Usualmente las negrillas y subrayados son nuestros.

martes, septiembre 08, 2009

Economía Socialista y Economía Clásica

*
Las negrillas y separación de algunos párrafos son nuestros para efectos de estudio.

Tomado de:

http://www.econlink.com.ar/economia/socialismo/socialismo.shtml

EL SOCIALISMO
JOSE DAVID HERRERA BAIGORRIA

RESUMEN:

En este trabajo tiene la intecion de estudiar la vida, el pensamiento, las propuestas y las realizaciones de algunos de los primeros autores socialistas contemporáneos, sin antes hacer una breve referencia sobre la historia del comunismo y sobre algunos conceptos importantes a tener en cuenta. Se intentara explicar como el entorno influyo sobre dichos autores y en que consistió el ataque que hicieron estos autores socialistas a las ideas predominantes de la época, es decir a la doctrina clásica. Además se intentara explicar las causas de la divergencia entre la doctrina clásica con las del pensamiento socialista y se intentara explicar como el pensamiento socialista es fruto de su época.

Indice

I. INTRODUCCION: ORIGENES DEL SOCIALISMO

II. EL ENTORNO DE LOS PENSADORES SOCIALISTAS

III. PENSADORES SOCIALISTAS

III.1. CLAUDE HENRI DE ROUVROY, CONDE DE SAINT-SIMON (1760-1825)
III.1.1. PENSAMIENTO Y PROPUESTAS DE SAINT-SIMON
III.1.2. ESCUELA DE SAINT-SIMON

III.1.3. AUGUSTE COMTE

III.2. ROBERT OWEN (1771-1858)
III.2.1. PENSAMIENTO, PROPUESTAS Y REALIZACIONES DE OWEN

III.3. CHARLES FOURIER (1772-1832)
III.3.1. PENSAMIENTOS Y PROPUESTAS DE FOURIER

III.4. JEAN CHARLES LEONARD SIMONDE DE SISMONDI (1773-1842)
III.4.1. PENSAMIENTO Y PROPUESTAS DE SISMONDI
III.4.2. OBJECIONES DE SISMONDI CONTRA LA ESCUELA CLASICA
III.4.3. CRITICAS A SISMONDI

III.5. PIERRE JOSEPH PROUDHON (1809-1865)
III.5.1. PENSAMIENTO Y PROPUESTAS DE PROUDHON

III.6. KARL RODBERTUS
III.6.1. PENSAMIENTO Y PROPUESTAS DE RODBERTUS

III.7. FERDINAND DE LASALLE (1825-1864)
III.7.1 PENSAMIENTO Y PROPUESTAS DE LASALLE

III.8. LOUIS BLANC (1811-1864)

IV. CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFIA


I. Introducción: Orígenes del socialismo

La palabra "socialista" junto la palabra "socialismo" fueron usadas por primera vez en Inglaterra como "letras de molde" en London Cooperative Magazine, en 1826 (para referirse a Owen); y posteriormente en The Poor Man´s Guardian, en 1833.

Luego se extendió al continente, primero en Francia en Le Globe (para referirse a Saint-Simon) y en Encycolpedie Nouvelle, ganando posteriormente difusión general en todo el continente.

La palabra socialismo involucra un vasto conjunto de visiones, ideologías y actitudes. En ocasiones los conceptos de comunismo, socialismo y anarquismo suelen confundirse por lo que será conveniente definirlos:

Comunismo: Es aquel estado social en el cual no existe ni la propiedad privada de los medios de producción, ni el estado, ni las clases sociales.

En él un grupo humano no explota a otro, ni lo hacen entre si. También se entiende por comunismo la doctrina que aboga por el establecimiento de tal estado social, o que asevera que el mismo será inevitablemente el estado del futuro. (Giner, S.; 1975).

Socialismo: Es la teoría, doctrina o practica social que propugna (o ejercita) la posesión publica de los medios de producción y su administración también publica en pro del interés de la sociedad en general, y no a favor de clases o grupos particulares. (Giner, S.; 1975).

Anarquismo: Es la teoría o doctrina que mantiene que toda autoridad política es innecesaria y nociva, aunque otros tipos de autoridad (jurídica, religiosa) son también considerados perjudiciales. El anarquismo sostiene que, mediante la abolición de la autoridad se puede crear una sociedad justa, basada en la bondad innata del hombre y en su voluntad de cooperar pacíficamente con sus prójimos. (Giner, S.; 1975).

La idea del comunismo es muy abstracta y tiene una gran gama de interpretaciones un tanto teóricas como practicas en cuestiones políticas, históricas y económicas; destacándose entre esta gran gama el socialismo y el anarquismo. Así tanto el socialismo como el anarquismo, aunque son diferentes entre ambas, son ambas comunistas, agrupándose estas corrientes dentro de lo que se conoce como "pensamiento socialista" en general.

Los primeros comunistas de los que se tiene registro se remota a la epopeya homérica, en la que se describe una comunidad de bienes ejercitada en la campaña por el ejercito aqueo.

Posteriormente Platón en su obra "La República", desarrolla un proyecto de una sociedad comunista.

También el comunismo surge en comunidades precristianas como los esenios, en la que el comunismo era parte de su vida religiosa.

Lo mismo seria para los primeros cristianos, pero como algo accesorio a la fe.

Posteriormente surgió un conjunto de autores con obras donde se describían sociedades perfectas, donde el comunismo formaba parte, y que va desde Sir Tomas Moro con su obra llamada Utopía, escrito en 1516, hasta Juan Jacobo Rousseau con su obra llamada Contrato Social, escrita en 1762.

Estos autores se diferenciaron con los que posteriormente se los clasificaría como socialistas utópicos, en el hecho de que estos últimos se preocuparon, además de los problemas intelectuales, de elaborar los métodos destinados a conseguir sus fines.

Luego aparece otra vez el comunismo como tema central en la revuelta de los campesinos en Alemania en el siglo XVI, en la que surge la doctrina cristiana (como los principios del Evangelio de San Mateo, que se aproxima al comunismo) como arma ideológica para imponer el comunismo agrario.

Lo mismo que en Alemania surgiría con el movimiento comunista que apareció en la revolución Inglesa de los puritanos. Aparecieron grupos con tendencias comunistas llamados Niveladores (levellers) y que pedían mayor representación política y la desaparición de las clases sociales.

Luego entre los niveladores aparecieron grupos mas extremistas, ya totalmente comunista, llamados Diggers, cuya procedencia se deriva del artesanado ingles sin una filiación religiosa concreta (aunque protestantes).

La doctrina política de los Diggers puede remitirse a la obra del comerciante Gerrard Winstanley titulada "Nueva ley de la Justicia", publicada en 1649.

También en 1649, Winstanley y media docena de hombres comenzaron con una experiencia comunista, con una huerta, en una colina junto al Tamesis, en Surrey; siendo por ello encarcelado (en una iglesia) por los campesinos del lugar. Posteriormente los comunistas agrarios volvieron al lugar, pero el entorno le resultaba demasiado agresivo, tanto que llevo al fracaso al ensayo.

En 1652 Winstanley publico su "Ley de la libertad" en la que intento presentar una constitución comunista, en la que sus argumentos son aun teológicos. Los Diggers defienden la idea de que el parlamento suprima la propiedad, ya que esta da poder político y una sociedad democrática no debe reconocerla, además "la propiedad es una ofensa contra la moral, pues significa un monopolio sobre una parcela de la creación, entregada por Dios a los hombres para su uso y goce común".

Se cree que Winstanley buscaba una reforma total de la sociedad para que se acerque al ideal de una comunidad cristiana; y para lo cual seria necesario destruir la monarquía y atacar las estructuras jerárquicas y aristocráticas de la iglesia inglesa implantando una educación completamente secular. Con los Diggers se manifiesta una ideología anarquista y que se observa en la hostilidad a todo tipo de poder.

El origen del comunismo contemporáneo puede rastrearse en los escritos de 1750 de un francés llamado Morelly y del abate de Mably, pero también puede rastrearse con la "conspiración de los iguales" que se dio durante la Revolución Francesa y que reunió dos características que lo distinguió del comunismo anterior y lo identifican con el actual, como lo seria la ausencia de justificación religiosa como teológica y la existencia de una sucesión de discípulos que continuaron y refinaron las ideas implantadas en la conspiración.

La conspiración estaba basada en una organización secreta, dirigida por "un directorio secreto de seguridad publica" que constaban con aproximadamente doce miembros. Tenían como objetivo fundamental llevar propaganda, sobre todo a la tropa y a la policía, proclamando la insurrección y la restauración, para tomar así al gobierno de la constitución de 1793.

Luego si la conspiración triunfaba se debería llevar a cabo una redistribución de la riqueza mediante la incautación de bienes a los emigrados y a opositores políticos, que en una primera instancia pasaría a la Asamblea Nacional para luego convertirse en comunes para todo el pueblo.

Cuando ya la conspiración estaba muy avanzada el gobierno logro desarticular la organización de los iguales, condenando a la pena capital a unos treinta integrantes, entre los que se encontraba Babeuf.

Franςois N. Babeuf (1760-1797) apodado como Graco, fue el que dirigis la llamada conspiración de los iguales.

El Graco había sido un burócrata en una administración feudal que con la revolución había quedado desempleado y en la miseria, desempeñando entonces una gran actividad en huelgas, protestas, manifestaciones, panfletos. Posteriormente fue elegido a varios cargos que no le privaron de tener conflictos con los diferentes gobiernos republicanos, costándole la cárcel en mas de una oportunidad. Con la caída de Robespierre el Graco se quedo sin sus cargos y se convirtió en opositor y director del Journal de la Liberté de la Presse. En la misma época conoció a Felipe Buonarroti (1761-1837) de origen corso y que fue coautor de la conspiración, y su mejor historiador. Buonarroti continuo con el ideal socialista, hasta que en la época posnapoliónica fue heredada a sus discípulos, Louis Blanc y Auguste Blanqui.

Existen diversas clasificaciones que agrupan a los diferentes pensadores socialistas, de las cuales una muy usada es la siguiente:

Socialismo Utópico: Saint-Simon, Owen, Fourier.

Críticos socialistas: Simon de Sismondi.

Anarquistas: Godwin, Proudhon.

Socialismo de Estado o de Cátedra: Wagner, Rodbertus, Lasalle

Socialismo "Combativo": Babeuf, Blanc, Blanqui.

Institucionalismo: Veblen.

Socialismo Democrático

Socialismo Científico

En adelante, en este trabajo se desarrollara la vida, el pensamiento y las propuestas de algunos autores del socialismo, sin antes tratar de describir el entorno que rodeo a dichos autores.

II. El entorno de los pensadores socialista

La Europa de fines de siglo XVIII y primera mitad del siglo XIX estaba sufriendo una transformación drástica, debido a cambios tecnológicos, sociales, económicos y políticos.

Así se puede nombrar los cambios políticos desde la revolución francesa, el surgimiento de Inglaterra como la potencia económica mas fuerte de la época, el surgimiento de la producción por máquinas y de fuentes avanzadas de energía (que surgía reemplazando el arado tirado por animales), grandes movimientos migratorios, el surgimiento de asentimientos predominantemente urbano, mayor desigualdad social, la aparición de una gran movilidad social.

En los países mas industrializados la situación de los trabajadores era deplorable debido a los bajos salarios, el trabajo de mujeres y niños, jornadas prolongadas de trabajo, una estricta vigilancia al trabajador y condiciones de asentamiento deplorables.

Ni Inglaterra se salvaba, ya que después de las guerras napoleónicas había comenzado una gran depresión debido que los mercados de los tejidos de algodón no se recuperaron.

Empezó haber discernimiento y rebeldía contra la doctrina clásica y ataques al capitalismo, considerándola a esta ultima como un sistema que constituía una dominación del capital sobre la producción.

Mientras tanto se encontraba en pleno auge una burguesía que apoyaba la libertad y la propiedad privada, exaltaba como valor al ahorro y que mejoraba día a día su bienestar material.

Hay un surgimiento del nacionalismo y un mayor proteccionismo por parte de Norteamérica y Alemania opuesto "al librecambismo favorable a la nación más adelantada".

Se discutía la conveniencia de una mayor intervención del estado para asegurar un equilibrio económico más estable y proteger el ingreso de los más pobres.

Surgían nuevas teorías filosóficas, mientras se dejaba de creer en la filosofía del derecho natural y en la constante intervención de una providencia que desea el bienestar a todos, mientras los estudios históricos hizo dudar de la permanencia de las leyes naturales.

Contra la filosofía utilitarista, de corta vida, se rechazo la idea de que el hombre calcula racionalmente sus placeres y sus trabajos.

Inglaterra y el continente estaban separados intelectualmente, ya que mientras Inglaterra tenia una larga tradición individualista que se remontaba hasta la época de John Locke y que se reflejaba en una monarquía limitada (gobierno parlamentario); en el continente sus autores ponían énfasis en la actividad grupal, su pensamiento estaba influenciada por el racionalismo cartesiano (que rechazaba las cosas materiales en la búsqueda de la verdad interior) y su gobierno era una monarquía absoluta.

Todo lo anterior lleva a mencionar:

Atemperando por las opiniones conservadoras de Emund Burke sobre el cambio social, el individualismo y el pensamiento libertario británico evitaron los cataclismos sociales de la Revolución Francesa y culminaron, en la esfera económica, en los escritos, ahora familiares, de Adam Smith y los economistas clásicos. (Ekelund; Herbert; 1991).

Todos los mas destacados filósofos de la ilustración francesa (excepto Rosseau) vieron en la historia como "una progresión interminable de los seres humano hacia la razón y la verdad".

Además surgió como teoría de la historia, que posteriormente se convirtió en teoría económica, la idea de que la sociedad evolucionaba a través de una sucesión de etapas, cada una de ellas superior a la anterior.

El iniciador del planteamiento anterior fue el filosofo francés Condorcet (1743-1794), que creía que el desarrollo histórico estaba sujeto a leyes generales y que la tarea del historiador se trata en buscar y encontrar aquellas leyes por las que los hombres progresan "hacia la verdad y el bienestar".

Condorcet proponía una nueva ciencia con base en la historia, que seria empírica y no racionalista. Condorcet consideraba que los errores del pasado, especialmente los que sucedieron en la revolución, son parte de una etapa de transición que lleva hacia la senda de la perfección social. Además, estudio la naturaleza temporal de la historia, observando que el desarrollo social es más desigual que el desarrollo del conocimiento, atribuyendo el retraso del desarrollo social al hecho que hasta su época, la historia había sido de los individuos, mas que una historia de las masas, por lo que las necesidades y el bienestar de la sociedad habían sido sacrificados por los de unas pocas personas.

III. Autores socialistas

III.1. Claude Henri de Rouvroy, conde de Saint-Simon (1760-1825)

Nació en la nobleza francesa y afirmo ser descendiente de Carlomagno, él cual le había encomendado "salvar la Republica francesa tras la revolución".

Publico una obra en 1817 titulada "De l’ industrie", luego publico en 1819 "Catécisme des Industriels" y finaliza en 1825 con la obra "Le Nouveau christianisme".

