiócratas, no añade a las materias primas que le suministra la clase productora más que el mismo valor que consume en forma de alimentos y medios de vida que le suministra la misma clase productora.

El Tableau de Quesnay se propone visualizar cómo circula entre las tres clases y cómo sirve para la reproducción anual el producto total anual de un país (Francia, en realidad).

El primer presupuesto del Tableau es que esté introducido como régimen general el sistema de arriendos, y con él la agricultura en grande y sistemática explotación, tal como se concibe en la época de Quesnay, el cual tiene presente como modelos en este punto la situación de Normandía, la Île-de-France, la Picardía y algunas otras provincias francesas. 

El arrendatario aparece por eso mismo como el verdadero director de la agricultura, representa en el Tableau toda la clase productora (agricultora) y paga a los terratenientes una renta en dinero. 

Se atribuye a la totalidad de los arrendatarios un capital de inversión, o inventario, de diez mil millones de libras, una quinta parte del cual —dos mil millones— constituyen un capital de explotación que hay que reponer anualmente; el modelo inspirador de esta estimación fueron también las explotaciones en arriendo mejor cultivadas de las citadas provincias francesas.

Otros presupuestos son:

1.º, que se tienen, por simplificación, precios constantes y reproducción simple;

2.º, que se excluye toda circulación que tenga totalmente lugar en el seno de una sola clase, y no se considera más que la circulación entre clase y clase;

3.º: que todas las compras o ventas que tienen lugar entre una clase y otra en el curso del ejercicio o año económico se resumen en una única suma total.

Por último, hay que recordar que en la Francia de Quesnay, como ocurría más o menos en toda Europa, la propia industria doméstica de las familias campesinas les facilitaba la parte más considerable de las satisfacciones de necesidades no pertenecientes a la clase de los alimentos y que, por tanto, esos medios de satisfacer necesidades no alimenticias se computan en el Tableau, como cosa evidente, como instrumental o medios de la agricultura misma.

El punto de partida del Tableau es la cosecha total, el producto bruto de los productos anuales del suelo, o "reproducción total" del país —en este caso Francia—, el cual figura por eso mismo en cabeza del Tableau. El valor de ese producto bruto se estima según los precios medios de los productos de la tierra en las naciones comerciantes. Importa cinco mil millones de libras, suma que expresa aproximadamente el valor en dinero del producto agrícola bruto de Francia, en base a las estimaciones estadísticas posibles en la época. Esta es precisamente la razón por la cual Quesnay "opera con algunos miles de millones" en el Tableau, exactamente con cinco mil, y no con cinco libras de Tours.

Todo ese producto bruto, que vale cinco mil millones, se encuentra, pues, en las manos de la clase productora, o sea de los arrendatarios que lo han producido gastando un capital anual de explotación de dos mil millones, el cual corresponde a un capital total de inversión, con instalación, de diez mil millones. 

Los productos agrícolas, como alimentos y materias primas, etc., necesarios para la reposición del capital de explotación —lo que quiere decir tambien para el sustento de todas las personas inmediatamente activas en la agricultura— se toman in natura de la cosecha total [65] y se gastan para la nueva producción agrícola. Y puesto que, como queda dicho, se han supuesto precios constantes y reproducción simple en base a los criterios cuantitativos fijados, el valor en dinero de esa parte del producto bruto que se retira anticipadamente es igual a dos mil millones de libras. Esta parte no entra, pues, en la circulación general. Pues, como ya se ha indicado, queda excluida del cuadro la circulación que se produce sólo en el seno de cada clase particular, y no entre las diversas clases.

Una vez repuesto el capital de explotación, tomándolo así del producto bruto, queda un excedente de tres mil millones, uno de ellos en materias primas y dos en productos alimenticios. La renta que los arrendatarios tienen que pagar a los terratenientes no constituye, empero, sino dos tercios de ese excedente, o sea dos mil millones. Pronto se verá por qué sólo esos dos mil millones figuran bajo la rúbrica "producto neto" o "ingresos limpios".

Además de la "reproducción total" agrícola, que vale cinco mil millones, tres mil de los cuales entran en la circulación general, existe aún, antes de que empiece el movimiento representado en el Tableau, todo el "pécule" de la nación, dos mil millones en dinero líquido, que están en las manos de los arrendatarios. La situación es como sigue:

Pues que su punto de partida es la cosecha total, el Tableau constituye al mismo tiempo el punto final de un año económico, por ejemplo, del año 1758, tras el cual empieza un nuevo año económico. Durante este nuevo año de 1759, la parte del producto bruto destinada a la circulación se divide entre las otras dos clases por medio de cierto número de pagos, compras y ventas particulares. Estos movimientos sucesivos y dispersos, que cubren todo un año, se resumen —como necesariamente tenía que ocurrir en el Tableau— en pocos actos que recogen en una sola cifra todo un año. Así, a fines del año 1758 ha vuelto a afluir a la clase de los arrendatarios el dinero que pagó a los terratenientes como renta del año 1757 (y el propio Tableau mostrará cómo ocurre eso), a saber, la suma de dos mil millones, de tal modo que en 1759 puede volver a lanzarlos a la circulación. Mas puesto que aquella suma, como observa Quesnay, es mucho mayor que la necesaria para la circulación total del país (Francia) pues en la realidad los pagos se repiten constante y fragmentariamente, los dos mil millones de libras en manos de los arrendatarios constituyen la suma total del dinero circulante en la nación.

La clase de los terratenientes perceptores de la renta aparece por de pronto, como aún ocurre hoy día (notable casualidad), en el papel de perceptores de pagos. Según los presupuestos de Quesnay, los terratenientes propiamente dichos perciben sólo cuatro séptimos de la renta de dos mil millones; dos séptimos van al gobierno, y un séptimo a los beneficiarios del diezmo. En tiempos de Quesnay, la Iglesia era la mayor terrateniente de Francia y percibía además el diezmo de todas las restantes propiedades inmobiliarias.

El capital de explotación (avances annuelles) gastado por la "clase estéril" durante todo un año consiste en materias primas por valor de mil millones: sólo materias primas, porque las herramientas, las máquinas, etc., se computan con los productos de esa clase. Y las muy diversas funciones que desempeñan esos productos en la producción de las industrias de esa clase no importan en absoluto al Tableau, del mismo modo que no le interesa la circulación de mercancías o dinero que se produce exclusivamente en el seno de esa clase.

El salario del trabajo por el cual la clase estéril transforma la materia prima en mercancías manufacturadas es igual al valor de los productos alimenticios que recibe esa clase directamente, en parte, de la clase productora, y en parte indirectamente a través de los terratenientes.

Aunque la clase estéril se divide a su vez en capitalistas y asalariados, en la concepción básica de Quesnay se presenta como una clase única, a sueldo de la clase productora y de los terratenientes

También se recoge en una sola totalidad la producción total de la industria y, por tanto, también su circulación total, repartida en realidad a lo largo de todo el año que sigue a la cosecha. Por eso se presupone que al comenzar el movimiento representado en el Tableau toda la producción anual de mercancías de la clase estéril se encuentra en sus propias manos, o sea que todo su capital de explotación, o materia prima, con un valor de mil millones, ha sido transformado en mercancías que valen dos mil millones, representando la mitad de esa suma el precio de los productos alimenticios consumidos durante la transformación de la materia prima.

En este punto podría objetarse: pero la clase estéril consume también productos industriales para sus necesidades domésticas; ¿dónde figuran éstos, si toda su producción pasa por la circulación a las demás clases? A esto se nos da la siguiente respuesta: la clase estéril no sólo consume una parte de sus propias mercancías, sino que intenta además quedarse con la mayor cantidad posible de ellas. Por eso vende por encima de su valor real las mercancías que pone en circulación; y tiene que hacerlo, puesto que computamos esas mercancías como si fueran el valor total de la producción de dicha clase. Pero esto no altera en nada las afirmaciones del Tableau, pues las otras dos clases reciben las mercancías manufacturadas por el valor de su producción total.

Ahora conocemos ya la posición económica de las tres clases al comenzar el movimiento representado por el Tableau.

Tras sustituir in natura su capital de explotación, la clase productora dispone aún de tres mil millones de producto bruto agrícola, y de dos mil millones en dinero. La clase de los terratenientes figura por de pronto con su pretensión de renta de dos mil millones, dirigida contra la clase productora. La clase estéril dispone de dos mil millones de mercancías manufacturadas.

Los fisiócratas llaman circulación imperfecta a una que tenga lugar entre sólo dos de las tres clases, y circulación perfecta a la que se produce entre las tres.

Vamos, pues, al Tableau económico.

Primera circulación (imperfecta): 

Los arrendatarios pagan a los terratenientes, sin contraprestación, la renta que les corresponde, con dos mil millones en dinero. Con mil millones de los recibidos, los terratenientes compran productos alimenticios a los arrendatarios, a los cuales refluye así una mitad del dinero gastado para pagar la renta. 