El conde de Saint-Simon fue más bien precursor de la sociología que teórico de la economía, siendo este unos de los primeros en proponer crear una "ciencia positiva de la moral y la política, y de la humanidad en general", es decir, que la sociedad puede ser objeto de un estudio científico. Logro fundar una escuela de seguidores que influyo en una serie de pensadores importantes que incluían a Auguste Comte, Karl Marx y John Stuart Mill.

Muchos autores critican a Saint-Simom por no haber definido claramente ningún concepto, y que su terminología (pobres, ricos, abejas, zánganos, industriales, sabios, hombres representativos) no corresponde a una clasificación rigurosa de las funciones económicas. Además hay algunos autores que han negado que el conde de Saint-Simon hubiera sido un socialista, ya que no llego a presenciar la primera revolución proletaria. Sin embargo, los que opinan que Saint-Simon fue socialista, se basan en que su doctrina fue tomada por los posteriores socialistas y que sus propuestas fueron de carácter netamente socialista (como la de una economía planificada).

III.1.2. Pensamiento y propuestas del conde de Saint-Simon:

Para Saint-Simon la propiedad privada era una fuente de desorden, al ser la causa de que los productores no consiguieran capitales baratos y en suficiente cuantía, pues "las abejas carecían de capitales; para procurárselos". También para el conde la propiedad privada era un tipo de "monopolio", porque permitía a aquellos que no producen, como los propietarios, apoderarse sin esfuerzo alguno de la renta de los que si producen, como los industriales o los obreros.

Saint-Simon desarrollo una teoría evolutiva de la historia, donde se yuxtaponían dos sistemas sociales contradictorios, una que correspondía a la Francia prerrevolucionaria basada en fuerza militar y la aceptación de la fe religiosa, y otra que correspondía a la Francia después de la revolución basada en la capacidad industrial y en la aceptación voluntaria del conocimiento científico.

Para Saint-Simon "la ciencia y la industria constituían los sellos de la edad moderna".

Manifiesta que la clase de los industriales (médicos, químicos, albañiles, mecánicos, banqueros, etc.) es el sector trabajador y creador de la sociedad, mientras el sector de los nobles y propietarios son los "parásitos" de la sociedad.

Realiza una critica al orden social establecido y propone y predice para el futuro un orden social guiado por la clase industrial, pero de "bases igualitarias" (que seria el igualitarismo liberal de igualdad de oportunidades).

Pensaba que la cooperación económica y la organización industrial surgirían por si solos en el progreso de la sociedad. Manifestaba haber descubierto gracias al estudio histórico que una creciente comunidad de intereses y no en el egoísmo, acompaña el avance de la civilización.

El principal objetivo del nuevo orden social era "el control de los seres humanos sobre las cosas, no sobre las personas".

Para ello se necesitaría una administración de tipo tradicional y evitar que el gobierno intervenga en la esfera industrial. Diversos escritores o cronistas critican la falta de coherencia en sus programas de reorganización.

Realizo un plan para constituir un "parlamento industrial", que según se cree fue inspirado en el gobierno británico.

Para algunos autores el parlamento industrial es un anteproyecto de una economía totalmente planificada.

Este parlamento estaría constituido por tres cuerpos:

El primero (Cámara de los Inventos) estaría compuesto por 300 miembros: 200 ingenieros civiles, 50 poetas, 25 artistas, 15 arquitectos y 10 músicos.

Su primer cometido, según Saint-Simon, seria redactar un plan de obras publicas.

La segunda asamblea (la Cámara de Examen) también tendría 300 miembros, en su mayoría matemáticos y físicos. Su tarea consistiría en evaluar la viabilidad y deseabilidad de los proyectos propuestos por la primera camera y también desarrollar un plan director de educación publica.

Finalmente, una tercera asamblea (la Cámara de Ejecución), de un numero indeterminado de miembros, incluiría representantes de cada sector industrial. La tercera camara era la mas importante en el plan general. Ejercía derecho de veto sobre todos los proyectos propuestos y aprobados por las cámaras de inventos y examen, y también podría recaudar impuestos. (Ekelund; Herbert; 1991).

En la producción de bienes privados, Saint-Simon propuso una "confederación de asociaciones profesionales", que fuera numerosa y que tuviera un "objetivo industrial común" (que era el aumento del producto). Así se podría contribuir a la eficiencia económica, compartir el conocimiento y la tecnología entre sus miembros.

III.1.2. La escuela de Saint-Simon:

Fue una escuela que se convirtió en un culto y que llego extenderse por toda Francia y a otros países. Su doctrina procedía de la obra escrita por Saint-Simon "Le Nouveau christianisme"(El nuevo cristianismo), la cual se trata de un dialogo imaginario entre un conservador y un innovador, en la que el innovador gana gracias a la exposición de la doctrina de Saint-Simon (demostrando que la sociedad necesita reorganizarse mediante una nueva escala de valores, y que en la nueva sociedad las oportunidades serán iguales para todos y las capacidades de todos los hombres serán aprovechadas, sin importar su origen social).

El valor mas importante de la iglesia es "el mayor bien para el mayor numero posible".

Profesaban la idea que la clase social más numerosa y más pobre es la que poseía los verdaderos resortes del nuevo orden del futuro.

Tuvieron a lideres como Olinde Rodríguez, Enfantin, Bazard.

Muchos de sus miembros se convirtieron en prósperos hombres de negocio, que incluso llegaron a intervenir en la construcción del canal de Suez.

Además, muchos de sus miembros fueron tildados de fanáticos en extremo, mientras que otros ganaban fama por su búsqueda del placer físico y sus frecuentes orgías.

Sus miembros se manifestaban a favor de desmembrar y limitar la propiedad privada; ya que esta no es por derecho natural, sino que es por "un hecho social sometido, como todos los hechos sociales, a la ley del progreso; por tanto puede ser entendida, definida y regulada de mil maneras, según las épocas".

También proponían la supresión de la herencia para favorecer a los que producen (abejas), a expensas de los que no producen (zánganos).

III.1.3. Auguste Comte (1798-1857):

Fue un filosofo Francés nacido en Montpellier. Fue secretario del conde de Saint-Simon y creador de la escuela positivista y de la ciencia de la sociología. Expuso la popular teoría de los "tres estadios" de la historia y fue autor de "Un curso de filosofía positiva" y de "Por una religión de la humanidad".

Critico al pensamiento clásico considerándola como "esa tendencia vana e irracional al no admitir más orden que el que se establece por si mismo".

La clasifico como seudociencia, ya que concebía como ciencia algo diferente de lo que era para Smith o Say, pues la ciencia para Comte es "más amplia" al incluir todas las reglas para la conservación de las sociedades humanas; y "más realista" al estudiar las leyes que gobierna la evolución de las estructuras sociales, especialmente el de las instituciones liberales.

Comte criticaba a la escuela clásica porque presentaba como invariable en el tiempo las leyes de la sociedad humana, sin tener en cuenta que las situaciones sociales evolucionan sin cesar y que todo es relativo. Además, consideraba como una falacia el haber aislado uno de los móviles humanos para edificar sobre el una ciencia autónoma. Finalmente consideraba que la escuela clásica aceptaba implícitamente que las sociedades obedecen a la misma psicología y que tiene las mismas necesidades que los individuos, sin tener en cuenta que se tratan de organismos que son muy diferentes, cada uno con una personalidad propia y preocupados por la propia supervivencia.

III.2. Robert Owen (1771-1858)

Nació en el seno de una familia pobre en el norte de Gales, se auto educo con los libros del patrón para quien trabajaba, fue contramaestre en una fabrica de hilados en Manchester y de la cual se convirtió en copropietario de la factoría. Alcanzo la fama y a la fortuna antes de los treinta años (por las maquinas de hilar).

En 1800 asumió la dirección de la fabrica New Lamark en Escocia, luego de haberla comprado con otros socios, y cuya dirección aplico las teorías sociales a la cual profesaba, logrando un éxito económico y social. Los socios de Owen no satisfechos por sus practicas lo separaron de la dirección.

En 1813 publico una obra titulada "Ensayos sobre la formación del capital humano" y en 1821 publico un libro titulado "Sistema social" y en la que atacaba al individualismo de los economistas liberales, ya que la libre competencia era en realidad una justificación a la guerra económica y la explotación de los obreros.

Partió al estado norteamericano de Indiana donde fundo una colonia llamada "Nueva Armonía", la cual trataba de ser una realización de la sociedad ideal de Owen, pero sin embargo no lo logro.

Hacia 1833 presidio un basto movimiento obrero sindicalista y cooperativista, fundando así lo que hoy seria los sindicatos actuales. Esta organización se enfrento con la represión gubernamental y desapareció con el surgimiento del movimiento Cartista.

III.2. Pensamiento, propuestas y realizaciones de Owen:

Durante su vida se preocupo por aquellos sectores de la población a la que probablemente se sentía identificado, ya que en definitiva había nacido, crecido, experimentado hechos similares a dichos estratos de la población y probablemente compartía un sistema de valores y normas, una percepción de la realidad similar a dichos estratos. Es por lo anterior lo que probablemente lo llevo a prestar atención sobre la situación del trabajador, desafiando opiniones sociales predominantes como que "la pobreza era la consecuencias justa de los pecados de la clase trabajadora".


Owen manifestaba que no creía que el sufrimiento de los trabajadores fuese una condición necesaria para la acumulación de la riqueza, además afirmaba que una fuerza de trabajo satisfecha seria una fuerza de trabajo eficiente y que se podría transformar la realidad por las manos del hombre.

Owen profesaba como único precepto el de "mejorad el entorno social de un hombre, mejorareis al hombre"; ya que el carácter humano es la consecuencia directa de las circunstancias en que nace, vive y trabaja el hombre; por lo que se puede lograr la transformación del carácter humano a través de una nueva organización de su medio ambiente.

Como ya se nombro en párrafos anteriores Owen aprovecho la dirección de New Lamark para usarlo como campo de prueba para las teorías sociales, en un lugar donde la fuerza de trabajo era conocida como muy inmoral debido al alcoholismo y otros vicios y hábitos. Owen realizo una serie de transformaciones como la reducción del trabajo de los niños y dedicar tiempo a su educación, mejorar las condiciones de vivienda de los trabajadores, abrir tiendas baratas, imponer un sistema de promoción en la fabrica basado en la buena conducta de los trabajadores e instalar guarderías infantiles y escuelas.

Owen proponía o defendía el papel de un gobierno activo para la obtención de un sistema nacional de educación, brindar ayudas a los parados e introducir leyes de reformas en el trabajo de las fabricas.

III.3. Charles Fourier (1772-1832)

Este autor francés vivió en la pobreza y trabajo de empleado de comercio y viajante. Vivió soltero y fue considerado por sus biógrafos como excéntrico y fantasioso. Tenia como habito frecuentar salas de lectura.

En 1803 publico un articulo titulado "armonía universal" en donde manifiesta que es preciso completar el trabajo de los sabios, ya que han descubierto las leyes del movimiento material, pero no las leyes del movimiento social.

Luego en 1808 publica su primer obra llamada "teoría de los cuatro movimientos capitalistas" en donde realiza una denuncia sobre el sistema capitalista.

III.3.1. Pensamiento y propuestas de Fourier:

La base de su doctrina consistía en un hombre natural en donde las pasiones son buenas, por lo que rechazaba el mundo social tal como estaba organizado en su tiempo. Fourier consideraba que había que acabar con las reglas de la moral aceptada y dejar fluir a los instintos como la mentira y la hipocresía. El abandono general de la moral convencional significara el establecimiento del reino de la armonía social.

Para Fourier "existe una unidad del sistema de movimiento para el mundo material y el mundo espiritual". Así la historia humana no es mas que un aspecto del movimiento universal que se fragmenta en cuatro ramas: lo social, lo animal, lo orgánico y lo material.

Fourier creía que la civilización pasaba por determinadas etapas de desarrollo en la que se destacan la confusión, el salvajismo, el patriarcado, la barbarie, luego la etapa por la que pasaba Francia, por ultimo y luego de pasar por una sexta etapa se llegaría "a la pendiente que subía hasta la armonía" que era la ultima etapa de absoluta felicidad y que duraría ocho mil años, después de la cual la historia se invertiría, y la sociedad volvería a transitar nuevamente por el mismo camino de etapas recorrido ya anteriormente.

Luego Fourier detalla los cambios que en el mundo acompañarían a la armonía:

La tierra será coronada por el polo norte, con un anillo semejante al de Saturno, y el mar se potabilizara, y adquirirá un sabor a limonada; nuestro pálido e ineficiente satélite será sustituida por seis lunas y una nueva fauna de dóciles bestias medrara sobre la tierra.

En los asuntos humanos reinara la armonía universal, estado que se caracteriza por la ausencia de derroche de energía que son típicos de la corrompida sociedad moderna. Por ende, no habrá ni criados, ni burócratas, ni ejércitos, y ni siquiera un buen numero de industria que absorben mucho esfuerzo y que son totalmente inútiles para las necesidades del hombre.

La armonía general significara también que la fragmentación del trabajo social moderno será superada: los hombres trabajaran menos, pero trabajaran solidariamente, bajo el signo de la cooperación y la libertad.(Giner, S; 1975).

En un plan de reorganización de la sociedad Fourier proponía una generalización de ciudades jardines (phalansteres o falansterios) cada uno con una forma de gran hotel, en la que vivirían mil quinientas personas. No existiría ninguna limitación a la libertad, ni una redistribución de la renta del tipo nivelador (ya que la desigualdad de la renta y la pobreza son de ordenación divina, por lo cual todo debería permanecer como esta).

Fourier no criticaba la propiedad privada per se, pero si su abuso, por lo que cada residente tendría que poder adquirir las habitaciones según las posibilidades y gustos individuales. Se enfrentaría al "egoísmo desenfrenado" vía cooperación; por lo que la producción económica y las tareas domesticas en el falansterio se realizaría colectivamente; asignando el trabajo sucio a los niños, mientras que los adultos harían solo el trabajo que le gustase.

Para Fourier el primer mal del capitalismo era " el conflicto de intereses individuales", y que para eliminarlo cada miembro seria un propietario cooperativo, así como un perceptor de salarios; además cada miembro obtendría una parte de la renta como capitalista y director.

Luego cuando todo el mundo estuviese organizado en falansterios, habría un sistema general de garantías, por la cual toda persona seria asistido por un servicio publico que recibirían en caso de necesidad (encontrar empleo, ayuda en caso de enfermedad, etc.). Cuando el mundo viva en falansterios y haya triunfado el garantismo, el hombre transformara la faz de la tierra con grandes obras colectivas.

III.4. Jean Charles Leonard Simonde de Sismondi (1773-1842)

Nació en Venecia dentro de una familia Austríaca de origen Italiano.

Fue historiador y escribió dos grandes libros de historia general "La histoire des republiques Italiannes" y la "Histoire des Francais" de veintiún tomos.

De joven vivió en Inglaterra donde recibió el influjo de Adam Smith, como lo demostraría una exposición de sus ideas en "La richesse commerciale" escrito en 1803. Luego con el paso del tiempo Sismondi tomo una actitud critica contra las teoría de la escuela clásica, especialmente contra Ricardo, como lo demostraría sus obras "Nouveaux principes d’ economie politique" escrito en 1819 y "Etudes sur l’ economie politique".

III.4.1. Pensamiento y propuestas de Sismondi:

Consideraba a la economía política como un subconjunto de la ciencia del gobierno y como una ciencia moral, oponiéndose así a verla como una ciencia de calculo.

Sismondi hizo un análisis de la evolución económica, dividiendo la historia industrial en tres etapas (esclavitud, feudalismo y capitalismo) y que según lo que creen algunos autores fue el germen de la interpretación económica de la historia propuesta por Marx.

Escribió una teoría sobre la sobreproducción (que se expondrá en el siguiente apartado), una teoría sobre la causa de la explotación y sobre la consecuencia de la explotación.

Las causas de la explotación comenzaba en un régimen de libertad contractual en donde los asalariados podrían aceptar su propia explotación ya que "libertad de derecho no implica automáticamente la libertad de hecho", pues al concertarse un contrato de trabajo las partes no están en la misma situación; el empresario percibe una ganancia; el trabajador un medio de vida, de modo que sufre una presión mucho mas fuerte que aquel.

Además la competencia entre los trabajadores se agrava como consecuencia del maquinismo y del régimen de libertad imperante ante la inexistencia de los gremios para limitar el número de obreros.

La competencia entre los mismos empresarios les impulsa a reducir al mínimo sus gastos de mano de obra, lo que ejerce una influencia hacia la baja de los salarios.

Como consecuencia de la explotación es que se llegaría en un futuro a una separación cada vez mayor entre las clases sociales, siendo que a la vez los ingresos de los mas pobres serian lo bastante bajos para que estos puedan acceder a la propiedad de los medios de producción, mientras lo que ya lo poseen se beneficiarían de las plusvalías (los trabajadores no participan de los beneficios realizados por la colectividad como una consecuencia del progreso técnico) y acumularían capitales en cantidades cada vez mayor.

Para solucionar lo anterior Sismondi proponía: una intervención del estado para que lograra la conservación de los gremios y suavizar por consiguiente la competencia, que se realizara un progreso técnico mas lento, la vuelta a costumbres patriarcales en la agricultura, acceso de los trabajadores a la propiedad del capital, que se generalice el sistema de pequeña empresa, que la empresa tome a cargo el mantenimiento del empleado en tiempo de enfermedad, paro o vejez. También abogo por reformas tales como garantizar a los trabajadores derecho de organización, de abolir el trabajo en domingo, comprimir las horas de trabajo, limitar el trabajo a los niños y poner frenos a la producción restringiendo los progresos de la invención.

III.4.2 Objeción de Sismondi contra la escuela clásica:

Según este autor la economía clásica tiene por objeto el estudio de la riqueza considerándola crematística, fría e inmadura; pues la riqueza mal distribuida no procura bienestar, ya que los empresarios tienden a satisfacer las necesidades de lujo o de pura ostentación antes que las necesidades mas apremiantes de las masas.

Ataco al método abstracto deductivo de la escuela Ricardiana, ya que consideraba que los razonamientos demasiados abstractos eran inadecuados para la época y que eran estos culpables de extraer demasiadas observaciones sueltas y referidas solo a Inglaterra sin referencia a otros países. Protesto contra la tendencia de los teóricos abstractos a considerar los hábitos y las costumbres como simples cálculos.

Sismondi no estaba de acuerdo con Ricardo por haber situado sus demostraciones fuera del tiempo y del espacio. También no estaba de acuerdo con las conclusiones de la teoría económica clásica porque las consideraba falsas y a veces presentadas como principios absolutos.

En la arena social, afirmaba que el ejercicio del egoísmo individual no coincidía con el interés general, como afirmaban los clásicos.

Para Sismondi era un error la afirmación de Ricardo y demás Clásicos sobre la realización automática de un equilibrio permanente.

El equilibrio entre las necesidades y la producción no se lograba por si misma, como sucede en situaciones de sobreproducción que puede prolongarse en el tiempo debida a la explotación continua sobre los asalariados.

Estos últimos no recibían un contravalor de lo que producían imposibilitándole rescatarlos.

Mientras tanto los empresarios con gran poder de compra orientada hacia los artículos de lujo, ejercían influencia mediante su demanda para que la producción se guiara hacia los bienes de lujo, provocando que la producción de los artículos de primera necesidad al no colocarse fácilmente se encontrara desatendida.

También la sobreproducción podría ser generado por la introducción de la maquinaria que ahorra trabajo y desplaza a los obreros. La maquinaria era cara y que por lo general se concentraba en las mayores empresas, por lo que muchos pequeños fabricantes tienen que abandonar el negocio generando desempleo y una reducción en los ingresos de muchos consumidores, mientras un mayor numero de maquinas genera un mayor producto.

Finalmente critico al hecho de querer ver al hombre aislado del mundo y que la teoría clásica llegaba a conclusiones que eran desmentidas por la realidad.

III.4.3. Criticas a Sismondi:

Se le escapo la constatación de los factores concretos que constituye la fuerza motriz del desarrollo histórico. También se le escapo que el crecimiento del producto crea con frecuencia oportunidades adicionales de empleo, es decir que el aumento de la producción tenia que ser precedido por un aumento de la demanda, por lo que la existencia de una sobreproducción seria solo temporaria. Además en el esquema de la distribución sobre la que se basa la teoría de las crisis motivada por la sobreproducción empleo un método abstracto y cometió errores tan graves como los economistas a quien criticaba.

Los distintos autores consideran que el análisis de Sismondi era mediocre, que se vale de conceptos imprecisos y mal definidos.

III.5. Pierre Joseph Proudhon (1809-1865)

Proudhon nació en el seno de una familia de artesanos que logro cierta holgura económica con la explotación de un pequeño comercio de detalle, haciéndose posteriormente en propietarios de varias parcelas de tierra.

De niño trabajo como pastor de bueyes hasta que una bolsa de estudios lo hace ingresar en el colegio real de Besaςon. Obtiene un oficio de tipsgrafo. Aprehende el hebreo y estudia la Biblia, para atacar con mas elementos a la religión (según algunos de sus biógrafos). Posteriormente obtiene de la academia de Besaςon la pensión Suard.

Se instala en París donde colabora con una enciclopedia católica, en donde trabaja en el estudio de las lenguas y de la economía política.

En 1840 publica un ataque contra la propiedad privada titulada "Qu’ est-ce que est la propieté?", donde le sirvió para adquirir notoriedad y acusaciones de conspiración contra el estado, pero de la cual fue absuelto.

Luego en 1846 publica la "Philosopie de la misére".

Con Proudhon al nivel de la propia teoría empieza a divergir el anarquismo con el socialismo.

En 1848 es elegido diputado y posteriormente es condenado a tres años de prisión por una serie de artículos contra Luis Napoleón Bonaparte.

Mientras cumple su condena se casa.

Luego en 1858 publica su obra esencial acerca de la justicia en la revolución y en el Iglesia, por lo cual fue procesado por ultraje a la religión y a la moral, escapando por consiguiente a Bruselas.

Vuelve a París en 1863, donde muere dos años después.

III.5.1. Pensamiento y propuestas de Proudhon:

Para Proudhon el contrato de trabajo libre establece el salario según la importancia del servicio prestado; luego si se produce explotación es porque el trabajo en conjunto con otros obreros es más productivo que el de esos mismos obreros trabajando aisladamente; lo que logra el empresario es el valor del trabajo en conjunto, mientras que paga al trabajador un salario determinado por la productividad individual; de modo que el beneficio es la plusvalía o "surplus" dada por los diversos trabajos; por lo que la explotación es un fenómeno necesario.

En la tesis "la propiedad es un robo" el autor afirma que incluir la propiedad como un derecho natural seria una contradicción porque el propietario se atribuye unas riquezas que por origen natural deberían seguir siendo comunes, pues Dios hizo la tierra y de él es la tierra.

La propiedad llegaría a destruir la libertad y la igualdad al permitir que algunos individuos acaparen instrumentos de trabajo que existen limitadamente, por lo que los trabajadores que desean utilizarlos no pueden hacerlos sin comprar a los propietarios este derecho de uso sin pagar unos "derechos de aubana" (que es la renta del trabajo del obrero). Luego afirmaba que la propiedad en el conjunto de las funciones sociales es causa de grandes males como de bienes, es la que garantiza la libertad del individuo frente a las presiones sociales (lo que es indispensable); por lo que la institución de la propiedad es una realidad antinómica fuente de a la vez del despotismo y la libertad.

Proudhon proponía no eliminar la propiedad, sino universalizarla, ya que si todos tuvieran una propiedad lograrían garantizar así la libertad. Para lo anterior el estado no intervenía en la división de la propiedad, siendo necesario para lograrlo realizar créditos gratuitos.

Proudhon argumentaba que los poderes políticos tienden siempre hacia la centralización y hacia la tiranía.

Proudhon quería una libertad que fuese absoluta en todas partes y para siempre, arraigada en un orden social consistente en una organización industrial en lugar de gobierno, de contratos en lugar de leyes, de fuerza colectiva en lugar de fuerza publica, asociaciones industriales en lugar de ejércitos y centralización económica en lugar de centralización política.

Quería reemplazar las clases de nobles, burgueses y campesinos, o de hombres de negocio y obreros por títulos generales y departamentos especiales de la industria.

Proudhon declaraba que "la verdad y la realidad son esencialmente históricas" y que "el progreso es inevitable", luego continuaba diciendo que "la ciencia y más que la autoridad, tiene la llave del futuro, y ella, más que el egoísmo es la única capaz de establecer la armonía social".

Proudhon refutaba algunos argumentos de los economistas clásicos, como lo hacia con una premisa del liberalismo clásico, que la consideraba falsa y hacia que se abortara sus conclusiones. Esa premisa era que mecanismo de precios servia para conseguir los fines sociales, pero Proudhon afirmaba que dicho mecanismo era tan opresivo (a causa de la difusión extremadamente desigual del poder del mercado y no como decían los clásicos de que el poder económico era mas o menos igual para todos) como el gobierno y la ley.

Ekelund y Herbert considera injusto la critica hacia el liberalismo económico de Proudhon, porque este criticaba al monopolio y no a la competencia. Proudhon afirmaba que la competencia era "el sabor del intercambio, la sal del trabajo. Suprimir la competencia es suprimir la misma libertad".

III.6. Karl Rodbertus (1805-1875)

Rodbertus fue un terrateniente y abogado prusiano, aunque paso la mayor parte de su vida retirado, llego a ser unos de los eruditos mas reconocidos de su época y considerado por muchos como el fundador del socialismo científico.

Algunas de sus principales puntos de vista se encuentran en una de sus primeras obras "Para un conocimiento de nuestra condición económica".

Entre los años 1850 y 1851 escribió "cartas sociales".

También escribió una obra titulada "El sistema de los derechos adquiridos".

En sus obras hay muchas reminiscencias a Ricardo y Sismondi; concentrando su interés sobre la naturaleza y la función del capital, que era un problema abordado, pero no resuelto por los clásicos.

III.6.1. Pensamiento y propuestas de Rodbertus:

Rodbertus realiza una critica sobre "la idea de la armonía necesaria entre el interés general y los intereses individuales en el régimen de competencia".

La adaptación de la producción a las necesidades sociales no esta garantizada (ya que solo la producción se adapta a la demanda), pues en un régimen de "apropiación privada" hay una concentración del poder adquisitivo que hace que los empresarios busquen ante todo una rentabilidad y por ello traten de satisfacer la demanda de los más ricos, ya que es más segura que satisfacer las necesidades mas vitales.

La producción se llevara a cabo por el móvil de la ganancia; el asalariado obtendrá el costo de su subsistencia y recibirán cada vez una proporción menor del ingreso nacional.

Con una caída en la participación de los salarios el consumo de los asalariados decrece, conduciendo a atascar el mercado, a la caída de los precios y a una mayor desocupación.

En contradicción con la tesis clásica, Rodbertus distinguió productividad y rentabilidad, ya que el deseo de rentabilidad lleva al empresario a producir menos de lo que podría a fin de elevar los precios y por consiguiente los beneficios.

También critica a la teoría clásica de la distribución. Divide la renta en renta de trabajo (que es productivo) y renta sin trabajo.

Con la renta de trabajo Rodbertus trato de refutar la idea clásica del capital al rechazar que el ahorro fuera una condición necesaria para la formación de capital.

Rodbertus señala que el ahorro no se necesita para la formación de capital porque en una economía cerrada el capital es el resultado de una colaboración entre la naturaleza y el trabajo, mientras que en una economía primitiva el ahorro no hace falta para que el hombre construya un arpón o una red o una maza. Además cuando la economía es adelantada, pero sin propiedad privada, el capital se forma por una unión de una aportación natural y trabajo, solamente en una economía de cambio con propiedad privada el ahorro forma capital. Lo que crea el ahorro es el capital desde el punto de vista de los particulares, es decir crea el capital privado; que se presenta bajo la forma de viviendas, dinero atesorado, joyas; y que no desempeña necesariamente una función productiva.

La retribución del capital privado es el interés, siendo esta ultima consecuencia del régimen jurídico de propiedad. El interés no se explica ni por la productividad del propio capital privado, ya que no siempre es productivo; ni por el sacrificio que constituye el ahorro, ya que hay en algunas oportunidades capital sin ahorro. El capital privado es distinto al capital objeto (capital desde el punto de vista de la sociedad).

(Pero para James:)

En realidad, los razonamientos de Rodbertus son erróneos desde el principio. El ahorro es necesario para la formación de capital, hasta en las economías primitivas.

Naturalmente, el ahorro no siempre adopta la forma de una suma de dinero, puede incluso no materializarse; hay ahorro cuando se ejecuta cuando se ejecuta un esfuerzo que no tiende directamente a un consumo inmediato... el capital privado, aun en forma de viviendas o de joyas puede prestar una serie de servicios (de alojamiento, de ornato, etc.), de modo que no puede negarse su productividad. (James, E.; 1974).

El trabajo origina todos los productos económicos directa o indirectamente, cambiándose todos los productos en proporción de las cantidades de trabajo que originan. El trabajo intelectual y la tierra, Rodbertus lo consideraba como "un don gratuito de la naturaleza".

La distribución desigual e injusta de la renta se ve alentada por el incremento de la productividad que sube el producto, mientras los salarios se mantienen a nivel subsistencia (ley de bronce de los salarios, que tiene que ver con el esquema malthusiano); por lo que la distribución seria cada vez más desigual debido a la participación decreciente del salario.

Rodbertus declaro que el principal problema a que se enfrenta el economista es la justicia distributiva.

Además Rodbertus consideraba que la renta sin trabajo no provenía de la productividad de los factores, sino que constituían una forma de explotación de los trabajadores debido al estado en que se hallaba las instituciones.

Rodbertus sostenía como solución que las masa alcancen el poder político, y una vez conquistada propuso hacer reformas al estado para lograr un sistema de previsión social dirigido que no distribuyera la riqueza, sino sus frutos a través de medidas gubernamentales.

El estado mediante medidas debería establecer jornadas de trabajo mas cortas, una cantidad de trabajo normal por día, fijar el nivel de las diversas rentas, asegurar la sustitución del dinero por bonos de trabajo en el pago de los precios de los productos y servicios productivos (logrando así la armonía), fijar los precios al nivel de los costes de producción de los diversos productos medido en trabajo.

III.7. Ferdinand de Lasalle (1825-1864)

Nacido en el seno de una familia aristócrata judía de Silesia, fue caracterizado como "individualista, brillante y emprendedor".