En su Analyse du tableau économique, Quesnay no habla ya más del estado, que recibe dos séptimos de la renta de la tierra, ni de la Iglesia, que recibe un séptimo de ella, pues la función social de estas instituciones es conocida y no necesita más aclaración. Mas por lo que hace a los terratenientes [66] propiamente dichos, Quesnay dice que sus gastos, entre los cuales figuran todos los de sus servidores, son en su mayor parte gastos estériles, con la excepción de la pequeña fracción de los mismos destinada a "la conservación y mejora de sus bienes y al perfeccionamiento de sus cultivos". Pero, según el "derecho natural", la función propia de estas personas consiste precisamente en "curar de la buena administración y de los gastos para el mantenimiento de su herencia", o, como se precisa más adelante, en las avances foncières, es decir, en gastos para preparar el suelo y dotar a los arrendamientos con todos los adminículos correspondientes que permiten al arrendatario dedicar todo su capital exclusivamente al negocio agrícola propiamente dicho.

Segunda circulación (perfecta): 

Con los otros mil millones en dinero que aún se encuentran en sus manos, los terratenientes compran mercancías manufacturadas a la clase estéril, y ésta, a su vez, con el dinero así recibido, compra productos alimenticios por la misma suma a los arrendatarios.

Tercera circulación (imperfecta):

Los arrendatarios compran a la clase estéril, por mil millones en dinero, mercancías manufacturadas; una gran parte de esas mercancías son herramientas agrícolas y otros medios de producción necesarios para la agricultura.

La clase estéril devuelve a los arrendatarios ese mismo dinero, al comprar con él mil millones de materias primas, en reposición de su propio capital de explotación. Con esto han refluido a los arrendatarios los dos mil millones en dinero gastados por ellos en pago de la renta, y el movimiento [67] está concluido.

Y con esto también queda resuelto el gran enigma de "qué ocurre en el circuito económico con el producto neto apropiado como renta".

Al comenzar el proceso teníamos en las manos de la clase productora un excedente de tres mil millones. Dos mil de ellos se pagaban como renta a los terratenientes, como producto neto. Los otros mil millones del excedente constituyen el interés del capital total invertido por los arrendatarios, o sea, siendo este capital de diez mil millones, el diez por ciento. Hay que observar que los arrendatarios no reciben ese interés a través de la circulación; el interés se encuentra in natura en sus manos, y no lo realizan por la circulación sino al gastarlo en mercancías manufacturadas del mismo valor.

Sin ese interés, el arrendatario, agente capital de la agricultura, no adelantaría a ésta el capital de inversión. Ya por esto la apropiación por el arrendatario de la parte de plusrendimiento agrícola que representa el interés es para los fisiócratas una condición de la reproducción, tan necesaria como la clase misma de los arrendatarios; y por eso también ese elemento no puede incluirse en la categoría del "producto neto" o "ingreso limpio" nacional, pues el último se caracteriza precisamente por ser consumido sin consideración alguna de las inmediatas necesidades de la reproducción nacional. Ese fondo de mil millones sirve, según Quesnay, sobre todo para las reparaciones y parciales renovaciones del capital de inversión que se hacen necesarias durante el año, como fondo de reserva contra accidentes y, por último, cuando es posible, para el enriquecimiento del capital de inversión y explotación, la mejora del suelo y la extensión de los cultivos.

El proceso en su conjunto es, ciertamente, "bastante sencillo".

Han sido lanzados a la circulación: por los arrendatarios, dos mil millones en dinero para pagar la renta, y tres mil millones en productos, dos terceras partes de los cuales son productos alimenticios, y una tercera parte materias primas; por la clase estéril, mercancías manufacturadas por dos mil millones.

De los productos alimenticios, que importan dos mil millones, los terratenientes, con su apéndice doméstico, consumen la mitad; la clase estéril consume la otra mitad en pago de su trabajo; las materias primas, por valor de mil millones, reponen el capital de explotación de dicha clase estéril.

La mitad de las mercancías manufacturadas en circulación por un importe de dos mil millones va a los terratenientes, y la otra mitad a los arrendatarios, para los cuales no es más que una forma modificada de interés de su capital de inversión, obtenido primero de la reproducción agrícola.

En cuanto al dinero que el arrendatario ha puesto en circulación al pagar la renta, refluye a él mediante la venta de sus productos, y así esa misma circulación económica puede volver a empezar al año siguiente."
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jueves, agosto 02, 2007

Finanzas, Salud y Economía Política

PARA UNA ECONOMIA POLITICA DE LA REFORMA EN SALUD EN EL SALVADOR

Carlos Evaristo Hernández, M.A.E.C.E.

I. CONTEXTO DE LA REFORMA EN SALUD

Estas reflexiones son producto de una investigación sobre un “Modelo de Financiamiento para la Reforma del Sector Salud Planteada por el Consejo Nacional de Reforma del Sector Salud” (en adelante, CONARE) en El Salvador.

El propósito inicial de la investigación era dimensionalmente “ascéptico”, susceptible de no ser altamente contaminado por intereses de grupos sociales, económicos y políticos, dado que se trataba de elaborar técnicamente un modelo de financiamiento que, a su vez, partía de un modelo cualitativo de la reforma en salud en El Salvador esbozado, consensuado y publicado, a finales del año 2000, por actores sociales protagónicos en el Consejo Nacional de Reforma del Sector Salud, CONARE.

Muy pronto confirmamos que nuestra suposición relativa a encuadrarnos en una dimensión predominantemente y menos exclusivamente técnica, no tenía bases para esta investigación de la reforma del sector salud en El Salvador. El problema de la reforma en salud en El Salvador, probablemente como en ningún otro país había sucedido, desató una confrontación social significativa, liderada por un sector profesional, el gremio médico. La confrontación social ha implicado dos huelgas nacionales en el sistema de salud; manifestaciones pacíficas y violentas; ocupación de instalaciones; despidos de empleados y médicos; instalación de comisiones para la resolución del conflicto; huelga de hambre por parte de la dirigencia del gremio médico; y recientemente, a finales del mes de abril, la ocupación de la Catedral Metropolitana por parte del Sindicato de Trabajadores del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, STISSS, hecho en cuyo contexto se generaron actos de violencia en el centro de la ciudad capital, San Salvador.

Cuando a mediados del año 2003 presentamos el proyecto de investigación sobre el modelo de financiamiento para la reforma del sector salud al Consejo de Investigaciones Científicas –CIC- de la Universidad de El Salvador, al cabo de un par de meses, se nos remitió una nota de aprobación del proyecto que en cuanto a la relevancia del tema sostenía que la propuesta de reforma integral de salud en El Salvador había conducido a una “discusión acalorada a nivel nacional, en comparación con procesos de reforma de otros países”. (Carta del 28 de Julio del 2003, Consejo de Investigaciones Científicas, Universidad de El Salvador).

La reforma en salud en El Salvador, ciertamente presentó, presenta y presentará discusiones acaloradas a nivel nacional, pero más que eso, nos parece, es la encrucijada de una serie de fenómenos económicos, sociales y políticos, que podrían puntualizarse así:

i. En lo económico: tendencia al agotamiento del modelo neoliberal, impulsado, desde 1989 en tres períodos (ahora en cuatro) presidenciales del Partido Alianza Republicana Nacionalista, ARENA. La elevación del costo del nivel de vida en general y de los servicios privatizados en particular, la tasa creciente de desempleo, la pérdida de capacidad adquisitiva de la población con la “dolarización”, el drenaje de recursos del Estado con la privatización y la corrupción y la crisis del modelo neoliberal en Argentina marcan el contexto de la tendencia al agotamiento del modelo neoliberal.

ii. En lo social: el proceso de privatización que implica el modelo neoliberal, que se ha concretado en la privatización de servicios de telecomunicaciones, energía eléctrica, pensiones, infraestructura portuaria llegó a un punto culminante en la confrontación con un sector mayoritario del gremio médico, que ha opuesto con movilizaciones sociales (huelgas, tomas de instalaciones, marchas, lucha de masas) y presiones políticas a la privatización de la salud en El Salvador. El repunte de la lucha de masas organizada lo retoma desde el punto de vista histórico-social un gremio de profesionales, médicos, que ha sufrido un significativo proceso de proletarización en las últimas tres décadas.

iii. En lo político se asiste al creciente apoyo popular que experimenta la oposición al partido ARENA. Este crecimiento de la oposición política se refleja en los procesos electorales en el incremento de la cantidad de adeptos y la consolidación como partido opositor del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN. Los dos partidos mencionados tienen concepciones confrontadas en el campo de la reforma de la salud: ARENA propicia la privatización de los servicios de salud, con diferentes matices, y sin matices, el FMLN sostiene que la Salud Pública es una función ineludible del Estado.

En la discusión de la reforma del sector salud en El Salvador, está presente, para iluminar y para ensombrecer las posiciones, la polémica entre las funciones del Estado y del Mercado en la sociedad. La problemática del Estado y del Mercado, su diferencia y sus relaciones internas y externas y el sentido hacia el desarrollo económico y social, son puntos de conflicto que se concretizan en la definición de la reforma de la salud en El Salvador y en el mundo. El grado en que la lucha social se expresa y la posibilidad de generación de tendencias hacia el consenso o el conflicto social, contiene discusiones sobre la participación del Estado diferenciado en la regulación el Mercado y viceversa, del Mercado en la cooptación y asunción de las funciones del Estado. Y esta problemática social no es parcial, se da en toda sociedad, con la diferencia de que en El Salvador llegó en el caso de la reforma de la salud, a niveles de violencia social. Esto no quiere decir que la violencia social deba necesariamente estar ausente en otros procesos de reforma.