Trabajo con Marx y Engels en la "nueva gaceta Renana" en Colonia, y ayudo a Marx desde Berlín financiera y editorialmente a salir de la cárcel, cuando estuvo preso por revolucionario. Sin embargo las relaciones entre Lasalle y Marx no fueron buenas, sobre todo del lado de Marx.

Escribió un libro titulado "El sistema de los derechos adquiridos", donde expresa su filosofía política con un marcado tinte de idealismo Hegeliano al tratar de explicar la producción de bienes y las diferentes formas de distribuir la propiedad.

En 1863 fundo la Allgemeine Deutsche Arbeiterverein (Unión General Alemana de Trabajadores) y con ella una tendencia socialista llamada "socialdemocracia".

Luego en 1875 durante el congreso de Gotha la Unión General Alemana de trabajadores se unió a otro grupo formado por partidarios de Marx, dicha unión se llamo Partido Socialdemócrata de Trabajadores; que en 1891, luego del congreso de Erfurt, paso a llamarse Partido Socialdemócrata Alemán.
Lasalle murió al batirse a duelo por una condesa en 1864.

III.7.1. Pensamiento y propuesta de Lasalle:

Lasalle critico al capitalismo, centrándose en torno a la ley de hierro del salario (tema ya tratado por los fisiócratas, Ricardo, Malthus y Rodbertus) que dice que "el aumento en la productividad del trabajo no redunda en beneficio de los trabajadores, sino en beneficio de los receptores de beneficios y de renta".

Además "si suben los salarios, aumenta la población, con lo que se vuelve de nuevo al mero nivel de subsistencia, y a los salarios mínimos otra vez".

Los ataques de Lasalle al capitalismo y la propiedad privada se basaron en la creencia que la humanidad estaba regida por oportunidades fuera de control del individuo, por lo que se hacia necesario que el estado tomase a su cargo la producción y distribución a favor del bienestar social.

Como propuesta Lasalle promovía el dominio del estado por el proletariado, mediante los votos de estos (vía democracia); ya que Lasalle "confiaba en el poder omnímodo del estado" para llevar adelante las reformas necesarias, para encaminar a toda la sociedad hacia el socialismo.

La política de Lasalle difería de la política de Marx en la táctica revolucionaria a seguir, en la que Lasalle proponía el sufragio universal, aunque ayudo a Bismarck a unificar Alemania por la fuerza, siendo a la vez esta el punto más álgido de la discusión con Marx.

III.8. Louis Blanc (1811-1882)

Blanc fue en vida un político e historiador francés. Fue miembro del gobierno provisional en 1848. Escribió una obra titulada "Historia de la revolución francesa" y de otra denominada "La organización del trabajo", esta ultima publicada en 1841.

Blanc consiguió fundar unos "talleres sociales" que tenían la función de dar trabajo al proletariado en paro, sin explotarlo capitalisticamente.

Fue criticado por parte del socialismo, porque estaban en desacuerdo con el enfoque estatista y actitud reformista de Blanc.

Blanc profesaba el principio "a cada cual según sus necesidades", y consideraba que el estado era el único capaz de poner en vigencia y garantizar su cumplimiento.

El principio nombrado anteriormente se convertiría en la base de su teoría posterior.

Blanc había elaborado un programa que contaba con la ayuda del estado para crear lo que él llamaba "almacenes de trabajo social", y que los consideraba como los futuros sustitutos de la industria privada. Los almacenes de trabajo social estarían unidas en una federación subvencionada y dirigida por el estado.

IV. Conclusiones

El entorno que rodeaba a Europa en fines del siglo XVIII y primera mitad del siglo de XIX (que es el periodo de estudio de este trabajo) estaba cambiando, y esos cambios provocaban trastornos y una transformación de las sociedades hacia una mayor complejidad. Los cambios no se daban por igual, ya que Inglaterra llevaba la delantera con respecto al continente. Dichos cambios eran múltiples, y abarcaban lo tecnológico, lo social, lo político, lo económico.

Los autores socialistas compenetrados con la realidad de su época, captaron las calamidades que sufrían ciertos estratos de la población, debido al cambiante entorno, e intentaron explicarlo y proponer soluciones a dichos problemas. Pero la visión de los autores socialistas chocaron contra las doctrinas clásicas preocupadas por el crecimiento y la eficiencia.

Además el distanciamiento geográfico que se reflejaba en el distanciamiento intelectual entre Inglaterra y el continente, hizo que la doctrina socialista y clásica se distanciaran aun más (aunque hubo puntos en común entre ambas, como la noción de plusvalía o surplus), ya que mientras en el continente profesaban el colectivismo, el racionalismo, el estatismo y las ideas de Condorcet y otros sobre la historia, en Inglaterra predominaba el liberalismo, el control del gobierno para impedir la restricción sobre la libertad individual, el empirismo.

Así se observa como la disciplina de la historia influyo en todos los socialistas utópicos analizados en este trabajo, el papel importante del estado para los autores propiamente socialista (recordar que a los autores socialistas y anarquistas se lo engloba bajo la denominación de autores socialista en general, o tan solo autores socialistas), pero no para los anarquistas que lo identificaban como opresor, y el colectivismo que influyo en todos los autores socialistas y anarquistas del continente (rechazando de paso al individualismo).

Luego podemos suponer que la percepción de la realidad difiere de un estrato de la población a otro; ya sea por hábitos, creencias y experiencias diferentes, como la distinta posibilidad de una educación adecuada y distintas condiciones para una elaboración intelectual. Teniendo en cuenta este supuesto, se puede concluir que las ideas y propuestas de Owen, tan diferentes a las que imperaban en su época y lugar, es decir en Inglaterra de principios del siglo XIX, se debe a que Owen nació y creció en un estrato de la población diferente de la que surgían dichas ideas y doctrinas, por lo que se marca así otra causa que influyo a dar forma al pensamiento socialista y de la diferencia entre esta con la doctrina clásica.

Con todo lo anterior se intento explicar que el pensamiento socialista en general fue fruto de la época en que surgió y que las causas de las diferencias con la doctrina clásica fueron por las distintas características que rodearon a los autores de ambas doctrinas. Sin embargo ambos intentaron explicar aspectos de una misma realidad, cada vez más compleja y amplia, proponiendo líneas determinadas de acción para modificarla.

El pensamiento socialista analizado en este trabajo sigue siendo actual, ya que fue la piedra inicial sobre la que se construyo el socialismo actual (como la corriente marxista y la corriente de la socialdemocracia), y de ella se derivan diferentes maneras de ver al mundo y formas de hacer política.

Bibliografía

Dennis, Henri; "Historia del pensamiento económico", Ed. Ariel, Barcelona, 1973.

Ekelund, Robert B. & Herbert, Robert F.; "Historia de la teoría económica y de su método", Ed. Mc Graw Hill, 1991.

Fergusson, John M.; "Historia de la economía", México, Ed. Fondo de Cultura Económica, México, 1958.

Giner, Salvador; "Historia del pensamiento social", Ed. Ariel, 1975.

James, Emile; "Historia del pensamiento económico", Ed. Aguilar, Madrid, 1974.

Macionis, John J. & Plumer, Ken; "Sociología", Ed. Prentice Hall, Madrid, 1999.

Terminado el jueves 14 de agosto del 2003.

Fecha de entrega de primera versión en 19 de agosto de 2003.
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sábado, agosto 08, 2009

Crisis capitalista y nuevo mundo

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Las negrillas, un paréntesis y la separación de algunos párrafos son nuestros para efectos de estudio.

El trabajo de Serguei Batchikov no es un análisis económico político modesto, es un estudio de los más agudos y documentados. Impresionantes los gráficos, y por ello hubiera sido necesario poner las referencias de las fuentes de información, aún en ruso.

A continuación al artículo de Batchikov.

Serguei Batchikov (Federación Rusa)

De la crisis general del sistema capitalista hacia una nueva configuración del mundo

En otra oportunidad afirmé que la destrucción de la Unión Soviética era imprescindible al capital mundial pues ella representaba una alternativa a la globalización actual, servía de modelo y embrión de otro Orden Mundial –fundamentado en la colaboración y la solidaridad y no en la competencia y la explotación.

Hoy en día para todos los países y culturas, que no forman parte de la “metrópolis” del Orden Mundial supuesta en el proyecto de la globalización, es importante comprender qué fue lo que sucedió en la antigua URSS en las últimas dos décadas, y sacar las enseñanzas de la experiencia de la derrota del socialismo allí. Esta experiencia aportó un conocimiento cuyo alto precio (fué y es) el sufrimiento de decenas de millones de personas y debe ser tomado en cuenta para evitar nuevos sufrimientos a miles de millones de personas.

En aquella oportunidad me preguntaron: ¿por qué cayó el régimen soviético?

De esta pregunta general se derivan otras más concretas:

¿Cómo pudo suceder que un pueblo, nacido y formado en condiciones de socialismo, vencedor en la guerra contra el fascismo, creyó en la elemental propaganda burguesa y sumisamente entregó las grandes conquistas sociales?

¿Por qué el proyecto soviético perdió la hegemonía cultural?

¿Por qué una gran masa de soviéticos perdió los instrumentos de memoria colectiva, la prudencia y la prevención?

¿Por qué la mayoría de la clase educada de la sociedad soviética apoyó la idea de incluirse en la periferia del capitalismo en condiciones desventajosas, en contra de los intereses nacionales e incluso en contra de los intereses sociales de la misma intelectualidad?

¿Fue esto un resultado de un defecto específico de la cultura rusa y soviética o refleja un punto débil de la racionalidad de la Ilustración, sobre la cuál se sustentaba el proyecto soviético?

En aquel momento, sobre todo por limitaciones de tiempo, era imposible dar respuestas exhaustivas. ¿Quisiera entonces retomarlas aquí, para luego referirme a la pregunta: con qué proyecto de Orden Mundial se vislumbra el futuro?

Las debilidades fundamentales que determinaron la derrota del proyecto soviético en la guerra de las palabras y de los símbolos no fueron entendidas en las décadas del 60 y 80, solo ahora comienzan a ser consideradas correctamente.

La concepción del mundo arraigada en la mente de las personas resultó ser mucho más flexible de lo esperado. Ella cambiaba no bajo el efecto de la existencia socialista, sino bajo la presión de los medios de formación de la imagen de la realidad, incluidos los de manipulación.

El Estado soviético no se preocupó con la modernización y la actualización de la hegemonía cultural del régimen social y político.

Esta hegemonía se mantuvo, durante mucho tiempo, en modo de auto-reproducción, ya que cuatro generaciones de soviéticos habían vivido los desastres sociales y este recuerdo fue la defensa psicológica contra las tentaciones del capitalismo.

En los años 70, como resultado de la urbanización, se debilitó la anterior base ética del régimen soviético (“comunismo campesino”). Vino una nueva generación que no había experimentado los sufrimientos sociales masivos, ni siquiera los había visto. El pueblo perdió la memoria colectiva sobre esto. Surgió por primera vez en la historia, una sociedad saciada. Sobre como se iba a comportar tal sociedad no lo podía predecir ni la intuición, ni la experiencia de los viejos, ni siquiera las ciencias sociales soviéticas que no estaban preparadas para esto.

Resulta, que los principales peligros que asechan al socialismo no están en los momentos difíciles y de carencias, sino cuando la sociedad satisfecha pierde la memoria colectiva sobre estas dificultades. El conocimiento abstracto sobre ellas no funciona, las defensas contra las tentaciones, desaparecen rápidamente.

He aquí, una lección para todas las fuerzas de izquierda: cualquier régimen socialista debe, ante un cambio generacional, renovar su discurso y sus métodos de reconstruir su hegemonía cultural.

Si esto no se realiza de modo adecuado, la hegemonía se pierde inevitablemente. La primera ruptura en la comunicación intergeneracional crea una brecha en la matriz ética que provoca una erosión en la legitimidad del régimen socialista.

Durante algún tiempo la sociedad soviética se mantuvo sobre la base de la memoria de las calamidades de la guerra y las ideas de defensa ante amenazas externas. Incluso, la división del mundo en bloques geopolíticos y la “guerra fría” fueron un estímulo que motivaba hacia el conocimiento, la ciencia, la creación y las producciones complejas. La idea de la “distensión” no fue investida de fórmulas ideológicas correctas y trajo consigo un deterioramiento de las ideas ligado al mismo tiempo a un reforzamiento del armamento informativo-psicológico del enemigo.

El grave error que debió haberse evitado fue el cambio hacia una política de tolerancia con la actividad económica sumergida.

Durante el tiempo del “totalitarismo” en la URSS existía la producción individual y cooperativa, bajo un control legal estricto.

La liberalización, tanto de las leyes como la conciencia en los años ´60 abrió el camino hacia la corrupción, y luego la aparición de corporaciones y compañías sumergidas.

La economía sumergida comenzó su fusión con la economía criminal. Comenzó un proceso de romantización del mundo delictivo en el arte, la lírica “a lo criminal” comenzó a ser parte importante del underground.

Luego de la liquidación del poder soviético ésta por poco no llegó a dominar la cultura de masa.

En 1989 fueron prácticamente legalizados los ingresos turbios y criminales en la URSS, una disposición del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética y el Consejo de Ministros autorizó el gasto de hasta 10 mil dólares americanos sin declarar su procedencia.

Dado que el rublo no era convertible, este dinero solo podía ser adquirido de forma ilegal.

No más del 5 por ciento de la población económicamente activa tenía ingresos legales en divisas (como, por ejemplo, los diplomáticos).

Esto cambió el sistema de los estatus económicos en el país, a la cima del nivel de bienestar material ascendieron aquellos que recibían ingresos turbios y criminales.

Esto fortaleció la corrupción en los órganos estatales, las organizaciones sociales y los medios de difusión masiva, lo que conllevó a una crisis cultural y deformó la escala de motivación de la juventud.

La criminalidad y el negocio sumergido se formalizaron como una fuerza política.

Al ser una comunidad compacta con una base organizativa sólida, comenzaron a ser los sujetos más activos y efectivos en la katastroica y las reformas.

Hoy en día vemos que fue errada la doctrina de la utilización de ingresos por renta que comenzó a obtener la URSS con la apertura de gigantescas explotaciones petrolíferas y de gas, y la construcción de conductoras para el abastecimiento del mercado occidental.

En general, en una sociedad socialista la obtención de rentas crea difíciles problemas sociales y de carácter ideológico.

Hablamos de rentas naturales de cualquier tipo, desde el petróleo, hasta recursos naturales como los recreativos.

La teoría económica de las rentas en el socialismo está poco elaborada, tampoco ha sido creada una buena explicación ideológica de su naturaleza.

El problema simplemente se ocultaba.

Entre tanto, la psicología rentista es peligrosa para la sociedad socialista, le es por principio hostil.

Durante la perestroika en la URSS circulaba una broma amarga: La nomenclatura defendió y reforzó el régimen soviético mientras no fue construido el complejo gaso-petrolífero. Cuando éste comenzó a aportar grandes ingresos en divisas, la nomenclatura con el apoyo occidental comenzó un programa de cambio del sistema social y la privatización de todas las propiedades socialistas.

Durante 12 años (entre 1973 y 1985) la población fue acostumbrada a un nivel elevado de consumo, financiado por los petrodólares.