El presente estudio no está, ni puede estarlo, alejado de la discusión de si el Estado o el Mercado deben dirigir el proceso de asignación de los recursos humanos, materiales y financieros en una reforma del sector salud en El Salvador. La opción aplicable sobre si el Estado o el Mercado dirigirá el sistema de salud, ciertamente, depende de la correlación de fuerzas políticas y la percepción de los políticos acerca de ella, pero más allá de las correlaciones de fuerzas, que tienen siempre temporalidad en términos históricos, es necesario auscultar una reforma al sistema de salud y su modelo de financiamiento que tienda a establecer sólidas bases de protección al recurso principal de los procesos productivos, el recurso humano. Y en perspectiva, lograr un modelo de financiamiento que potencie las posibilidades de consenso y no de conflicto social.

II. MARCO CONCEPTUAL

1. Concepto de Modelo de Financiamiento

Un modelo es un conjunto de elementos relevantes de un fenómeno que se han abstraído de la realidad y presentado teóricamente en sus articulaciones principales. Un modelo puede presentarse relevando elementos cualitativos, pero lo usual es la presentación de las relaciones de los fenómenos de manera cuantitativa; es más, un modelo cualitativo normalmente tiene un referente cuantitativo que lo complementa.

Si conceptualizamos el “modelo” como una modalidad de relaciones entre variables fundamentales de un fenómeno, al referirnos a la Propuesta de Reforma Integral de Salud planteada por el Consejo Nacional de Reforma del Sector Salud, en adelante, PRIS, nos estaremos refiriendo a la relación que existe entre los principales componentes del sistema de salud en El Salvador, y su impacto en la población. La expresión de los principales componentes del sistema de salud, es cualitativa y cuantitativa, si lo cuantitativo lo referimos a términos monetarios, tendremos un primer acercamiento al concepto de modelo de financiamiento.

El modelo de financiamiento de la PRIS, es pues, el relevamiento y expresión monetaria de los principales elementos y procesos relacionados al sistema de salud en El Salvador y su impacto en la población.

Al construir un modelo es necesario distinguir entre realidad e intencionalidad. Un modelo de financiamiento puede expresar la situación real o la situación proyectada. En nuestro caso, el modelo de financiamiento se refiere a una situación proyectada, a una propuesta, que ha sido esbozada en sus aspectos generales y cualitativos, pero falta la expresión relevada en forma de modelo, especialmente en lo financiero y lo jurídico. El cometido de la expresión financiera del modelo de la PRIS, es el objeto de esta investigación.

Nuestra metodología de investigación aplicada en la construcción de modelos de financiamiento para la PRIS, nos conduce a la formulación, en primera instancia, de un modelo cualitativo y en segunda instancia, de un modelo cuantitativo y financiero. Para la construcción de un modelo cualitativo es necesario, en primer lugar, realizar un análisis de contenido de la PRIS. La técnica del análisis de contenido implica un proceso de abstracción de la PRIS, que releva las variables principales y que posteriormente son sometidas a medición financiera.

2. Análisis del contenido principal de la Propuesta de Reforma Integral del Sector Salud (PRIS).

Siempre es necesario tener como referencia teórica en el estudio de fenómenos en donde estén implicadas entidades humanas, la rama de la Sociología correspondiente. Esto se debe a que los fenómenos que conllevan comportamientos humanos son hechos sociales y la Sociología, es desde Durkheim, una Ciencia cada vez más precisa, que trata del estudio de los hechos sociales. El problema de la salud, no es solamente un problema biológico o estrictamente médico, es un problema social. En esta dirección es necesario explorar y aplicar conceptos y teorías de la Sociología Médica, para caracterizar los elementos que forman parte de la PRIS. En este punto es cuando la Economía Política como ciencia de los intereses económicos de las clases sociales toma contacto estrecho con la Sociología y ésta transforma el hecho social en un hecho económico y político.

Un primer paso en la caracterización de la PRIS, es la identificación de los actores sociales. En la situación presente y la proyectada los actores principales en el sistema de salud son los siguientes:

i. La población. Es la razón de ser de la reforma, como se dice en la PRIS.

ii. Gobierno

iii. Los Trabajadores de Servicios de Salud y sus Organizaciones.

iv. Los Prestadores de Servicios Médicos.

v. Formadores de Recursos Humanos

vi. Organizaciones No Gubernamentales

Estas son las entidades que conforman el Consejo Nacional de Reforma para el Sector Salud, en adelante CONARE. Este organismo ha sido el autor de la PRIS; a su vez, la PRIS ha sido sancionada por el Presidente de la República y presentada en las instancias correspondientes para su discusión, aprobación y pasos para su implementación. En la actualidad el CONARE, continúa sus reuniones, con flujos y reflujos en el desarrollo teórico y aplicado de la PRIS.

Las relaciones entre los actores sociales de la PRIS, pueden clasificarse como primarias y secundarias de acuerdo al carácter de dependencia en la relación. Existen relaciones de dependencia entre todos los actores sociales del proceso de reforma de salud, pero se diferencian por el carácter principal o supeditado en las relaciones. La relación principal entre los actores sociales se presenta entre Gobierno y Población, debido a que las entidades gubernamentales, son por disposiciones constitucionales las encargadas de proporcionar salud a la población.

Las relaciones entre Gobierno y Población son mediadas, entre otros actores sociales, por los trabajadores de los servicios de salud y sus organizaciones. La mediación de los trabajadores llega en momentos a ser determinante, de protagonismo temporal, no solamente desde el punto de vista clínico o de mantenimiento o desarrollo de los servicios de salud, sino desde el punto de vista de conducción estratégica, de la fijación del rumbo del sistema de salud en su conjunto, si será predominantemente de responsabilidad de la empresa privada o será predominantemente responsabilidad del gobierno, si será el Estado o el Mercado el conductor del sistema de salud.

El resto de actores sociales también adoptan, de acuerdo a coyunturas, posiciones de protagonismo, aunque hasta el momento, ninguno de ellos ha tenido un protagonismo tan definido como los trabajadores de servicios de la salud y sus organizaciones gremiales en el conjunto de relaciones político sociales que conforman el sistema de salud. La lucha social que desarrollaron en contra de la tendencia hacia la privatización de los servicios de salud, implicó un grado de confrontación social evidente, con acciones de desobediencia civil, confrontación violenta, cierre y toma de instalaciones, despidos, huelgas nacionales, huelga de hambre, gestiones y presiones en organismos gubernamentales, etc. En este contexto, surgió la necesidad de conformación del CONARE y la PRIS, como una forma de habilitar el consenso social para resolver la confrontación en la reforma de salud en El Salvador. El accionar de los trabajadores de los servicios de salud y sus organizaciones gremiales, definió y correlacionó positiva o negativamente hacia la privatización de los servicios de salud, al resto de los actores sociales.

Como se sabe, desde Compte, la Sociedad evoluciona por la vía del consenso social o por la vía del conflicto social. Consenso y conflicto son dos polos opuestos de una relación, que por serlo, implica la coexistencia de los dos polos y la transformación de uno en otro, el conflicto puede llevar al consenso y viceversa. La tendencia dominante de una relación social, consensuada o conflictuada, depende en gran medida de la voluntad de dominio y la perspectiva de los actores sociales, que actúan en base a valores, principios y referencias teóricas, ideológicas y condiciones materiales de vida.

En el caso de la PRIS, formalmente se ha llegado a una valoración clave que se desprende del análisis de contenido de la propuesta. Esta se refiere a que la salud, como valor que inspira una reforma no debe ser considerada como una mercancía sino como un Derecho. Esto implica que en la Reforma se debe concretar el predominio del Estado sobre el Mercado en lo relacionado con la salud de la población.

Textualmente la PRIS dice:

...”se debe tomar en cuenta que los servicios de salud no deben ser una mercancía sujeta a las leyes del mercado y que la salud es un derecho”...

Los valores y principios de los actores sociales son concretados en entidades sociales, en instituciones y grupos de socialización. La valorización y principio de la salud como un Derecho, toma una forma concreta en la PRIS, con la disposición relacionada al Ministerio de Salud, la entidad gubernamental principal en el sistema de salud. Dos postulados destacan al respecto:

i. Fortalecer la capacidad rectora del Ministerio de Salud

ii. Elevar la eficiencia del Ministerio de Salud

Otro de las valoraciones integradas en el tratamiento de la reforma del sector salud, que manifiesta la voluntad política de los actores sociales hacia una reforma consensuada es que conciben el desarrollo de la reforma de manera gradual y no radical. La no radicalización como postulado de la PRIS, indica de manera suficiente la intencionalidad de los actores sociales de la búsqueda de consenso y del impulso de un proceso no traumático de la reforma de la salud en El Salvador. En el proceso técnico, digamos de la reforma del sector salud la no radicalización o la gradualización del proceso significa la división en dos períodos principales de la realización de la reforma: en el corto plazo, por un lado y por el otro lado, en el mediano y largo plazo.

Probablemente el impacto central en el proceso de reforma sea la ampliación de la cobertura. Naturalmente ampliación de la cobertura es un concepto asociado al principio de que es el Estado el responsable de la salud de la población como Derecho inalienable. Otro tipo de cobertura implicaría, precisamente, de acuerdo al principio de no tratar la salud como una mercancía, que en lugar de ampliar la cobertura se elimina, dejando a la población descubierta ante el mercado para lograr los servicios de salud que requiere. En la actualidad se considera que solamente el 20% de la población esta cubierta en lo que a servicios de salud se refiere, es decir, 1 millón 300 mil personas están cubiertas si consideramos una población de 6 millones y medio de habitantes. Están no cubiertos por los servicios de salud 5 millones 200 mil salvadoreños, aproximadamente o el 80% de la población.

Que 8 de cada 10 salvadoreños no están cubiertos significa que se tiene para el próximo período un desafío de gran magnitud, que tiene como centro el universalizar la prestación de los servicios de salud. En el plano de lo concreto esto tiene implicaciones tales como: extender los servicios al núcleo familiar de las personas que ya están cubiertas, ampliar la cobertura en los servicios hacia los trabajadores del campo y las empleadas domésticas y las amas de casa e integrar como población cubierta a otros segmentos de la población no considerados en los anteriores: infantes, tercera edad, huérfanos y ancianos sin familia.

Si se releva la ampliación de la cobertura como el impacto principal de una reforma de salud en El Salvador, se determinan como “cruces” básicos de la cobertura, el tiempo y los niveles de atención de la población no cubierta.

Son dos momentos (el corto y el mediano-largo plazo) y tres niveles de atención.

El primer nivel de atención está constituido por la “salud preventiva”, el segundo nivel por la “salud curativa” y el tercer nivel por la “salud rehabilitativa”. El concepto de totalidad social es aplicable en el caso de la reforma en salud, pues se trata de que la totalidad de la población tenga garantizados como un derecho inalienable la totalidad de los niveles de atención en los servicios de salud.

En el primer momento, en el corto plazo, la PRIS propone la extensión universal de la cobertura en el primer nivel, es decir, otorgar servicios generales de salud a toda la población no cubierta. En un segundo momento, en el mediano-largo plazo, se trata de que toda la población tenga toda la atención cubierta en los tres niveles: preventivo, curativo y rehabilitativo.

Se cuenta en principio, con lo que se ha denominado Sistema Nacional de Salud, SNS. El Sistema Nacional de Salud, tiene dos subdivisiones: el Sistema Nacional de Salud Público y el Sistema Nacional de Salud Privado. El Público cubre aproximadamente el 15% de la población y el Privado el 5%. Ya mencionamos arriba que el 80% de la población salvadoreña no está cubierta en servicios de salud.

En el corto plazo la PRIS no menciona la creación de nuevas entidades y procesos en el Sistema Nacional de Salud, excepto el de otorgar la atención en el primer nivel a toda la población no cubierta. Esta proposición de por sí ocasionaría, de realizarse, un profundo impacto en la población y en el Gobierno, y sería el principal problema a resolver en una reforma del sistema. Siempre en el corto plazo, el resto de indicaciones utilizan conceptos administrativos como los de “fortalecimiento”, “optimización”, “elevación”, “calidad”, “eficiencia”, “eficacia”, etc. para referirse al desarrollo de entidades y procesos del sistema de salud.

En el mediano-largo plazo un nuevo Sistema Nacional de Salud ha emergido y se plantea consolidarlo institucionalmente en todos los niveles de atención de salud para toda la población.

El tránsito entre el corto y el mediano-largo plazo se realiza a través de la configuración y el impulso de un NUEVO MODELO DE SALUD. La conformación y el desarrollo del nuevo modelo tiene en la PRIS, 9 lineamientos, que aunque se presenten aislados, se podrían exponer vinculados en forma de modelo, es decir, sintetizada en sus variables básicas, que posteriormente se cuantificarían financieramente, dando origen al modelo de financiamiento de la PRIS.

De manera que un intento de síntesis de los lineamientos en forma de modelo podrían presentarse así:

Para resolver el problema de la cobertura en servicios de salud de toda la población en todos los niveles de atención en salud, se necesita de la participación del sector público y del sector privado, lo cual es una realidad actual. La participación pública y privada en la prestación de servicios de salud, tipifica el carácter mixto del modelo actual con que se atiende a la población, pero no significa supeditación del sector público al privado, aunque sí del sector privado hacia el sector público. Insistimos, en el nuevo modelo de reforma integral de salud el sector público es el rector del sistema de salud, lo privado se supedita a lo público.

El enfoque de la participación social en la resolución de los problemas de salud, es central. Reduce costos y amplía la cobertura; pero tiene que ser apoyado con la dotación de recursos humanos, materiales y financieros que permitan promover y prevenir los problemas de salud a nivel de municipios, para lo cual es imprescindible la descentralización. La atención participativa en los diferentes niveles de salud, tendrá consecuencias directas en actividades de promoción para la prevención de la agudización de cuadros de salud poblacional graves, redundando en el uso de mayores recursos para capacitación de personal y coordinación intersectorial, con uso más eficaz y eficiente de los recursos.

3. Un resumen esquemático de la PRIS

Probablemente el "esqueleto" de la propuesta de reforma integral de salud, planteada por el consejo de reforma del sector salud esté constituido por sus principios, lineamientos y fases.

3.1. Principios y Valores

Aunque la propuesta no diferencia, sino que establece una similitud entre principios y valores, podría decirse, que hace referencia a los Derechos Humanos, relacionados con la salud. De igual forma, la propuesta no jerarquiza los principios, que sin embargo, partiendo de las necesidades inmediatas a las mediatas, de lo inmediatamente discutible y posible, a la mediatamente alcanzable, podrían jerarquizarse de acuerdo al siguiente ordenamiento:

i. Los relacionados con el contexto operativo de Derechos Humanos

a. Subsidiariedad

b. Ciudadanía

c. Accesibilidad

d. Solidaridad

e. Equidad

f. Universalidad

g. Humanismo

h. Democracia

ii. Los relacionados con el funcionamiento administrativo

a. Oportunidad

b. Eficiencia

c. Eficacia

d. Calidad

iii. Los relacionados con el vínculo social entre médico-paciente

a. Respeto

b. Calidez

c. Integralidad

d. Etica

Esta priorización intenta rescatar los elementos de lo urgente, factible, gradual y la intensidad realmente posible en la aplicación de los principios hasta llegar a concretizarlos.

3.2. Lineamientos

Responden a los principios arriba mencionados, una serie de 9 lineamientos, que para efectos de este análisis, relacionamos con la priorización expuesta en el numeral anterior. Los lineamientos se concentran en los principios vinculados al contexto de los Derechos Humanos y al funcionamiento administrativo, y aunque no se identifican lineamientos directamente referidos a la relación médico paciente, se suponen implícitos en los anteriores.

De manera que los lineamientos quedarían identificados como sigue:

i.Los relacionados con el contexto operativo de Derechos Humanos

a. Consolidar un Sistema Nacional de Salud

b. Consolidar un modelo de gestión basado en la rectoría del Ministerio de Salud

c. Garantizar los servicios esenciales de salud a toda la población

d. Consolidar un modelo de atención basado en la promoción, la prevención y la atención primaria en salud

e. Institucionalizar la participación social como eje transversal del sistema de salud

f. Fortalecer la intersectorialidad en la respuesta social organizada a los retos en salud

ii. Los relacionados con el funcionamiento administrativo

a. Promover la descentralización como eje transversal del sistema de salud

b. Invertir en recursos humanos para la salud

c. Consolidar un modelo de provisión mixta

Los lineamientos jerarquizados de esta manera, al igual que la enumeración de la PRIS son vinculantes, es decir, la consolidación de un modelo de provisión mixta, por ejemplo, no conlleva la privatización del sistema de salud, pues además de que la privatización no se menciona explícitamente en ninguna línea del texto, el documento es claro que el Ministerio Salud, público por su naturaleza, será el rector del Sistema Nacional de Salud, y se basa en el postulado de que ..."los servicios de salud no deben ser una mercancía sujeta a las leyes del mercado y que la salud es un derecho"...(p.7).

3.3. Fases

Las fases de implementación de la reforma integral de salud, contienen una serie de actividades que pueden ser enumeradas como sigue:

3.3.1. Fase I, corto plazo.

i. Actividades relacionadas con el contexto operativo Derechos Humanos

a. Formar una Comisión de Seguimiento de la Reforma

b. Análisis y reorganización administrativa del Ministerio de Salud en la dirección de su función de entidad rectora del Sistema de Salud

c. Iniciar el proceso de cobertura de servicios esenciales de salud a toda la población

d. Debate con fundamento científico-técnico sobre el contenido de los servicios esenciales de salud

e. La definición de los servicios esenciales de salud orienta prioridades de inversión y asignación de recursos financieros

f. Articulación entre diversas instituciones públicas

g. Organización de redes de servicios

h. Iniciar proceso de descentralización

i. Institucionalización de la promoción social de la salud

j. Creación de bases para las fases siguientes

ii. Actividades relacionadas con el funcionamiento administrativo

a. Debate público y elaboración de estudios, específicamente sobre el Modelo de Financiamiento de la Reforma en Salud y el Marco Jurídico.

b. Crear un sistema de capacitación continua

c. Política de armonización de relaciones laborales

d. Elaboración de planes para rehabilitación de entidades en todos los niveles atención, con especial referencia a la atención primaria.