En toda la cadena de consumo surgieron estructuras corruptas, que fomentaban el enriquecimiento ilícito y el consumismo demostrativo.

Esto deterioró la moral de buena parte de la población y creó una atmósfera de incredulidad e incluso hostilidad en la sociedad. Surgió la fragmentación de la sociedad entre la esfera trabajadora y la nueva capa parásita que corrompía a los funcionarios y a los cuadros partidistas.

Los parias de arriba, se aliaron con los parias del fondo y formaron un activo grupo de apoyo a la katastroika.

El hecho de que en lugar de aumentar la producción socialista y la esfera social, aumentaran los ingresos no laborales de los funcionarios ofendía a la sociedad.

El crecimiento de la importación en detrimento de las producciones propias, deformaba el tipo de sociedad y su estructura económica.

Uno de los principales métodos de destrucción del país fue la inyección en la conciencia masiva de deseos insatisfechos.

En Rusia se fundamentó la cultura de la sencillez, que se mantuvo en la época soviética.

El pueblo valoraba el bienestar, pero no los detalles del culto al consumismo.

Durante los años de la perestroika este viejo sistema de consumo fue blanco de un programa fuerte y forzado para su destrucción, y la penetración en la conciencia social de un nuevo sistema.

El desplazamiento en la concepción del mundo de una parte específica de la élite rusa hacia el consumismo, creó el odio hacia la sencillez del trabajador soviético, que era la inmunidad ante las tentaciones del capitalismo.

En esta misma dirección comenzó a moverse la ideología soviética, que comenzó a hacer hincapié en los indicadores de consumo.

Si durante los años ´50 y ´60 bajo el “consumismo comunista” liderado por Kruchov bajo el slogan “Alcanzar y superar a América en carne y leche” este cambio aún se frenaba y enmascaraba, durante los años 70'-80' el consumo personal dejó de ser una medida de los esfuerzos laborales y creadores.

Comenzó a ser un valor independiente como indicador del éxito.

Los medios de difusión masiva y cierta parte de los hombres de la cultura comenzaron a hacer propaganda a la indiferencia con respecto a la vida del prójimo y al destino del país no sólo el egoísmo, sino la filosofía del más fuerte, que transformaba la conciencia del hombre soviético.

La campaña de reorientación de las necesidades hacia la estructura occidental de sociedad de consumo conllevó a un fortísimo estrés y a la desintegración de la conciencia masiva. Se produjo el “deslizamiento del suelo nacional” en la producción de las necesidades, que empezaron a formarse en los centros del capitalismo mundial.

Como dijera Marx, estas sociedades se pueden “comparar con el idólatra, languideciendo por las enfermedades de la cristiandad”, sin fuentes de ingresos occidentales, sin posibilidades de lograr un estilo de vida occidental, pero con necesidades occidentales.

El proceso de penetración de necesidades “imposibles” en la URSS fue acelerado de forma artificial eliminando las defensas culturales contra la influencia ideológica externa. Además, el nuevo sistema de necesidades fue asimilado por la población no en un alza económica, sino durante una fuerte recesión de la base productiva nacional para su satisfacción.

Esto produjo una crisis cultural y la destrucción del sistema de relaciones solidarias.

Este profundo desplazamiento cultural y psicológico no significaba la renuncia al régimen soviético, solamente hizo que su apoyo fuera pasivo. Pero la posibilidad de una auto-organización de la sociedad para una defensa activa de la URSS fue aniquilada.

El nuevo equipo de la nomenclatura de partido liderado por Gorbachov se movieron rápidamente del proyecto soviético al eurocomunismo, con ideas de una convergencia pacifica del capitalismo y el socialismo, luego a una social-democracia con la utopía del “capitalismo de rostro humano” y posteriormente al liberalismo de Tatcher y Regan, con la división de la sociedad en elegidos y rechazados.

Es posible que esto fuera acompañado en algunos miembros del equipo por un drama interior, pero la lógica del proceso en el “abrazo del enemigo” ya era inexorable.

Del slogan “¡Más democracia! ¡Más socialismo!” en tres años llegamos al salvaje “capitalismo de Manchester”, que en realidad resultó ser un capitalismo criminal y parásito.

Como resultado de la venta de recursos no-renovables surgieron en el país 101 multi-millonarios y unas cuantas centenas de millonarios, ante la degradación general de la economía y la esfera social. Fueron destruidas y saqueadas la ciencia, la cultura, la educación; rebajado el nivel de capacitación de los trabajadores y empeoró la salud de los ciudadanos.

¿Que obtuvo como resultado la población que no supo auto-organizarse para defender el régimen soviético? Veamos algunos indicadores naturales imparciales que han sido presentados en el “Libro blanco” sobre la reforma neoliberal en Rusia (La Habana, 2008). Datos sobre la dinámica demográfica, la salud, la estratificación por ingresos, el estado de los grandes grupos sociales; representados en gráficos, prácticamente no necesitan comentarios.

DIBUJOS

Fig. 1. Crecimiento natural de la población en Rusia(por cada mil personas)

La catástrofe demográfica se evidencia en la disminución drástica de la natalidad y el aumento sin precedentes de la mortalidad.

La esperanza media de vida en Rusia entre 1990 y 1994 disminuyó en 5,7 años. Uno de los principales matemáticos a nivel mundial, el académico V.I. Arnold escribió, explicando a colegas occidentales los resultados de las reformas en Rusia:

“Utilizando una tabla de multiplicación, es fácil de obtener el siguiente resultado: la disminución de la esperanza media de vida en diez años tiene como resultado en la URSS la misma pérdida hombre-año, como el fusilamiento simultaneo de cerca de 80 millones de personas (en las magnitudes de Rusia – alrededor de 40 millones). Aquí se utiliza el lema: cuando los comunistas lo fusilan, Usted pierde aproximadamente la mitad de su vida”.

De esto se deduce que la reforma en Rusia trajo consigo una disminución de la vida de la población, equivalente al fusilamiento simultáneo de 23 millones de personas. La elite intelectual de occidente recibió este cálculo con absoluta indiferencia – en eso es en lo que hay que pensar.

Fig. 2. Estado de la salud de las parturientas en Rusia: partos con complicaciones por anemia, en tanto por cien partos

Fig. 3. Estado de la salud de los recién nacidos en Rusia: niños nacidos enfermos, en % con respecto al número de nacimientos

El empeoramiento de las condiciones sociales, fundamentalmente la alimentación y la salud, provocó un aumento violento de las enfermedades maternas y de los recién nacidos. En este nivel altamente anómalo la situación se estabilizó incluso en los años de crecimiento significativo de los ingresos a partir del petróleo.

Fig. 4. Número de nuevos enfermos de tuberculosis activo, por 100 mil de habitantes

En Bielorrusia donde, después de 1995, fue frenada la destrucción de los servicios sociales del tipo soviético y comenzó su reconstrucción, ya en el 2000 fue sofocada la epidemia de la enfermedad social, la tuberculosis. En ese entonces, en Rusia continuaban las reformas liberales, incluida en la medicina; la muerte por tuberculosis superaba en tres (!) veces los criterios de la Organización Mundial de la Salud, correspondientes al nivel de la epidemia.

Fig. 5. Nuevos enfermos de sífilis entre adolescentes (chicas) con edades entre los 15 y los 17 años en Rusia, por 100.000 chicas de edad correspondiente

La reforma proporcionó un fuerte golpe en la salud psicológico de la sociedad. Aquí se aprecia como la destrucción del sistema soviético llevó inmediatamente al aumento de la infección por sífilis de las jóvenes.

Esto no es más que un resultado de la revolución sexual que fuera organizada “desde arriba” como una tecnología política. Los medios masivos de difusión de forma abierta daban propaganda a la prostitución.

Por esto en la conciencia masiva revivió la estampa de Stalin como regente, ante el cual esto no hubiera sido posible siquiera imaginarlo.

Existe una leyenda que dice que pasaba Stalin cerca de una residencia detrás de unos árboles: “Que buen Círculo infantil” “Camarada Stalin, esta es la residencia del Mariscal K.” “Te lo digo, que buen Círculo infantil!” y para mañana allí ya juegan y ríen los niños.

¿Porque surgió hoy esta sencilla parábola? Pues porque todos ven hoy su reflejo en la actual Moscú. Pasa un “nuevo ruso” cerca de una residencia detrás de unos árboles: “Que buen salón de masaje” “Jefe, eso es un círculo infantil!” “Te lo digo, que buen salón de masaje para pedófilos! No cambiaremos ni el cartel”.

Fig. 6. División de la población de Rusia según los ingresos (el coeficiente de fondos, la relación de ingresos del 10% de los “más ricos” a los del 10% de los “más pobres”)

La reforma significó una segregación social inmediata de profundidad anómala. No se cierra, crece en los fértiles 7 años.

Fig. 7. El número de obreros industriales en Rusia, millones

En Rusia se lleva a cabo un programa de desindustrialización de una potencia industrial sin precedentes en la historia. Aquí se representa su dinámica a través de la rebaja del número de obreros industriales.

La forma de las curvas integrales “estado de salud de la industria”, las cuales se calculan por decenas de indicadores de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), demuestran que en la antigua URSS no hubo crisis, pero se produjo una catástrofe.

En los resúmenes de la ONUDI, el estado de la industria en varios países se caracteriza por las siguientes categorías: Economía en desarrollo, estable, en depresión, en crisis. Y existe una categoría especial, economía destruida. Tres países a mediados de la década del 90 tenían curvas estructurales similares de “economía destruida”, las repúblicas de la URSS, Irak y Yugoslavia.

En Irak y Yugoslavia era un resultado de las habituales guerras “calientes”. Por Rusia pasó una guerra con el nombre de reforma neoliberal.

Fig. 8. Preparación de personal cualificado en las escuelas profesionales, miles

En Rusia disminuye el completamiento de la utilización en la economía con jóvenes trabajadores calificados; está disminuido el sistema de estudio profesional, que prepara de forma casi exclusiva personal para la esfera de los servicios, también disminuye....

Fig. 9. Producción de tractores en la URRS y ex-URSS, miles

Fig. 10. Producción de maquinas herramientas con programación digital, miles

Aquí se observa a qué profundidad cayó la producción de diversas maquinarias importantes, tanto en Rusia, como en las Repúblicas post-soviéticas en general.

Fig. 11. El número de investigadores en Rusia, miles

Disminuyó significativamente el potencial científico-técnico, lo que se aprecia en la dinámica del más sencillo de los indicadores, el número de investigadores.

Fig. 12. El número de trabajadores en las empresas agrícolas en Rusia, millones

Fig. 13. El número de tractores en las empresas agrícolas en Rusia, miles

Fig. 14. El número de cabezas de ganado mayor en Rusia, millones

Ocurrió también una degradación profunda en la agricultura. Disminuyó de forma categórica el número de trabajadores organizados, se produce un envejecimiento de la tecnología y una caída anómala de una rama intensiva, la producción animal. En 1990 la importación representaba un 7,6 % del consumo de carne, en los últimos años asciende a un 36-37 %. Con relación al 2000 en el año 2007 la importación aumentó de 7,4 a 27,6 miles de millones de dólares.

Fig. 15. Edición de libros en Rusia, millones de ejemplares

La reforma causó un fuerte golpe en la cultura. Disminuyó drásticamente la tirada de los libros editados.

Fig. 16. El número de atracos y casos de pillaje en Rusia, mil

Todos estos cambios se vieron reflejados en el estado general de la población, lo que representó un aumento de la delincuencia.

Volvamos a la crisis de la sociedad soviética.

A los errores de la cúpula socialista en la política social, que representaron una fuerte influencia en la esfera espiritual, se debe añadir la liberalización de los principios de formación de la escala de estatus social.

Hasta principios del los ´60 en la URSS funcionaba el principio de los meritocracia, según el cuál la remuneración moral y material aumentaba de acuerdo a los méritos.

Tenían prioridad su manifestación en el trabajo, la creación y la entrega a la causa común.

El prestigio de estas condiciones era fortalecido por los medios culturales, es así como durante 30-40 años en la sociedad soviética se creó un específico tipo cultural de personas, que eran el núcleo de la base del régimen social.

Desde el proceso de “desestalinización” tácitamente empezó a surgir otro sistema de los estatus jerárquicos, en el cual la remuneración material de la persona no estaba justificada por el trabajo.

A la sociedad se le propuso orientarse a la escala de valores de los codiciadores.

Esto también fue un tipo cultural particular de persona, un tipo antagónico de trabajadores y defensores del régimen soviético.

Al salir a la arena social en los años 60-70, este tipo de persona comenzó activamente a corromper el aparato estatal y la elite cultural, paso a paso ganando la hegemonía en la conciencia masiva.

Precisamente este tipo, y no la burguesía, logró la revancha histórica, al comienzo con tolerancia y luego, desde 1985, incluso con el apoyo abierto de la cúpula del PCUS.

Esta amenaza aguarda a cualquier régimen socialista que está obligado a accionar en el espacio informativo, donde dominan los medios de información masiva subordinados al capital mundial.

Crear métodos de defensas políticas, sociales y culturales contra esta amenaza es una tarea teórica y práctica difícil, y sobre ella se debe hablar de forma especial.

Entonces, ¿con qué proyecto social de Orden Mundial se vislumbra el futuro, luego de que el proyecto socialista sufriera serios fracasos?

En su momento, el capitalismo con su énfasis carnívoro y destructor pudo obtener la legitimación solo con la utilización de nuevas tecnologías de tentación.

El capital logró encontrar métodos de encender en el alma del hombre los deseos de “tener”, le dio a cada uno la posibilidad de saciar este deseo trepando y aplastando a los demás.

Todos sabían y comprendían que la mayoría sería aplastada, pero cada uno en su alma soñaba con la suerte. Este orden fue construido sobre los huesos de los aplastados y las úlceras de la destruida Naturaleza.

Para fundamentar este orden, era necesario deformar el razonamiento y la conciencia de la mayoría de la población mundial.

Esto pudiera traer consigo la muerte de la humanidad.

Si el “mil millones dorado” comienza a consumir por persona y botar el desecho igual que Estados Unidos (productor de un 20 % y consumidor de un 40 % del PIB mundial) pues entonces para el resto de la humanidad simplemente no quedaría espacio habitable.

La capacidad de resistencia de la Tierra sería agotada y ningún protocolo de Kyoto ayudaría.

Hoy vemos muchas señales de como el sistema capitalista mundial y aquellas sociedades que están obligadas a marchar por su canal, llegan al fin de un gran ciclo de mayor o menor estabilidad.

En la metrópolis de este sistema, en Occidente, aceleradamente se produce el desmontaje de la “sociedad de bienestar”, el logro supremo de la filosofía moderna occidental y su práctica social.

Consecuentemente, se destruye la clase media, portadora de los valores occidentales y base social de la sociedad civil, otra de las metas del modernismo y su filosofía política.

Incluso el célebre sistema bi-partidista con sus contrapesos ha degenerado. Ya no existe el sistema bipartidista, las diferencias entre los partidos se han reducido a las diferencias entre dos actores que intervienen en la escena del espectáculo político. Como dicen los politólogos, el Occidente se convirtió en una sociedad ambidiestra, de “dos-derechas” en sustitución de la antigua sociedad que oscilaba entre los proyectos liberal de derecha y social-demócrata.