3.3.2. Fases II y III, en el mediano y largo plazo.

En estas fases se trata de darle continuidad a lo iniciado en la fase I, y se dan recomendaciones generales que consisten en lo siguiente:

i. Consolidar la política de Reforma Integral de Salud, como Política de Estado

ii. Establecimiento de normas por la entidad rectora el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social

iii. Consolidar la descentralización del Sistema de Salud

iv. Institucionalización de la participación social

v. Consolidación del modelo mixto

vi. Evaluación objetiva y continua del impacto del proceso de reforma

III. ELEMENTOS BASICOS PARA UN MODELO DE FINANCIAMIENTO DE LA REFORMA DEL SECTOR SALUD EN EL SALVADOR

1. Ampliación de la cobertura

Si se toma como marco de referencia conceptual el análisis de contenido de la PRIS, destaca que el impacto principal será la ampliación de la cobertura. La universalización de los servicios de salud, en la atención primaria y preventiva en un primer momento histórico, en el corto plazo. En el corto plazo también se pretende mantener e iniciar la elevación gradual de la cantidad y la calidad de la atención en los otros niveles. En el mediano y largo plazo lograr y consolidar la atención universal, equitativa y de calidad a todos los niveles. De manera que en un primer momento el análisis se presenta en lo relacionado con la cobertura.

El debate entre los diferentes modelos de atención en salud a fin de lograr la cobertura de toda la población, sigue el curso de la discusión sobre la privatización o no del sistema de salud, y las diferentes formas de realizarla.

En este trabajo se parte de que el Estado debe mantener la conducción del sistema de salud y debe reformarse su funcionamiento en los términos de hacer más eficaz y eficiente la prestación de los servicios del Estado, pero no privatizando el servicio de salud.

Experiencias como la de Costa Rica, Chile y Colombia en América Latina, indican que los intentos de privatización, incluso, elevan costos aún cuando se concesionen la prestación de los servicios a entidades privadas sin fines de lucro como en Costa Rica y cuando ya se ha privatizado el servicio como en Chile y Colombia, la cobertura de la población se deteriora, encarece y se le restan posibilidades en recursos humanos, financieros y materiales al sector público para atender a la población desprotegida. Y la eficacia y la eficiencia del sector privado se torna dudosa pues baja la calidad de medicamentos, servicios e intervenciones, precisamente por el propósito de ahorrar costos a la empresas proveedoras de los servicios a la par de elevación de costos al sector público que compra los servicios.

Punto de partida del modelo de financiamiento: el costo de la cobertura universal

En todo caso un modelo de financiamiento tiene como punto de partida estimar el costo de la prestación del servicio de salud a toda la población.

La población de El Salvador, se estimó en 6.5 millones de habitantes para el año 2004. Esta cifra fue presentada como la proyección de la población para el año 2004 en un informe de la Organización Panamericana de la Salud y la manejaremos con cierta comodidad para efectos de cálculos, aunque ciertamente para el año 2004 la población podría estimase en 6.7 millones de habitantes. La cifra de 6.5 millones de habitantes puede ser utilizada para efectos de análisis y proyecciones porcentuales de aproximadamente unos cinco años debido a que las tendencias porcentuales no varían sustancialmente en el corto plazo, de manera que manejando esta cifra poblacional podría presentarse una hipótesis de modelo de financiamiento para el corto plazo, ajustable para períodos más largos.

Si consideramos el promedio de 5 personas por familia, que es el promedio generalmente aceptado y ratificado en las encuestas y censos de la composición cuantitativa de las familias en El Salvador, tendremos un conjunto de 1.3 millones de familias. Dicho sea de paso, la pobreza en 1997, según el Banco Mundial alcanzaba la cifra del 48.3%, lo cual releva el determinante criterio de la atención en el primer nivel, preventivo, porque entre los sectores empobrecidos de la población, la falta de educación en salud y de agua potable, por ejemplo, constituyen factores decisivos para la propagación de enfermedades.

En el año 2003 se estimó un presupuesto de salud de 240.6 millones de US$. Ciertamente el porcentaje del presupuesto nacional destinado a salud (9.7%), aparece alto en términos de que el presupuesto global fue de US$ 2,486.7 millones. Si dividimos los 240.6 millones de dólares entre 6.5 millones de habitantes que serían los habitantes del país en el 2003, tendríamos un paupérrimo presupuesto per cápita de 37 dólares para mantener la salud de cada ciudadano salvadoreño durante un año. 3 dólares por mes aproximadamente.

2. Planteamientos polémicos

A pesar de considerables diferencias en las interpretaciones y mecanismos para llevar a cabo la reforma, existen planteamientos generales, en los que, por la forma universal en que están redactados se puede establecer un consenso formal entre posiciones encontradas que privilegian la regulación del Estado o del Mercado en la prestación de los servicios de salud. Uno de estos planteamientos clave esta relacionado con el modelo de financiamiento, al respecto el MSPAS, dice:

"El Consejo se pronuncia por considerar el gasto en salud como una inversión estratégica del Estado para el desarrollo de las familias y del país. La política social y económica del país y la política nacional de salud deberá orientarse en este sentido. La reforma del sector salud en términos financieros debe cumplir los objetivos siguientes: aumentar la inversión pública en salud, incrementar los recursos financieros al primer nivel de atención, la racionalización del gasto en el segundo y tercer nivel, así como la reasignación de éstos para aumentar la calidad y lograr una distribución equitativa y eficiente."

Los puntos probables de contradicción están relacionados con el planteamiento de someter a mecanismos de mercado o propiciar la intensidad de la participación del sector privado en la provisión de servicios de salud que han sido dominio del sector público.

En ciertos planteamientos aflora la tendencia hacia la privatización. Por ejemplo existe una presente y futura contradicción al sostener, por un lado, que el sector público debe proveer de asistencia en salud gratuitamente a la población, independientemente de su capacidad de pago a sostener, por otro lado, que el sector público debe financiar a la población según su capacidad de pago en la prestación de los servicios de salud.

Es contradictorio con el espíritu de que la "salud no es una mercancía" como principio sentado en la PRIS, el planteamiento de que se brindará salud de acuerdo a la capacidad de pago. Y esto tiene implicaciones en el modelo de financiamiento. Nosotros hemos seguido lo más fielmente posible los planteamientos de la PRIS, que no expresan por ningún lado que la capacidad de pago determinará en que intensidad y forma el Estado brindará los servicios de salud.

Dice el MSPAS:

"El modelo de financiamiento debe responder a los principios de solidaridad y subsidiaridad, financiando a la población según su capacidad de pago EN SALUD e independientemente de su riesgo de salud de tal manera que la inversión contribuya al desarrollo humano sostenible."

3. Agregar un nivel más: el confortativo

Este apartado está destinado a justificar la proposición de que se introduzca un nivel más en la atención en salud. En la actualidad se reconocen solamente tres niveles (preventivo, curativo y rehabilitativo) incluyéndose el que denominamos confortativo en el curativo o, incluso, en el rehabilitativo. Por razones de crecimiento de la población de enfermos terminales, especialmente del VIH-SIDA y los recursos humanos, materiales y financieros y el impacto económico, social y ambiental que causará este fenómeno en la sociedad en su conjunto, es que consideramos necesario introducir un nuevo cuarto nivel de atención, el confortativo.

La Salud Pública es un hecho social que consiste en la resolución de la contradicción entre salud y enfermedad para la sociedad como totalidad, siendo esencialmente una función del Estado, no lucrativa, que tiene como propósitos básicos educar, prevenir, curar, rehabilitar y confortar a la población en su conjunto en procesos de enfermedad y salubridad.

La Salud Pública atiende la resolución de la contradicción entre salud y enfermedad para la sociedad global, a nuestro juicio, en cuatro niveles diferenciados operativamente y flexiblemente para efectos de este trabajo, que se pueden presentar de la manera siguiente:

1. Preventivo.

2. Curativo.

3. Rehabilitativo.

4. Confortativo (agregado por nosotros).


Un resumen del contenido de las divisiones y propósitos funcionales de los niveles de atención en salud, podrían ser los siguientes:

Nivel 1: preventivo

Consiste en el desarrollo de concepciones, estrategias y medidas relacionadas, como su nombre lo dice, con la previsión del surgimiento de la enfermedad individual o grupal y su transformación en enfermedad colectiva o social. Se previene que la enfermedad se convierta en epidemia (nacional, regional o continental) o pandemia (mundial o global).

En nuestra percepción, el nivel preventivo puede dividirse en preventivo indirecto y preventivo directo:

1.1. Preventivo indirecto

El nivel de atención preventivo indirecto, se trata de previsión y la toma de medidas relacionadas para controlar el potencial aparecimiento de la enfermedad en general y tiene los siguientes propósitos funcionales:

i. Control sanitario del medio ambiente.

ii. Control de la contaminación de los alimentos, suelo, agua, aire, sonido.

iii. Control sanitario del ambiente de trabajo y del transporte.

iv. Fomento de la salud en individuos y colectividades.

v. Educación sanitaria individual y colectiva.

vi. Promoción de estilos de vida sanos.