El capitalismo se mantiene porque constantemente y de forma efectiva lucha por el mantenimiento y la regeneración de su hegemonía cultural.

No obstante, en el mundo se producen focos de resistencia, la conciencia adquiere voluntad política y organización social.

En Cuba, en la Isla de la Libertad, donde tuvo lugar una revolución que tomó el espíritu y la experiencia de una cadena de grandes revoluciones y movimientos liberadores, los unió a los últimos alcances intelectuales y filosóficos del modernismo, e incorporó el optimismo y las ramas humanitarias del postmodernismo.

En ese país trabaja una excelente pléyade de pensadores, realizadores y trabajadores, creadores de formas sociales que seguramente formarán el núcleo del futuro deseado por la Humanidad.

Este grupo está comandado por Fidel Castro, acreedor de un amor sincero por parte de la mayoría de los habitantes del mundo. Vienen a Cuba, para eventos de discusión, científicos, formados en prácticamente todas las civilizaciones que constituyen la sociedad mundial.

Los proyectos socialistas, que surgen como una forma de defensa nacional y social contra la expansión del capital mundial, tienen bases objetivas para ganarse la hegemonía cultural en sus pueblos y crear una fuerte y activa base social.

La URSS perdió en la guerra psicológica a finales del siglo XX, pero toda la humanidad progresiva tiene fundamentos para ganar la Batalla de las Ideas de principios del siglo XXI.

A los principios de la sociedad de consumo, el socialismo le opone la idea del desarrollo humano; a una sociedad en donde la minoría vive una vida opulenta en detrimento de la mayoría, la concepción de un mundo solidario.

El capitalismo es destructor de la Naturaleza y del hombre, lleva la Humanidad a un suicidio colectivo, el socialismo dará un nuevo impulso a la creación y al auto-perfeccionamiento del hombre.

Hará posible el cambio de “tener es ser” al “crear y construir”.

Tuve la oportunidad de estar en la pasada primavera en el Instituto de la complejidad en Santa Fé (estado de Nuevo México, E.U.). La cúpula de este Instituto recibió durante las campañas electorales a presidente de E.U. una solicitud de Kissinger de hacer los comunicados a la nación americana para ambos candidatos a presidentes, McCain y Obama.

Los científicos del Instituto respondieron que si E.U. asumieron el rol de líder mundial, este tipo de comunicado debe tener ideas y estilo de futuristas, atractivo para toda la Humanidad. Pero el electorado de ninguno de los dos candidatos lo aceptaría.

Esto revela que la prosperidad americana se fundamenta en el sufrimiento de otros pueblos.

Esto refleja la profundidad de la crisis.

Incluso uno de los ideólogos del “nuevo Orden Mundial”, Francis Fukuyama, quién solo hace 20 años decía que “al liberalismo no le quedaba ninguna alternativa de vida”, hoy acepta que “la economía liberal salió de sus líneas y amenaza con caer en el abismo arrastrando consigo el resto del mundo. El Brend “América” atraviesa una fuerte revisión de solidez, cuando las alternativas de modelo de desarrollo –la china, la rusa– se vislumbran más atractivas”.

La actual crisis en la metrópolis del sistema capitalista mundial, que inevitablemente agravará el peligro para la periferia, hace cada vez más actual la metodología de la “actualización del socialismo”.

Es necesario adecuar todos sus sistemas con los retos de la complejidad del mundo moderno, las nuevas tecnologías políticas y los nuevos tipos de guerra.

En Cuba, en la Isla de la Libertad, nosotros debemos juntar nuestros esfuerzos y agrupar un colectivo internacional, capaz de establecer los contornos de la imagen del futuro que es posible y deseado por la Humanidad. Durante el diálogo será posible establecer las fronteras de lo que es inaceptable para la mayoría y también la posibilidad de hacer que lo inaceptable sea imposible.
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lunes, julio 13, 2009

Notas finales Economía Política I 2009

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jueves, mayo 07, 2009

Puntos de teoría marxista de la crisis económica

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I. Causas de la Crisis Económica.

La explicación más sólida de las causas de la crisis actual, la debemos a Carlos Marx. El explicó las crisis capitalistas de manera coherente, estructurada, fijando los problemas en el funcionamiento interno, propio y regular, sujeto a leyes de funcionamiento del sistema capitalista y no en causas externas y subjetivas.

De manera que los orígenes de la crisis no se encuentra en las variaciones de las radiaciones solares (Jevons), en el subconsumo (Keynes), en los ciclos de las innovaciones (Schumpeter) o en el exceso o escasez de dinero (Friedman).



Para Marx la crisis capitalista tiene su origen en el modo de producción, valga la redundancia, capitalista.

El modo de producción capitalista se basa en la extracción de plusvalía relativa lo que implica el desarrollo de la composición técnica y orgánica del capital, creciendo más aceleradamente en términos absolutos y relativos el capital constante con relación al capital variable.

La economía capitalista se desenvuelve en un proceso de reproducción ampliada en donde la dinámica del sector productor de medios de producción, de capital constante, es más acelerada que la producción de bienes de consumo. Por ello existe una tendencia innata a la crisis de sobreproducción, que se agudiza porque la mejora tecnológica implica, en el capitalismo, desempleo de fuerza de trabajo.

El capitalismo funciona con varias paradojas, entre ellas, aumenta la oferta restringiendo la demanda, crea riqueza creando pobreza.

II. Lógica básica de la crisis económica según Marx. Una puntualización.

1. La dinámica interna del capitalismo conduce a la crisis. El propósito del sistema es la obtención de plusvalía, un valor adicional a lo invertido en el proceso productivo, que se transforma en ganancia.

La plusvalìa la genera el trabajador en el proceso y la jornada de trabajo, generando al mismo tiempo el equivalente a su salario (capital variable, v) y creando el valor adicional o plusvalía (p).

Esquemáticamente se plantea que de una jornada de 8 horas de trabajo, se trabajan 4 horas para crear el equivalente al salario se destinaran 4 horas para crear la plusvalía, por lo que la tasa de plusvalía (p/v) será del 100%.

2. En el capitalismo se obtiene una mayor plusvalía básicamente por medio de la intensificación y elevación de la productividad del trabajo en la misma jornada de trabajo. A esto se llama obtención de plusvalía relativa.

3. Es consustancial al capitalismo el desarrollo de la tecnología, la modernización de la maquinaria, mejoramiento de materias primas, producción en masa, con la finalidad de obtener más ganancias. Al capital invertido en maquinarias y materias primas, Marx le denomina capital constante (c) de manera que la relación con el equivalente del salario (v) es una relación básica de la reproducción del capital y consecuentemente de la ganancia. A esta relación se le denomina composición orgánica del capital (c/v).

4. En el capitalismo la extracción de plusvalía implica un desarrollo intenso, sistemático y extendido de la tecnología, la producción de maquinarias y materias primas y auxiliares y de fuerzas motrices como el vapor y la electricidad. El capital constante crece más rápidamente que el variable. La dinámica de la producción de medios de producción supera a las demás dinámicas de producción.

5. Las implicaciones del crecimiento más rápido del capital constante son determinantes. Al introducir mejoras en la tecnología se genera desempleo, se desplaza mano de obra, a la par que se eleva la productividad. Se siembra de esta manera la semilla de la desigualdad entre la oferta y la demanda, se produce más al mismo tiempo que se disminuye la capacidad de consumo de lo producido. La oferta supera a la demanda.

6. En la sociedad en su conjunto la producción de medios de producción, denominada, sector I, crece superando a todos los demás sectores agrupados en el denominado sector II, producción de bienes de consumo.

7. Por esta razón en el capitalismo siempre se presentan crisis de sobreproducción, que en la circulación se presentan como crisis de realización, de imposibilidad de vender los productos. La oferta supera a la demanda.


III. Carácter cíclico de la crisis económica.

De acuerdo a la teoría de Marx, la crisis tiene un carácter cíclico. Se presenta con regularidad cada cierto período de tiempo. Al parecer, Engels, su compañero en la creación teórica, logró puntualizar que la periodicidad de las crisis era cada 10 años.

Las crisis se resuelven con una mayor concentración y centralización del capital, en donde los capitalistas fuertes absorven a los débiles, generando condiciones para una nueva crisis de mayores proporciones.

En la sociedad capitalista la producción se socializa y la apropiación se privatiza crecientemente. La sociedad se polariza cada vez más entre asalariados y capitalistas. Los medios de producción se concentran y centralizan en cada vez menos empresas poderosas.

El proceso de recuperación de la crisis implica una mayor concentración y centralización de la riqueza y una destrucción de la riqueza sobre producida y de la fuerza de trabajo sobrante.

En las crisis económicas se abren posibilidades de Cambio Social y de Revolución Social.


IV. Para explicar el término "crisis financiera". Del trueque al capital financiero.

El esquema de Marx señala la separación del proceso real de intercambio mercantil del proceso de desarrollo del dinero como medio del intercambio mercantil a finalidad del mismo. El proceso culmina con la separación completa del dinero como capital financiero, que crea la ilusión real, valga la paradoja, del dinero que crea dinero.

El capital financiero se convierte en rector del proceso de producción capitalista, su punto de partida y su punto de llegada.

Debido a esta situación existe la percepción de que las crisis tienen un carácter monetario o financiero y se identifican causas y efectos, problemas y soluciones en la esfera financiera, cuando todo se origina no solamente en la producción real de bienes y servicios, sino en las relaciones sociales reales de producción. Lo financiero es una manifestación aparente de la realidad, no la realidad social productiva en esencia.


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jueves, abril 16, 2009

La clase obrera en Inglaterra (1844-45)

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En alguna parte de sus escritos Marx reconoce que Engels fué primero, antes que él, en realizar la crítica de la Economía Política Clásica. La obra que se pone como referencia, es La Situación de la Clase Obrera en Inglaterra, escrita por Engels, cuanto tenía aproximadamente, 24 años, entre 1844 y 1845.

Para un examen más detallado, la obra puede consultarse en:

http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/situacion/index.htm

El papel del trabajo: una relectura

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Tomado de:


Trabajo crucial de Engels para entender la categoría trabajo no solamente como una categoría de la Economía Política Clásica, sino de la Historia del Ser Humano, de su proceso de hominización. Induce a reflexiones sobre el significado de los conceptos trabajo productivo e improductivo desde el punto de vista histórico, no estrictamente relacionado con el modo de producción capitalista. Algunos de sus pasajes son claramente precursores de lo que en la actualidad denominamos "economía ambiental".

Las negrillas y separación de párrafos son nuestros para efectos de estudio.

F. ENGELS

EL PAPEL DEL TRABAJO EN LA TRANSFORMACION DEL MONO EN HOMBRE [1]

El trabajo es la fuente de toda riqueza, afirman los especialistas en Economía política. Lo es, en efecto, a la par que la naturaleza, proveedora de los materiales que él convierte en riqueza.

Pero el trabajo es muchísimo más que eso.

Es la condición básica y fundamental de toda la vida humana.

Y lo es en tal grado que, hasta cierto punto, debemos decir que el trabajo ha creado al propio hombre.

Hace muchos centenares de miles de años, en una época, aún no establecida definitivamente, de aquel período del desarrollo de la Tierra que los geólogos denominan terciario, probablemente a fines de este período, vivía en algún lugar de la zona tropical —quizás en un extenso continente hoy desaparecido en las profundidades del Océano Indico— una raza de monos antropomorfos extraordinariamente desarrollada. Darwin nos ha dado una descripción aproximada de estos antepasados nuestros. Estaban totalmente cubiertos de pelo, tenían barba, orejas puntiagudas, vivían en los árboles y formaban manadas [2].

Es de suponer que como consecuencia directa de su género de vida, por el que las manos, al trepar, tenían que desempeñar funciones distintas a las de los pies, estos monos se fueron acostumbrando a prescindir de ellas al caminar por el suelo y empezaron [67] a adoptar más y más una posición erecta.

Fue el paso decisivo para el tránsito del mono al hombre.

Todos los monos antropomorfos que existen hoy día pueden permanecer en posición erecta y caminar apoyándose únicamente en sus pies; pero lo hacen sólo en caso de extrema necesidad y, además, con suma torpeza. Caminan habitualmente en actitud semierecta, y su marcha incluye el uso de las manos. La mayoría de estos monos apoyan en el suelo los nudillos y, encogiendo las piernas, hacen avanzar el cuerpo por entre sus largos brazos, como un cojo que camina con muletas.

En general, aún hoy podemos observar entre los monos todas las formas de transición entre la marcha a cuatro patas y la marcha en posición erecta. Pero para ninguno de ellos ésta última ha pasado de ser un recurso circunstancial.

Y puesto que la posición erecta había de ser para nuestros peludos antepasados primero una norma, y luego, una necesidad, de aquí se desprende que por aquel entonces las manos tenían que ejecutar funciones cada vez más variadas. Incluso entre los monos existe ya cierta división de funciones entre los pies y las manos.

Como hemos señalado más arriba, durante la trepa las manos son utilizadas de distinta manera que los pies. Las manos sirven fundamentalmente para recoger y sostener los alimentos, como lo hacen ya algunos mamíferos inferiores con sus patas delanteras. Ciertos monos se ayudan de las manos para construir nidos en los árboles; y algunos, como el chimpancé, llegan a construir tejadillos entre las ramas, para defenderse de las inclemencias del tiempo. La mano les sirve para empuñar garrotes, con los que se defienden de sus enemigos, o para bombardear a éstos con frutos y piedras. Cuando se encuentran en la cautividad, realizan con las manos varias operaciones sencillas que copian de los hombres. Pero aquí es precisamente donde se ve cuán grande es la distancia que separa la mano primitiva de los monos, incluso la de los antropoides superiores, de la mano del hombre, perfeccionada por el trabajo durante centenares de miles de años.

El número y la disposición general de los huesos y de los músculos son los mismos en el mono y en el hombre, pero la mano del salvaje más primitivo es capaz de ejecutar centenares de operaciones que no pueden ser realizadas por la mano de ningún mono.

Ni una sola mano simiesca ha construido jamás un cuchillo de piedra, por tosco que fuese.


Por eso, las funciones, para las que nuestros antepasados fueron adaptando poco a poco sus manos durante los muchos miles de años que dura el período de transición del mono al hombre, sólo pudieron ser, en un principio, funciones sumamente sencillas. Los salvajes más primitivos, incluso aquellos en los que [68] puede presumirse el retorno a un estado más próximo a la animalidad, con una degeneración física simultánea, son muy superiores a aquellos seres del período de transición. Antes de que el primer trozo de sílex hubiese sido convertido en cuchillo por la mano del hombre, debió haber pasado un período de tiempo tan largo que, en comparación con él, el período histórico conocido por nosotros resulta insignificante.

Pero se había dado ya el paso decisivo: la mano era libre y podía adquirir ahora cada vez más destreza y habilidad; y ésta mayor flexibilidad adquirida se transmitía por herencia y se acrecía de generación en generación.

Vemos, pues, que la mano no es sólo el órgano del trabajo; es también producto de él.