1.2. Preventivo directo.

Consiste en la conceptualización, lineamientos y acciones relacionados con la contención del surgimiento y expansión de enfermedades específicas. Se divide en preventivo directo primario y preventivo directo secundario y tiene los siguientes propósitos funcionales:

El preventivo primario atenúa las posbilidades de presencia de enfermedades específicas a través de vacunaciones y acciones sanitarias. El preventivo secundario atenúa la presencia de enfermedades específicas a través del diagnóstico temprano o precoz de las mismas y su tratamiento inicial.

Nivel 2: curativo.

Consiste en el desarrollo de conocimientos, métodos, técnicas y aplicaciones en la resolución de problemas de enfermedad que normalmente requieren hospitalización y diagnósticos de laboratorios de manera sistemática.

Nivel 3: rehabilitativo

Conjunto de conocimientos, métodos y técnicas para que las personas recuperen el funcionamiento físico, emocional y mental y se reintegren al proceso productivo y/o su función social.

Nivel 4: confortativo

Concepciones, lineamientos y medidas para que el proceso de enfermedades terminales sea menos doloroso biológica, psicológica e intelectualmente para las personas. Este nivel, a nuestro juicio, requerirá una consideración especial debido a la expansión en el siglo XXI de enfermedades terminales derivadas del proceso de industrialización automatizada y genetizada y de urbanización globalizada entre las cuales se incluyen la expansión de casos de enfermedades de población de la tercera edad como el cáncer terminal y el aparecimiento como pandemia de la enfermedad irreversible del VIH-SIDA. Estos niveles de atención son “cruzados” por otros elementos clasificatorios de la salud pública como son la tipología de las enfermedades, la edad y el género de las personas.

Sobre la pandemia del VIH-SIDA se ha dicho:

“Hace ya veinticinco años que la epidemia del sida se sigue propagando por todo el mundo. Hasta la fecha ha causado más de veinte millones de muertos. Tan sólo en el 2003 esta enfermedad acabó con la vida de tres millones de seres humanos y contaminó a otros cinco más. Infectando a una persona cada seis segundos. Hoy en día, entre 34 y 40 millones de habitantes de nuestro planeta son portadores del virus, y 20 millones de ellos viven en Africa”. Matsuura, Koichiro, Una alianza mundial contra el sida, La Prensa Gráfica, sábado 10 de julio del 2004, p 32.

IV. EL ESTADO Y LA SALUD PUBLICA EN LA HISTORIA

Las epidemias de peste negra, viruela, sarampión, cólera fueron flagelos incontrolables para la humanidad sobre todo en la edad media hasta el inicio de la bacteriología, como rama del conocimiento científico a finales del siglo XIX. Surgió la inmunología como hecho social; el saneamiento público y el tratamiento del agua de manera sistemática formaron parte de la nueva disciplina médica en desarrollo: la epidemiología.

Los avances de la medicina en el siglo XX, especialmente los descubrimientos de sulfas, penicilina y vacunas, posibilitaron el control de enfermedades epidémicas como la polio. La epidemias en el mundo actual se han complicado, virus y bacterias se han hecho más resistentes, mutantes, diversos, difusos y novedosos. La medicina, sociología, economía, política, administración y finanzas, como ciencias y aplicaciones, se entrelazan nacional e internacionalmente en un mundo globalizado para enfrentar los nuevos desafíos de la necesidad de una epidemiología mundial. La epidemia del VIH-SIDA es el más claro ejemplo de que los problemas epidemiológicos se están transformando de nacionales en mundiales.

La Salud Pública es pues un problema esencialmente social y la creación de los sistemas y la administración de los recursos humanos, materiales y financieros para atender la salud de la población en su conjunto ha sido desde sus orígenes una tarea del Estado.

A continuación construiremos una breve reseña de la evolución histórica de la relación entre Estado y Salud Pública.

Prehistoria

- El grupo social con el Estado como cuerpo social diferenciado reaccionaba protegiendo a sus integrantes contra infecciones por mordeduras, insectos, malaria, fiebre amarilla.

- El sedentarismo y los asentamientos humanos en general, conllevan enfermedades epidémicas como la fiebre tifoidea, la tuberculosis y la peste (transmitida por la pulga de las ratas); enfermedades transmitidas por la domesticación de los animales: lepra, difteria y otras.

Hacia 1500 años antes de Cristo, destacan dos culturas que nos legaron los "Papiros de Eber" y la "Ley Mosaica" que son considerados los primeros tratados de medicina pública.

Antiguo Egipto

- El Estado faraónico traza lineamientos públicos de higiene personal, pelo rapado en hombres y mujeres para evitar los piojos, depósito y canalización de aguas públicas, fórmulas farmaceuticas.

- “Papiros Eber’’, primer tratado de medicina. Se supervisaban las operaciones del cerebro (trepanaciones).

Hebreos Antiguos

- Ley Mosaica (primer Código de Higiene escrito): higiene personal, maternidad, tratamiento del agua.

Hacia 1200 años antes de Cristo, dos culturas marcaron la historia de la humanidad, la Griega y la Romana. En las dos el papel del Estado en la Salud Pública fué determinante. Grecia y Roma Antiguas tuvieron un régimen esclavista; en América Precolombina floreció una cultura con un Estado no esclavista, con característas de conducción comunitaria que dictó disposiciones para proteger condiciones ambientales de beneficio colectivo.

Grecia Antigua

- El Estado dicta normas de saneamiento ambiental, higiene personal, ejercicio físico, dieta alimenticia.

- Hipócrates (460 A.C.) revoluciona la medicina, estableciendo que la enfermedad era causada por un desorden del cuerpo, no por castigo de los dioses o designio sobrenatural.

Roma Antigua

- El Estado Romano emite lineamientos de higiene personal y desarrolla la construcción de baños públicos, ingeniería sanitaria, acueductos.

América Antigua

- Cultura Tehotihuacana: tratamiento de agua (canalización y desagues). Cultura Azteca: saneamiento ambiental para evitar la contaminación de las aguas del lago.

La Edad Media basa su contenido en el modo de producción feudal. Se puede ubicar como un punto de partida de la historia de la salud pública medioeval el siglo II después de Cristo, debido a que se tiene la primera descripción de la peste negra (por la pulga de la rata negra, que la transmite) que en el siglo XIV liquidó a 3 de cada 10 europeos. La salud pública medioeval se reputa incluso con retraso con relación a la salud pública Antigua.

Edad Media

- En general, retroceso en avances científicos de la medicina y salud pública con descuido en la higiene personal y el saneamiento público.

- Grandes epidemias: lepra y peste bubónica.

- Cuarentena, marginación y exterminio eran usuales como medidas de sanidad pública.

- Pero hubo avances también en la salud pública con el surgimiento de los hospitales en principio como enfermerías anexas de monasterios.

En el capitalismo se sistematiza como una necesidad la salud pública. Los obreros concentrados en las ciudades y la conquista imperial del mundo por medio de la navegación son factores que impulsan la preocupación por la salud social. En los siglos XVIII y XIX se puede ubicar la creación de las bases de los sistemas de salud pública actuales.

Europa

- La noción de Salud Pública inicia su desarrollo con la concepciones utilitaristas.

- Las monarquías ilustradas conciben la salud de los subditos como una razón de Estado.

- Primer uso del término vacunación (del latín vacca): Inglaterra, Edward Jenner, inoculando “viruela de vacas” (1798).

- Se descubren las vitaminas intentando evitar el escorbuto entre los marineros.

- Leyes de Salud Pública (Inglaterra, Edwin Chadwick): saneamiento ambiental sobre todo en ciudades industriales.

- Tratamiento epidemiológico del cólera (Inglaterra, John Snow).

- Seguridad Social en sus inicios (Alemania, Rudolf Virchov): en el contexto de las Revoluciones de 1848, “la política es medicina en gran escala”.

- Se considera que las enfermedades provienen de las suciedades y del exceso de trabajo entre los obreros y campesinos y no del contagio entre personas.

- Vacuna antirrábica (Francia, Luis Pasteur, 1818). Vacuna contra el cólera (Rusia, Hapfkine, 1892). Vacuna contra el tifus (Inglaterra, Wright, 1898).

- Descubrimiento de la anestesia (Estados Unidos, William Morton, 1844).

- Aspirina (Alemania, Karl Von Gherard, 1854. Redescubierta en 1893).

- Rayos X (Alemania, Wilhelm Roentgen, 1895).

- Asepcia (esterilización por ebullicicon, Francia, Pasteur) y Antisepcia (esterización de quirófano, Inglaterra, Joseph Lister, 1865), Esterilización por lavarse las manos (Austria, Ignaz Semmelweiz).

En el siglo XX se generan instituciones internacionales para el tratamiento de la salud pública y se desarrollan instituciones nacionales en los países periféricos con el modelo Europeo.

- Salud Pública basada en la expansión y consolidación de la teoría de los contagios por microorganismos (Koch).

- Desarrollo de la microbiologia y la epidemiología, como ramas de la Ciencia Médica.

- Descubrimiento de la penicilina (Inglaterra, Alexander Fleming, 1944).

- Primera transfusión de sangre exitosa, con anticoagulante (Argentina, Luis Agote, 1914).

- Creación de la Organización Panamericana de la Salud, OPS: erradicación de la viruela y la poliomelitis.(1902)

El Salvador

- Creación en El Salvador del Consejo Superior de Salubridad como dependencia del Ministerio de Gobernación, base del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, MSPAS.(1900)

- Creación del Ministerio de Asistencia Social y transformación en el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, MSPAS.(1948-1950).