Unicamente por el trabajo, por la adaptación a nuevas y nuevas funciones, por la transmisión hereditaria del perfeccionamiento especial así adquirido por los músculos, los ligamentos y, en un período más largo, también por los huesos, y por la aplicación siempre renovada de estas habilidades heredadas a funciones nuevas y cada vez más complejas, ha sido como la mano del hombre ha alcanzado ese grado de perfección que la ha hecho capaz de dar vida, como por arte de magia, a los cuadros de Rafael, a las estatuas de Thorwaldsen y a la música de Paganini.

Pero la mano no era algo con existencia propia e independiente. Era únicamente un miembro de un organismo entero y sumamente complejo. Y lo que beneficiaba a la mano beneficiaba también a todo el cuerpo servido por ella; y lo beneficiaba en dos aspectos.

Primeramente, en virtud de la ley que Darwin llamó de la correlación del crecimiento.

Según ésta ley, ciertas formas de las distintas partes de los seres orgánicos siempre están ligadas a determinadas formas de otras partes, que aparentemente no tienen ninguna relación con las primeras.

Así, todos los animales que poseen glóbulos rojos sin núcleo y cuyo occipital está articulado con la primera vértebra por medio de dos cóndilos, poseen, sin excepción, glándulas mamarias para la alimentación de sus crías. Así también, la pezuña hendida de ciertos mamíferos va ligada por regla general a la presencia de un estómago multilocular adaptado a la rumia.

Las modificaciones experimentadas por ciertas formas provocan cambios en la forma de otras partes del organismo, sin que estemos en condiciones de explicar tal conexión.

Los gatos totalmente blancos y de ojos azules son siempre o casi siempre sordos.

El perfeccionamiento gradual de la mano del hombre y la adaptación concomitante de los pies a la marcha en posición erecta repercutieron indudablemente, en virtud de dicha correlación, sobre otras partes del organismo. [69]

Sin embargo, ésta acción aún está tan poco estudiada que aquí no podemos más que señalarla en términos generales.

Mucho más importante es la reacción directa —posible de demostrar— del desarrollo de la mano sobre el resto del organismo. Como ya hemos dicho, nuestros antepasados simiescos eran animales que vivían en manadas; evidentemente, no es posible buscar el origen del hombre, el más social de los animales, en unos antepasados inmediatos que no viviesen congregados.

Con cada nuevo progreso, el dominio sobre la naturaleza, que comenzara por el desarrollo de la mano, con el trabajo, iba ampliando los horizontes del hombre, haciéndole descubrir constantemente en los objetos nuevas propiedades hasta entonces desconocidas.

Por otra parte, el desarrollo del trabajo, al multiplicar los casos de ayuda mutua y de actividad conjunta, y al mostrar así las ventajas de ésta actividad conjunta para cada individuo, tenía que contribuir forzosamente a agrupar aún más a los miembros de la sociedad.

En resumen, los hombres en formación llegaron a un punto en que tuvieron necesidad de decirse algo los unos a los otros.

La necesidad creó el órgano: la laringe poco desarrollada del mono se fue transformando, lenta pero firmemente, mediante modulaciones que producían a su vez modulaciones más perfectas, mientras los órganos de la boca aprendían poco a poco a pronunciar un sonido articulado tras otro.

La comparación con los animales nos muestra que ésta explicación del origen del lenguaje a partir del trabajo y con el trabajo es la única acertada.

Lo poco que los animales, incluso los más desarrollados, tienen que comunicarse los unos a los otros puede ser transmitido sin el concurso de la palabra articulada.

Ningún animal en estado salvaje se siente perjudicado por su incapacidad de hablar o de comprender el lenguaje humano.

Pero la situación cambia por completo cuando el animal ha sido domesticado por el hombre.

El contacto con el hombre ha desarrollado en el perro y en el caballo un oído tan sensible al lenguaje articulado, que estos animales pueden, dentro del marco de sus representaciones, llegar a comprender cualquier idioma.

Además, pueden llegar a adquirir sentimientos desconocidos antes por ellos, como son el apego al hombre, el sentimiento de gratitud, etc.

Quien conozca bien a estos animales, difícilmente podrá escapar a la convicción de que, en muchos casos, ésta incapacidad de hablar es experimentada ahora por ellos como un defecto.

Desgraciadamente, este defecto no tiene remedio, pues sus órganos vocales se hallan demasiado especializados en determinada dirección. Sin embargo, cuando existe un órgano apropiado, ésta incapacidad puede ser superada dentro de ciertos límites.

Los órganos bucales de las aves se distinguen en forma radical de los del hombre, y, sin embargo, [70] las aves son los únicos animales que pueden aprender a hablar; y el ave de voz más repulsiva, el loro, es la que mejor habla. Y no importa que se nos objete diciéndonos que el loro no entiende lo que dice. Claro está que por el solo gusto de hablar y por sociabilidad con los hombres el loro puede estar repitiendo horas y horas todo su vocabulario. Pero, dentro del marco de sus representaciones, puede también llegar a comprender lo que dice. Enseñad a un loro a decir palabrotas, de modo que llegue a tener una idea de su significación (una de las distracciones favoritas de los marineros que regresan de las zonas cálidas), y veréis muy pronto que en cuanto lo irritáis hace uso de esas palabrotas con la misma corrección que cualquier verdulera de Berlín. Y lo mismo ocurre con la petición de golosinas.

Primero el trabajo, luego y con él la palabra articulada, fueron los dos estímulos principales bajo cuya influencia el cerebro del mono se fue transformando gradualmente en cerebro humano, que, a pesar de toda su similitud, lo supera considerablemente en tamaño y en perfección.

Y a medida que se desarrollaba el cerebro, desarrollábanse también sus instrumentos más inmediatos: los órganos de los sentidos.

De la misma manera que el desarrollo gradual del lenguaje va necesariamente acompañado del correspondiente perfeccionamiento del órgano del oído, así también el desarrollo general del cerebro va ligado al perfeccionamiento de todos los órganos de los sentidos.

La vista del águila tiene mucho más alcance que la del hombre, pero el ojo humano percibe en las cosas muchos más detalles que el ojo del águila. El perro tiene un olfato mucho más fino que el hombre, pero no puede captar ni la centésima parte de los olores que sirven a éste de signos para diferenciar cosas distintas.

Y el sentido del tacto, que el mono posee a duras penas en la forma más tosca y primitiva, se ha ido desarrollando únicamente con el desarrollo de la propia mano del hombre, a través del trabajo.

El desarrollo del cerebro y de los sentidos a su servicio, la creciente claridad de conciencia, la capacidad de abstracción y de discernimiento cada vez mayores, reaccionaron a su vez sobre el trabajo y la palabra, estimulando más y más su desarrollo.

Cuando el hombre se separa definitivamente del mono, este desarrollo no cesa ni mucho menos, sino que continúa, en distinto grado y en distintas direcciones entre los distintos pueblos y en las diferentes épocas, interrumpido incluso a veces por regresiones de carácter local o temporal, pero avanzando en su conjunto a grandes pasos, considerablemente impulsado y, a la vez, orientado en un sentido más preciso por un nuevo elemento que surge con la aparición del hombre acabado: la sociedad.

Seguramente hubieron de pasar centenares de miles de años [71] —que en la historia de la Tierra tienen menos importancia que un segundo en la vida de un hombre [*]— antes de que la sociedad humana surgiese de aquellas manadas de monos que trepaban por los árboles. Pero, al fin y al cabo, surgió.

¿Y qué es lo que volvemos a encontrar como signo distintivo entre la manada de monos y la sociedad humana? Otra vez el trabajo.

La manada de monos se contentaba con devorar los alimentos de un área que determinaban las condiciones geográficas o la resistencia de las manadas vecinas. Trasladábase de un lugar a otro y entablaba luchas con otras manadas para conquistar nuevas zonas de alimentación: pero era incapaz de extraer de estas zonas más de lo que la naturaleza buenamente le ofrecía, si exceptuamos la acción inconsciente de la manada, al abonar el suelo con sus excrementos. Cuando fueron ocupadas todas las zonas capaces de proporcionar alimento, el crecimiento de la población simiesca fue ya imposible; en el mejor de los casos el número de sus animales podía mantenerse al mismo nivel.

Pero todos los animales son unos grandes despilfarradores de alimentos; además, con frecuencia destruyen en germen la nueva generación de reservas alimenticias.

A diferencia del cazador, el lobo no respeta la cabra montés que habría de proporcionarle cabritos al año siguiente; las cabras de Grecia, que devoran los jóvenes arbustos antes de que puedan desarrollarse, han dejado desnudas todas las montañas del país.

Esta «explotación rapaz» llevada a cabo por los animales desempeña un gran papel en la transformación gradual de las especies, al obligarlas a adaptarse a unos alimentos que no son los habituales para ellas, con lo que cambia la composición química de su sangre y se modifica poco a poco toda la constitución física del animal; las especies ya plasmadas desaparecen.

No cabe duda de que ésta explotación rapaz contribuyó en alto grado a la humanización de nuestros antepasados, pues amplió el número de plantas y las partes de éstas utilizadas en la alimentación por aquella raza de monos que superaba con ventaja a todas las demás en inteligencia y en capacidad de adaptación.

En una palabra, la alimentación, cada vez más variada, aportaba al organismo nuevas y nuevas substancias, con lo que fueron creadas las condiciones químicas para la transformación de estos monos en seres humanos.

Pero todo esto no era trabajo en el verdadero sentido de la palabra.

El trabajo comienza con la elaboración de instrumentos.

¿Y qué son los instrumentos más antiguos, si juzgamos por los restos que nos han llegado del hombre prehistórico, por el género de vida de los pueblos más antiguos que [72] registra la historia, así como por el de los salvajes actuales más primitivos? Son instrumentos de caza y de pesca; los primeros utilizados también como armas.

Pero la caza y la pesca suponen el tránsito de la alimentación exclusivamente vegetal a la alimentación mixta, lo que significa un nuevo paso de suma importancia en la transformación del mono en hombre.

El consumo de carne ofreció al organismo, en forma casi acabada, los ingredientes más esenciales para su metabolismo.

Con ello acortó el proceso de la digestión y otros procesos de la vida vegetativa del organismo (es decir, los procesos análogos a los de la vida de los vegetales), ahorrando así tiempo, materiales y estímulos para que pudiera manifestarse activamente la vida propiamente animal. Y cuanto más se alejaba el hombre en formación del reino vegetal, más se elevaba sobre los animales. De la misma manera que el hábito a la alimentación mixta convirtió al gato y al perro salvajes en servidores del hombre, así también el hábito a combinar la carne con la dieta vegetal contribuyó poderosamente a dar fuerza física e independencia al hombre en formación.

Pero donde más se manifestó la influencia de la dieta cárnea fue en el cerebro, que recibió así en mucha mayor cantidad que antes las substancias necesarias para su alimentación y desarrollo, con lo que su perfeccionamiento fue haciéndose mayor y más rápido de generación en generación.

Debemos reconocer —y perdonen los señores vegetarianos— que no ha sido sin el consumo de la carne como el hombre ha llegado a ser hombre; y el hecho de que, en una u otra época de la historia de todos los pueblos conocidos, el empleo de la carne en la alimentación haya llevado al canibalismo (aún en el siglo X, los antepasados de los berlineses, los veletabos o vilzes, solían devorar a sus progenitores) es una cuestión que no tiene hoy para nosotros la menor importancia.

El consumo de carne en la alimentación significó dos nuevos avances de importancia decisiva: el uso del fuego y la domesticación de animales.

El primero redujo aún más el proceso de la digestión, ya que permitía llevar a la boca comida, como si dijéramos, medio digerida; el segundo multiplicó las reservas de carne, pues ahora, a la par con la caza, proporcionaba una nueva fuente para obtenerla en forma más regular.

La domesticación de animales también proporcionó, con la leche y sus derivados, un nuevo alimento, que en cuanto a composición era por lo menos del mismo valor que la carne. Así, pues, estos dos adelantos se convirtieron directamente para el hombre en nuevos medios de emancipación. No podemos detenernos aquí a examinar en detalle sus consecuencias indirectas, a pesar de toda la importancia que hayan podido tener para el desarrollo del hombre y de la sociedad, pues tal examen nos apartaría demasiado de nuestro tema.

[73]

El hombre, que había aprendido a comer todo lo comestible, aprendió también, de la misma manera, a vivir en cualquier clima.

Se extendió por toda la superficie habitable de la Tierra siendo el único animal capaz de hacerlo por propia iniciativa.

Los demás animales que se han adaptado a todos los climas —los animales domésticos y los insectos parásitos— no lo lograron por sí solos, sino únicamente siguiendo al hombre. Y el paso del clima uniformemente cálido de la patria original, a zonas más frías donde el año se dividía en verano e invierno, creó nuevas necesidades, al obligar al hombre a buscar habitación y a cubrir su cuerpo para protegerse del frío y de la humedad. Así surgieron nuevas esferas de trabajo y, con ellas, nuevas actividades que fueron apartando más y más al hombre de los animales.

Gracias a la cooperación de la mano, de los órganos del lenguaje y del cerebro, no sólo en cada individuo, sino también en la sociedad, los hombres fueron aprendiendo a ejecutar operaciones cada vez más complicadas, a plantearse y a alcanzar objetivos cada vez más elevados.

El trabajo mismo se diversificaba y perfeccionaba de generación en generación extendiéndose cada vez a nuevas actividades.

A la caza y a la ganadería vino a sumarse la agricultura, y más tarde el hilado y el tejido, el trabajo de los metales, la alfarería y la navegación.

Al lado del comercio y de los oficios aparecieron, finalmente, las artes y las ciencias; de las tribus salieron las naciones y los Estados.

Se desarrollaron el Derecho y la Política, y con ellos el reflejo fantástico de las cosas humanas en la mente del hombre: la religión.

Frente a todas estas creaciones, que se manifestaban en primer término como productos del cerebro y parecían dominar las sociedades humanas, las producciones más modestas, fruto del trabajo de la mano, quedaron relegadas a segundo plano, tanto más cuanto que en una fase muy temprana del desarrollo de la sociedad (por ejemplo, ya en la familia primitiva), la cabeza que planeaba el trabajo era ya capaz de obligar a manos ajenas a realizar el trabajo proyectado por ella.

El rápido progreso de la civilización fue atribuído exclusivamente a la cabeza, al desarrollo y a la actividad del cerebro.

Los hombres se acostumbraron a explicar sus actos por sus pensamientos, en lugar de buscar ésta explicación en sus necesidades (reflejadas, naturalmente, en la cabeza del hombre, que así cobra conciencia de ellas).

Así fue cómo, con el transcurso del tiempo, surgió esa concepción idealista del mundo que ha dominado el cerebro de los hombres, sobre todo desde la desaparición del mundo antiguo, y que todavía lo sigue dominando hasta el punto de que incluso los naturalistas de la escuela darviniana más allegados al materialismo son aún incapaces de formarse una idea clara acerca del origen del hombre, pues esa misma [74] influencia idealista les impide ver el papel desempeñado aquí por el trabajo.

Los animales, como ya hemos indicado de pasada, también modifican con su actividad la naturaleza exterior, aunque no en el mismo grado que el hombre; y estas modificaciones provocadas por ellos en el medio ambiente repercuten, como hemos visto, en sus originadores, modificándolos a su vez.

En la naturaleza nada ocurre en forma aislada.