- Creación del Instituto Salvadoreño del Seguro Social.(1954).

Desde finales del siglo XX hasta la fecha la humanidad confronta un esquema radicalmente diferente al que ha tenido en el devenir histórico con una determinante participación del Estado.

Concepción Neoliberal de la Salud Pública:

1. Medicalización: concepción de la Salud Pública centrada en el tratamiento médico, en las Ciencias Naturales y no en las Ciencias Sociales.

2. Privatización: aseguramiento, provisión, suministros, diagnóstico, intervención. Propicia la intervención privada de la industria médica.

3. Individualización. Es el ser humano individualmente considerado el responsible de la salud; los riesgos del desequilibrio entre salud y enfermedad, radican en el estilo de vida individual.

4. Mercantilización: los servicios y bienes médicos deben ser adquiridos en transacciones de compra y venta principalmente, no provistos por el Estado.

V. LINEAS BASICAS CUANTITATIVAS PARA UN MODELO DE FINANCIAMIENTO DE LA REFORMA EN SALUD

Como hemos visto, un Modelo de Financiamiento para la Reforma en Salud en El Salvador, conforme la Propuesta de Reforma Integral en Salud emanada de las discusiones del Consejo Nacional de Reforma en Salud y publicada a finales del año 2000 tiene uno de sus puntos gravitacionales en la necesidad de garantizar la cobertura de la población en dos dimensiones:

1. Demográfica: a todas las personas, de todas las edades, de todo género.

2. Médica: en todos los niveles de atención médica (preventiva, curativa, rehabilitativa y confortativa).

Es decir se trata de cubrir a toda la población en todos los niveles de atención médica. Sería para nosotros esta la esencia de la reforma en salud en El Salvador.

La fuente de financiamiento será en esta propuesta, el Estado. Partiendo en un primer momento de un financiamiento complementario, es decir, complementando el financiamiento que ya se realiza para, en un segundo momento, pasar a un financiamiento suplementario, es decir, suplir el financiamiento privado que realizan los hogares especialmente aquellos de bajos ingresos o con ingresos que estén por debajo de los necesarios para compensar la canasta de mercado.

La selección de la categoría “cobertura” como eje del modelo de financiamiento no es arbitraria. Esta claramente expresada la intencionalidad en la PRIS de lograr la cobertura de toda la población, al menos de manera formal. De manera que lo procedente una vez establecida la necesidad es la realización del cálculo monetario correspondiente.

Como en todo fenómeno existen diferentes procedimientos y métodos para acercarse a la realidad, en este caso, de la necesidad de financiamiento para la cobertura en salud de toda la población salvadoreña. Un procedimiento podría ser el de fijar un “tipo ideal” de asistencia en salud para un ser humano utilizando la metodología de los tipos ideales creada por Max Weber. Con el tipo ideal de asistencia en salud generar indicadores financieros de la situación actual y la esperada y al compararlos establecer las necesidades financieras por diferencias. Los métodos del cálculo del financiamiento pueden sofisticarse y generar un modelo de financiamiento para cada una de las propuestas de reforma del sector salud que emanaron de los distintos actores sociales. Siguiendo el método comparativo desarrollado por Emilio Durkheim se extraen conclusiones para genera un modelo de financiamiento comprensivo. También se puede partir de un análisis médico histórico de la evolución e incidencia de enfermedades por población estratificada por tipos de edad y región, realizando un análisis costo eficacia es decir del uso y la necesidad de los recursos para atender la salud pública complementado por un análisis costo beneficio que pondere las inversiones en salud pública por el beneficio económico y social que ocasiona por ejemplo la reversibilidad de las epidemias. Es decir existen diversas formas de generar el modelo de financiamiento para la reforma del sector salud en El Salvador.

Nuestro método ha sido simple, pero no por ello inconsistente. Muchas veces la consistencia está en la simplificación y no en la complicación de las cosas.

Metodológicamente partimos de un análisis de contenido relevando como dijimos, la variable central de la cobertura en salud para toda la población. El análisis de contenido se extendió al estudio financiero de las diversas estructuras del sector salud en El Salvador especialmente el relacionado con el flujo de fondos, ingresos y egresos, gastos totales y per cápita. También realizamos un diagnóstico administrativo del sistema de salud en El Salvador utilizando técnicas de “diagnóstico rápido”.

Básicamente a las conclusiones que llegamos y que tienen relación directa con el modelo de financiamiento que proponemos son las siguientes:

1. El Instituto Salvadoreño del Seguro Social, ISSS, es una institución que constantemente tiene superávit en su flujo de fondos. Es probablemente la única entidad en el Estado salvadoreño, junto a la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa, CEL, que tiene la situación de trabajar con superávit.

2. Las deficiencias administrativas del ISSS, al momento de la investigación se relacionaban con la parte ambulatoria: retrasos en las consultas, deficiencias en la entrega de medicinas, burocracia y mal trato a los pacientes. En la parte de hospitalización, en general las personas entrevistadas se referían con gratitud a la atención, a la eficiencia y eficacia y en general buen trato y competencia médica en procesos operatorios.

3. El ISSS atiende a todos sus afiliados y parejas en todos los niveles de salud pública.

De manera que incluso con el gasto administrativo actual el ISSS tiene la capacidad de realizar una reforma administrativa que multiplique su capacidad de atención a la población.

¿Cuánto dinero se necesita para darle cobertura a toda la población salvadoreña?

La respuesta a nuestro juicio, en un primer momento saldría de multiplicar la cantidad de habitantes de El Salvador por el gasto por cabeza, per cápita del ISSS, que es un dato usualmente proporcionado por el ISSS que repetimos es una entidad que atiende a toda su afiliación en todos los niveles de salubridad.

gisss pc = gasto del instituto salvadoreño del seguro social per cápita

pt = población total de El Salvador

gtcs = gasto total para la cobertura en salud de El Salvador

(1) gissspc * pt = gtcs

¿Cuánto dinero haría falta para darle cobertura total en salud a la población salvadoreña?

Es necesario considerar en un modelo de financiamiento que ya existen gastos en cobertura en salud. Que si bien se cubre en el mejor de los casos al 20% de la población, es cierto; pero es necesario descontar este gasto del que se propone como gasto total para la cobertura en salud.

Los gastos que ya se realizan son los siguientes:

gsgc = gasto en salud del gobierno central

gsisss = gasto en salud del instituto salvadoreño del seguro social

gssp = gasto en salud del sector privado

gsbm = gasto en salud de bienestar magisterial

gssm = gasto en salud de sanidad militar

De manera que tenemos:

grcs = gasto realizado en cobertura en salud

(2) grcs = gsgc + gsisss + gssp + gsbm + gssm

En consecuencia si queremos averiguar cuáles serían las necesidades de financiamiento para la cobertura total de la población simplemente tendríamos que realizar la sustracción de (1) menos (2), así:

nfct = necesidades de financiamiento para cobertura total

(3) nfct = gtcs - grcs

Todos los datos varían año con año. De ahí que se pueden realizar análisis más sofisticados que incluyan proyecciones y análisis matricial.

Cuando hicimos estos cálculos en el año 2004, encontrábamos que las necesidades de financiamiento para la cobertura en salud, eje de una reforma del sector, era de 500 millones de dólares aproximadamente. Cada año puede hacerse el cálculo.

Una solución permanente del problema del financiamiento de la cobertura de la población, base de toda reforma, se encuentra fuera del modelo de financiamiento: en una reforma fiscal en principio para recaudar lo que se debe recaudar y minimizar al máximo, valga la paradoja, los niveles de elusión y evasión fiscal, pero al mismo tiempo examinar e impulsar una reforma impositiva progresiva hasta en el sistema de cotización al ISSS.

Presentes están las palabras del médico Rudolf Virchov, que las dijo hace más de siglo y medio: “La política es medicina en gran escala”.

Principios programáticos universitarios

PARA UNA PROPUESTA PROGRAMATICA DE LUCHA UNIVERSITARIA

Compañeros y Compañeras Estudiantes y Docentes:

He sido, soy y seré un luchador por los grandes ideales de la Universidad de El Salvador y de la Facultad de Ciencias Económicas. Se ha valorado por parte de distintas fuerzas estudiantiles y docentes, la posibilidad de que mi persona contribuya al desarrollo de la Facultad, en calidad de candidato a Decano en el proceso electoral que se avecina. Creo que es mi deber contribuir en tal sentido, pero como candidato a Decano o no, considero que en la actual coyuntura de la Universidad y de la Facultad hay que luchar por los siguientes puntos que me parece son principios no negociables.

Les presento a Ustedes los 5 puntos centrales en que concentraría mi participación solicitándoles el apoyo respectivo para concretizarlos; es un programa de trabajo sintetizado en los 5 puntos siguientes:

1. Mantener la lucha sistemática contra los intentos de privatización de la UES que están presentes. Combatir los intentos de privatización disfrazados de "excelencia académica". Defensa, en consecuencia, de la Autonomía Universitaria, que es transgredida en la propuesta que se ha realizado y que se quiere revivir afectando el ejercicio autónomo las funciones básicas de la UES: docencia, investigación y proyección social.