Cada fenómeno afecta a otro y es, a su vez, influenciado por éste; y es generalmente el olvido de este movimiento y de ésta interacción universal lo que impide a nuestros naturalistas percibir con claridad las cosas más simples. Ya hemos visto cómo las cabras han impedido la repoblación de los bosques en Grecia; en Santa Elena, las cabras y los cerdos desembarcados por los primeros navegantes llegados a la isla exterminaron casi por completo la vegetación allí existente, con lo que prepararon el suelo para que pudieran multiplicarse las plantas llevadas más tarde por otros navegantes y colonizadores. Pero la influencia duradera de los animales sobre la naturaleza que los rodea es completamente involuntaria y constituye, por lo que a los animales se refiere, un hecho accidental.

Pero cuanto más se alejan los hombres de los animales, más adquiere su influencia sobre la naturaleza el carácter de una acción intencional y planeada, cuyo fin es lograr objetivos proyectados de antemano.

Los animales destrozan la vegetación del lugar sin darse cuenta de lo que hacen. Los hombres, en cambio, cuando destruyen la vegetación lo hacen con el fin de utilizar la superficie que queda libre para sembrar cereales, plantar árboles o cultivar la vid, conscientes de que la cosecha que obtengan superará varias veces lo sembrado por ellos. El hombre traslada de un país a otro plantas útiles y animales domésticos modificando así la flora y la fauna de continentes enteros.

Más aún; las plantas y los animales, cultivadas aquéllas y criados éstos en condiciones artificiales, sufren tales modificaciones bajo la influencia de la mano del hombre que se vuelven irreconocibles.

Hasta hoy día no han sido hallados aún los antepasados silvestres de nuestros cultivos cerealistas. Aún no ha sido resuelta la cuestión de saber cuál es el animal que ha dado origen a nuestros perros actuales, tan distintos unos de otros, o a las actuales razas de caballos, también tan numerosas.

Por lo demás, de suyo se comprende que no tenemos la intención de negar a los animales la facultad de actuar en forma planificada, de un modo premeditado.

Por el contrario, la acción planificada existe en germen dondequiera que el protoplasma —la albúmina viva— exista y reaccione, es decir, realice determinados movimientos, aunque sean los más simples, en respuesta a [75] determinados estímulos del exterior. Esta reacción se produce, no digamos ya en la célula nerviosa, sino incluso cuando aún no hay célula de ninguna clase. El acto mediante el cual las plantas insectívoras se apoderan de su presa, aparece también, hasta cierto punto, como un acto planeado, aunque se realice de un modo totalmente inconsciente.

La facultad de realizar actos conscientes y premeditados se desarrolla en los animales en correspondencia con el desarrollo del sistema nervioso, y adquiere ya en los mamíferos un nivel bastante elevado.

Durante la caza inglesa de la zorra puede observarse siempre la infalibilidad con que la zorra utiliza su perfecto conocimiento del lugar para ocultarse a sus perseguidores, y lo bien que conoce y sabe aprovechar todas las ventajas del terreno para despistarlos. Entre nuestros animales domésticos, que han llegado a un grado más alto de desarrollo gracias a su convivencia con el hombre, pueden observarse a diario actos de astucia, equiparables a los de los niños, pues lo mismo que el desarrollo del embrión humano en el claustro materno es una repetición abreviada de toda la historia del desarrollo físico seguido a través de millones de años por nuestros antepasados del reino animal, a partir del gusano, así también el desarrollo mental del niño representa una repetición, aún más abreviada, del desarrollo intelectual de esos mismos antepasados, en todo caso de los menos remotos.

Pero ni un solo acto planificado de ningún animal ha podido imprimir en la naturaleza el sello de su voluntad. Sólo el hombre ha podido hacerlo.

Resumiendo: lo único que pueden hacer los animales es utilizar la naturaleza exterior y modificarla por el mero hecho de su presencia en ella.

El hombre, en cambio, modifica la naturaleza y la obliga así a servirle, la domina.

Y ésta es, en última instancia, la diferencia esencial que existe entre el hombre y los demás animales, diferencia que, una vez más, viene a ser efecto del trabajo [*].


Sin embargo, no nos dejemos llevar del entusiasmo ante nuestras victorias sobre la naturaleza. Después de cada una de estas victorias, la naturaleza toma su venganza. Bien es verdad que las primeras consecuencias de estas victorias son las previstas por nosotros, pero en segundo y en tercer lugar aparecen unas consecuencias muy distintas, totalmente imprevistas y que, a menudo, anulan las primeras. Los hombres que en Mesopotamia, Grecia, Asia Menor y otras regiones talaban los bosques para obtener tierra de labor, ni siquiera podían imaginarse que, al eliminar con los bosques los centros de acumulación y reserva de humedad, [76] estaban sentando las bases de la actual aridez de esas tierras.

Los italianos de los Alpes, que talaron en las laderas meridionales los bosques de pinos, conservados con tanto celo en las laderas septentrionales, no tenían ni idead de que con ello destruían las raíces de la industria lechera en su región; y mucho menos podían prever que, al proceder así, dejaban la mayor parte del año sin agua sus fuentes de montaña, con lo que les permitían, al llegar el período de las lluvias, vomitar con tanta mayor furia sus torrentes sobre la planicie.

Los que difundieron el cultivo de la patata en Europa no sabían que con este tubérculo farináceo difundían a la vez la escrofulosis. Así, a cada paso, los hechos nos recuerdan que nuestro dominio sobre la naturaleza no se parece en nada al dominio de un conquistador sobre el pueblo conquistado, que no es el dominio de alguien situado fuera de la naturaleza, sino que nosotros, por nuestra carne, nuestra sangre y nuestro cerebro, pertenecemos a la naturaleza, nos encontramos en su seno, y todo nuestro dominio sobre ella consiste en que, a diferencia de los demás seres, somos capaces de conocer sus leyes y de aplicarlas adecuadamente.

En efecto, cada día aprendemos a comprender mejor las leyes de la naturaleza y a conocer tanto los efectos inmediatos como las consecuencias remotas de nuestra intromisión en el curso natural de su desarrollo. Sobre todo después de los grandes progresos logrados en este siglo por las Ciencias Naturales, nos hallamos en condiciones de prever, y, por tanto, de controlar cada vez mejor las remotas consecuencias naturales de nuestros actos en la producción, por lo menos de los más corrientes.

Y cuanto más sea esto una realidad, más sentirán y comprenderán los hombres su unidad con la naturaleza, y más inconcebible será esa idea absurda y antinatural de la antítesis entre el espíritu y la materia, el hombre y la naturaleza, el alma y el cuerpo, idea que empieza a difundirse por Europa a raíz de la decadencia de la antigüedad clásica y que adquiere su máximo desenvolvimiento en el cristianismo.

Mas, si han sido precisos miles de años para que el hombre aprendiera en cierto grado a prever las remotas consecuencias naturales de sus actos dirigidos a la producción, mucho más le costó aprender a calcular las remotas consecuencias sociales de esos mismos actos.

Ya hemos hablado más arriba de la patata y de sus consecuencias en cuanto a la difusión de la escrofulosis: Pero, ¿qué importancia puede tener la escrofulosis comparada con los efectos que sobre las condiciones de vida de las masas del pueblo de países enteros ha tenido la reducción de la dieta de los trabajadores a simples patatas, con el hambre que se extendió [77] en 1847 por Irlanda a consecuencia de una enfermedad de este tubérculo, y que llevó a la tumba a un millón de irlandeses que se alimentaban exclusivamente o casi exclusivamente de patatas y obligó a emigrar allende el océano a otros dos millones?

Cuando los árabes aprendieron a destilar el alcohol, ni siquiera se les ocurrió pensar que habían creado una de las armas principales con que habría de ser exterminada la población indígena del continente americano, aún desconocido, en aquel entonces. Y cuando Colón descubrió más tarde América, no sabía que a la vez daba nueva vida a la esclavitud, desaparecida desde hacía mucho tiempo en Europa, y sentaba las bases de la trata de negros.

Los hombres que en los siglos XVII y XVIII trabajaron para crear la máquina de vapor, no sospechaban que estaban creando un instrumento que habría de subvertir, más que ningún otro, las condiciones sociales en todo el mundo, y que, sobre todo en Europa, al concentrar la riqueza en manos de una minoría y al privar de toda propiedad a la inmensa mayoría de la población, habría de proporcionar primero el dominio social y político a la burguesía y provocar después la lucha de clases entre la burguesía y el proletariado, lucha que sólo puede terminar con el derrocamiento de la burguesía y la abolición de todos los antagonismos de clase.

Pero también aquí, aprovechando una experiencia larga, y a veces cruel, confrontando y analizando los materiales proporcionados por la historia, vamos aprendiendo poco a poco a conocer las consecuencias sociales indirectas y más remotas de nuestros actos en la producción, lo que nos permite extender también a estas consecuencias nuestro dominio y nuestro control.

Sin embargo, para llevar a cabo este control se requiere algo más que el simple conocimiento. Hace falta una revolución que transforme por completo el modo de producción existente hasta hoy día y, con él, el orden social vigente.

Todos los modos de producción que han existido hasta el presente sólo buscaban el efecto útil del trabajo en su forma más directa e inmediata.

No hacían el menor caso de las consecuencias remotas, que sólo aparecen más tarde y cuyo efecto se manifiesta únicamente gracias a un proceso de repetición y acumulación gradual.

La primitiva propiedad comunal de la tierra correspondía, por un lado, a un estado de desarrollo de los hombres en el que el horizonte de éstos quedaba limitado, por lo general, a las cosas más inmediatas, y presuponía, por otro lado, cierto excedente de tierras libres, que ofrecía cierto margen para neutralizar los posibles resultados adversos de ésta economía positiva. Al agotarse el excedente de tierras libres, comenzó la decadencia de la propiedad comunal.

Todas las formas más elevadas de producción [78] que vinieron después condujeron a la división de la población en clases diferentes y, por tanto, al antagonismo entre las clases dominantes y las clases oprimidas.

En consecuencia, los intereses de las clases dominantes se convirtieron en el elemento propulsor de la producción, en cuanto ésta no se limitaba a mantener bien que mal la mísera existencia de los oprimidos.

Donde esto halla su expresión más acabada es en el modo de producción capitalista que prevalece hoy en la Europa Occidental.

Los capitalistas individuales, que dominan la producción y el cambio, sólo pueden ocuparse de la utilidad más inmediata de sus actos. Más aún; incluso ésta misma utilidad —por cuanto se trata de la utilidad de la mercancía producida o cambiada— pasa por completo a segundo plano, apareciendo como único incentivo la ganancia obtenida en la venta.


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La ciencia social de la burguesía, la Economía Política clásica, sólo se ocupa preferentemente de aquellas consecuencias sociales que constituyen el objetivo inmediato de los actos realizados por los hombres en la producción y el cambio. Esto corresponde plenamente al régimen social cuya expresión teórica es esa ciencia. Por cuanto los capitalistas aislados producen o cambian con el único fin de obtener beneficios inmediatos, sólo pueden ser tenidos en cuenta, primeramente, los resultados más próximos y más inmediatos.

Cuando un industrial o un comerciante vende la mercancía producida o comprada por él y obtiene la ganancia habitual, se da por satisfecho y no le interesa lo más mínimo lo que pueda ocurrir después con esa mercancía y su comprador.

Igual ocurre con las consecuencias naturales de esas mismas acciones. Cuando en Cuba los plantadores españoles quemaban los bosques en las laderas de las montañas para obtener con la ceniza un abono que sólo les alcanzaba para fertilizar una generación de cafetos de alto rendimiento, ¡poco les importaba que las lluvias torrenciales de los trópicos barriesen la capa vegetal del suelo, privada de la protección de los árboles, y no dejasen tras sí más que rocas desnudas!

Con el actual modo de producción, y por lo que respecta tanto a las consecuencias naturales como a las consecuencias sociales de los actos realizados por los hombres, lo que interesa preferentemente son sólo los primeros resultados, los más palpables.

Y luego hasta se manifiesta extrañeza de que las consecuencias remotas de las acciones que perseguían esos fines resulten ser muy distintas y, en la mayoría de los casos, hasta diametralmente opuestas; de que la armonía entre la oferta y la demanda se convierta en su antípoda, como nos lo demuestra [79] el curso de cada uno de esos ciclos industriales de diez años, y como han podido convencerse de ello los que con el «crac» [3] han vivido en Alemania un pequeño preludio; de que la propiedad privada basada en el trabajo de uno mismo se convierta necesariamente, al desarrollarse, en la desposesión de los trabajadores de toda propiedad, mientras toda la riqueza se concentra más y más en manos de los que no trabajan; de que [...] [*]

Escrito por Engels en 1876. Se publica de acuerdo con el manuscrito.

Publicado por primera vez en la revista "Die Neue Zeit", Bd. 2, Traducido del alemán. Nº 44, 1895-1896.

NOTAS
[1]
43 El presente artículo fue ideado inicialmente como introducción a un trabajo más extenso denominado "Tres formas fundamentales de esclavización". Pero, visto que el propósito no se cumplía, Engels acabó por dar a la introducción el título "El papel del trabajo en el proceso de transformación del mono en hombre". Engels explica en ella el papel decisivo del trabajo, de la producción de instrumentos, en la formación del tipo físico del hombre y la formación de la sociedad humana, mostrando que, a partir de un antepasado parecido al mono, como resultado de un largo proceso histórico, se desarrolló un ser cualitativamente distinto, el hombre. Lo más probable es que el artículo haya sido escrito en junio de 1876.- 66

[2] 44 Véase el libro de C. Darwin "The Descent of Man and Selection in Relation to Sex" («El origen del hombre y la selección sexual»), publicado en Londres en 1871.- 66

[*] Sir William Thomson, autoridad de primer orden en la materia calculó que ha debido transcurrir poco más de cien millones de años desde el momento en que la Tierra se enfrió lo suficiente para que en ella pudieran vivir las plantas y los animales. (Nota de Engels).

[*] Acotación al margen: «Ennoblecimiento».

[3] 45 Trátase de la crisis económica mundial de 1873. En Alemania, la crisis comenzó con una «grandiosa bancarrota» en mayo de 1873, preludio de la crisis que duró hasta fines de los años 70.- 79, 88, 438

[*] Aquí se interrumpe el manuscrito. (N. de la Edit.).
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martes, marzo 31, 2009

Cuestionario Guía (I)

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Un cuestionario guía para el estudio de algunos conceptos de Economía Política y del aporte de Aristóteles y los Fisiócratas (I).

1. Ciencia que trata de la producción de la riqueza social, de su distribución entre clases sociales en relación con el funcionamiento del Estado:

2. Cuatro elementos que componen un análisis de Economía Política:

3. Definición de Aristóteles para la Administración del Patrimonio refiriendo las raíces etimológicas griegas:

4. Clases sociales según los fisiócratas:

5. Según los fisiócratas, la clase que no añade más que el mismo valor que consume en forma de alimentos y medios de vida que le son suministrados por otra clase social:

6. Tres suposiciones previas en la Tabla Económica de Quesnay (1758):

7. Defina circulación imperfecta según los fisiócratas:

8. Ponga un ejemplo breve de la circulación imperfecta según los fisiócratas:

9. Las grandes escuelas de economía política se dividen principalmente en dos paradigmas:

10. Diga si es cierta o falsa esta afirmación: para Aristóteles la guerra es medio natural de adquirir.
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