2. Luchar a nivel nacional por un presupuesto del Estado, adecuado para la UES. Desarrollar formas de lucha apropiadas, no adocenadas, parlamentarias y sociales, encaminadas a lograr el 5% del Presupuesto Nacional para la Educación Superior de la única Universidad del Estado. En la UES luchar por una distribución equitativa de acuerdo a la cantidad de estudiantes que se atienden y al equipo e infraestructura que se requieren. Luchar contra la concentración burocrática del presupuesto en las oficinas centrales que usan casi el 50% del presupuesto y otras Facultades, como la de Economía, que tienen 7 mil estudiantes, la que más estudiantes tiene en toda la UES, no llega ni al 10%. Esta lucha por el Presupuesto implica una contra la corrupción administrativa.

3. Ingreso abierto. Por ello necesitamos como Universidad y como Facultad un mayor presupuesto. Todo estudiante que reúna requisitos de Bachillerato puede ingresar a la UES. En la actualidad hacemos examen de admisión y rechazamos una gran cantidad de estudiantes, a millares, que van a la desocupación, la delincuencia o en el mejor de los casos y dependiendo de sus posibilidades financieras hacia las Universidades Privadas. Nuestro aporte al recibir a todo y toda bachiller que solicite ingreso, incluso puede verse como una contribución a minimizar la delincuencia nacional.

4. Construcción física en toda la Universidad. Necesitamos más auditorios y aulas para atender a la creciente población estudiantil especialmente en las Facultades que tienen más demanda, como la de Ciencias Económicas, que es la única Facultad que no tiene auditorio y es la que más demanda de estudiantes recibe. Mantenimiento de aulas en condiciones apropiadas para la enseñanza.

5. Reforma Académica.
Partiendo de Seminarios hasta llegar a un Congreso de Reforma, examinar los siguientes planteamientos:

* Concentrar las áreas técnicas de las carreras en los dos primeros años para que los estudiantes puedan emplearse productivamente en los primeros años y ayuden económicamente a sus familias.
* Que los años de estudio contemplen la realización de su trabajo de tesis, para no emplear más tiempo al egresar.
* Abrir estudios de Maestría y Doctorado a un costo accesible (no más del 20% de un salario mínimo para los egresados de la UES).
* Conducción transparente, con mecanismos de orientación y fiscalización conjunta Docente Estudiantil de los procesos académicos y administrativos.
* Promoción del desarrollo de Centros e Institutos de Investigación en cada Facultad y la difusión de sus investigaciones para orientar a la población en todas las temáticas.

Plan de La Riqueza de las Naciones

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Las negrillas, citas en bloque y separación de algunos párrafos son nuestros para efectos de estudio.

Introducción y Plan de la Obra (1776)

El trabajo anual de cada nación es el fondo del que se deriva todo el suministro de cosas necesarias y convenientes para la vida que la nación consume anualmente, y que consisten siempre en el producto inmediato de ese trabajo, o en lo que se compra con dicho producto a otras naciones. En consecuencia, la nación estará mejor o peor provista de todo lo necesario y cómodo que es capaz de conseguir según la proporción mayor o menor que ese producto, o lo que con él se compra, guarde con respecto al número de personas que lo consumen.

En toda nación, esa proporción depende de dos circunstancias distintas; primero, de la habilidad, destreza y juicio con que habitualmente se realiza el trabajo; y segundo, de la proporción entre el número de los que están empleados en un
trabajo útil
y los que no lo están.


Sean cuales fueren el suelo, clima o extensión territorial de cualquier nación en particular, la abundancia o escasez de su abastecimiento anual siempre depende, en cada caso particular, de esas dos circunstancias. Además, la abundancia o escasez de ese abastecimiento parece depender más de la primera circunstancia que de la segunda.

Entre las naciones salvajes de cazadores y pescadores, toda persona capaz de trabajar está ocupada en un trabajo más o menos útil, y procura conseguir, en la medida de sus posibilidades, las cosas necesarias y convenientes de la vida para sí misma o para aquellos miembros de su familia o tribu que son demasiado viejos, o demasiado jóvenes o demasiado débiles para ir a cazar o a pescar. Sin embargo, esas naciones son tan miserablemente pobres que por pura necesidad se ven obligadas, o creen que están obligadas a veces a matar y a veces a abandonar a sus niños, sus ancianos o a los que padecen enfermedades prolongadas, para que perezcan de hambre o sean devorados por animales salvajes.

Por el contrario, en las naciones civilizadas y prósperas, numerosas personas no trabajan en absoluto y muchas consumen la producción de diez veces y frecuentemente cien veces más trabajo que la mayoría de los ocupados; y sin embargo, la producción del trabajo total de la sociedad es tan grande que todos están a menudo provistos con abundancia, y un trabajador, incluso de la clase más baja y pobre, si es frugal y laborioso, puede disfrutar de una cantidad de cosas necesarias y cómodas para la vida mucho mayor de la que pueda conseguir cualquier salvaje.
Las causas de este progreso en la capacidad productiva del trabajo y la forma en que su producto se distribuye naturalmente entre las distintas clases y condiciones del hombre en la sociedad, son el objeto del Libro Primero de esta investigación.
Sea cual fuere el estado de la habilidad, la destreza y el juicio con que el trabajo es aplicado en cualquier nación, la abundancia o escasez de su producto anual debe depender, mientras perdure ese estado,
de la proporción entre el número de los que están anualmente ocupados en un trabajo útil y los que no lo están.
El número de trabajadores útiles y productivos, como se verá más adelante,
está en todas partes en proporción a la cantidad de capital destinada a darles ocupación,
y a la forma particular en que dicha cantidad se emplea.

El Libro Segundo, así, trata de
la naturaleza del capital,
de la manera en que gradualmente se acumula, y de las cantidades diferentes de trabajo que pone en movimiento según las distintas formas en que es empleado.

Las naciones aceptablemente avanzadas en lo que se refiere a habilidad, destreza y juicio en la aplicación del trabajo
han seguido planes muy distintos para conducirlo o dirigirlo,
y no todos esos planes han sido igualmente favorables para el incremento de su producción.

La política de algunas naciones ha estimulado extraordinariamente el trabajo en el campo; la de otras, el trabajo en las ciudades. Casi ninguna nación ha tratado de forma equitativa e imparcial a todas las actividades.
Desde la caída del Imperio Romano, la política de Europa ha sido más favorable a las artes, las manufacturas y el comercio, actividades de las ciudades, que a la agricultura, el quehacer del campo.
Las circunstancias que parecen haber introducido y fomentado esa política son explicadas en el Libro Tercero. Esos planes diferentes fueron probablemente establecidos debido a intereses y prejuicios privados de algunos estamentos particulares, sin consideración o previsión alguna de sus consecuencias sobre el bienestar general de la sociedad; sin embargo, han dado lugar a teorías muy distintas de economía política, algunas de las cuales magnifican la importancia de las actividades llevadas a cabo en las ciudades y otras la de las llevadas a cabo en el campo.

Dichas teorías han ejercido una considerable influencia, no sólo sobre las opiniones de las personas ilustradas sino también sobre la conducta pública de los príncipes y estados soberanos. He procurado, en el Libro Cuarto, explicar esas teorías de la forma más completa y precisa, y también los efectos más importantes que han producido en diferentes épocas y naciones.

El objeto de los primeros cuatro libros de esta obra es explicar en qué ha consistido la renta del conjunto de la población, o cuál ha sido la naturaleza de los fondos que en naciones y tiempos diferentes, han provisto su consumo anual.

El Libro Quinto y último aborda la renta del soberano o del estado. En este libro intento mostrar, en primer término, cuáles son los gastos necesarios del estado, cuáles de estos gastos deben ser sufragados por el conjunto de la sociedad y cuáles sólo por una parte específica o por unos miembros particulares de la misma; en segundo término, cuáles son los diversos métodos mediante los cuales se puede lograr que toda la sociedad contribuya a afrontar los pagos que corresponden a la sociedad en su conjunto, y cuáles son las ventajas e inconvenientes principales de cada uno de esos métodos; y, en tercer y último término, cuáles son las razones y causas que han inducido a casi todos los estados modernos a hipotecar una fracción de sus ingresos, o a contraer deudas, y cuáles han sido los efectos de tales deudas sobre la riqueza real, que es el producto anual de la tierra y el trabajo de la sociedad.

Los cuatro primeros capítulos de La Riqueza de las Naciones, en español, pueden leerse en:


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Obras de Adam Smith

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Una joya literaria es el compendio de La Riqueza de las Naciones, en español, del año 1807. Es impresionante el ser humano. La obra, un examen o compendio fué realizada por el Marqués de Condorcet y traducido al castellano (sic) por Carlos Martínez de Irujo. Puede leerse en:

http://fama2.us.es/fde//ocr/2006/compendioDeRiquezaDeLasNaciones.pdf

En inglés el texto completo de las Teoría de los Sentimientos Morales (1759) se encuentra en:

http://www.econlib.org/library/Smith/smMS.html

Un "abanico" de vínculos en inglés para el estudio de las obras y vida de Adam Smith, se localiza en:

http://cepa.newschool.edu/het/profiles/smith.htm

Interesante y poco relacionado en la literatura de Adam Smith son sus cartas sobre jurisprudencia. Las referiremos posteriormente.
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